Todo lo que vimos en el Primavera Sound (Parte 2)

Temples, Él Mató a un policía motorizado, Sky Ferreira, Stromae y a la bestia de Brian Jonestown Massacre.

29.5.14

El miércoles resultó un día difícil para la gente del Primavera Sound. El clima hizo de las suyas. Tlaloc me siguió hasta la península Ibérica con una furia acumulada. Aún cuando el pronóstico del clima aseguraba que las probabilidades de lluvia eran escasas, una vez más quedó comprobado nuestro control nulo sobre la naturaleza y sus posibilidades. Era el primer día de actividades en el Parc del Fòrum, donde transcurre la mayor parte del festival. Las expectativas eran muchas. Y las tocadas eran gratis. Pero de todas formas, el clima se encargó de echar por la borda los planes de todo el mundo. Unos minutos antes de la presentación de Él Mató a un Policía Motorizado cayeron las primeras gotas, que conforme pasó el tiempo se convirtieron en una precipitación continua. Los chilenos dieron una muestra de esas melodías que quiera uno o no, se le terminan pegando por días.

Para cuando Temples llegó al escenario hubo una pausa en el chubasco, una trampa climática para sacar a la gente de donde quiera que hubiese encontrado refugio. El sonido de la banda inglesa (que en todo momento agradecían a las personas por estar presentes tan temprano en un día tan miserable) es lo que haría Tame Impala si les dieran anfetaminas, sicodelia en fast foward. Lamentablemente su presentación fue interrumpida casi al final por una mega tromba de niveles monzónicos que cayó en el área. Tuvieron que pasar como 50 min en lo que la situación se volvía a estabilizar para poder continuar con el espectáculo.

La gran sorpresa del día fue Stromae, un escritor y hiphopero belga que ha tomado las listas por asalto con sus composiciones pop elegantes que caminan entre un eurodance italiano y la teatralidad del cabaret, antes de que empiece a tocar se manifestó un número impresionante de personas, habían hasta familias enteras esperando verlo. De verdad recomiendo que lo busquen para darle una escuchada.

Tenía pensado quedarme un rato a ver a Sky Ferreira, pero de nuevo empezaron a caer las gotas y yo ya estaba harto de estar calado hasta los huesos y del aire frío así que preferí huir a tierras más secas; de todos modos, la vamos a poder ver en octubre en el Corona Capital.

Cuando llegué a la Sala Apolo, el nivel de humanidad había llegado a niveles de metro en hora pico. Parecía que muchas personas habían llegado temprano para ver a Brian Jonestown Massacre, banda norteamericana que ha peregrinado por una infindad de géneros, pero siempre han manteniendo una consistencia en su sonido: un ser sonoro que se revolcó en un pantano donde se vaciaron los peores contaminantes de la comunidad y regresó de ahí a rastras para aterrorizarnos a todos. Su presentación fue un viaje. Casi se podían escuchar los gruñidos de la bestia mientras la música nos arrollaba.