Todo lo que vimos en el Primavera Sound (Parte 3)

Chicha Libre, Antibalas, Colin Stetson, Majical Cloudz, Real Estate, The Ex, Arcade Fire, Charles Bradley y Moderat.

2.6.14

Con un nombre que originalmente era para designar una especie de licor que tomaban los incas, o a un estilo de cumbia, Chicha Libre fue inyectando calor a la sala con una mezcla de ritmos latinos, surf y sicodelia. Uno de los momentos más finos de su set fue la inclusión de un cover a “Guns of Brixton” que fue presentado por ellos como “british cumbia”. Para cuando salió Antibalas, la sala ya estaba en movimiento constante. La banda nos mostró, mientras bailábamos, una cátedra de esa fusión de afrobeat con elementos de jazz, funk, dub y bastante improvisación, lo que hace que sus canciones se extiendan bastante, pero esa da la oportunidad de entrar en un transe mientras se baila, donde se llega a visualizar la jungla, tomar unos tragos en el calor de la noche junto a cuerpos asoleados, algún cocainómano asesino y el origen de la música a partir de la repetición. Al final del concierto le pregunté a un amigo cómo definiría lo que acabábamos de ver. “Sabrosón” dijo. Concuerdo totalmente.

Chicha Libre

Antibalas

Colin Stetson fue el acto telonero en ese primer concierto de Arcade Fire en el Palacio de los Deportes. Con dos saxofones que intercala entre melodías dibuja un paisaje de múltiples capas que de pronto se transforma en un diálogo entre notas. Después vimos a Real Estate, que nos hizo pasar un buen rato replicando las canciones de su nuevo disco, Atlas. Usan las guitarras como si fueran piezas de rompecabezas. Luego de tantas cosas bonitas, nos prendimos con la banda holandesa The Ex. Tres guitarristas y una baterista tomaron lo mejor del sonido minimalista de los primeros dos discos de Wire, y lo inyectaron con la furia del hardcore. Bestias.

Con Arcade Fire vimos una fiesta rodante de espejos que llegó a la ciudad, los vimos instalarse, nos volaron el cerebro a todos y se fueron antes de que recuperáramos el aire. Nos dejaron bien encargados con Charles Bradley es un maestro del funk-soul-R&B que pudo haber sido amigo de borracheras de James Brown. Para terminar un largo día, Moderat aplicó el spinal tap. Treparon las bocinas a once. Sus bajos hacían retumbar el escenario, el suelo y los puestos de comida.