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Música

Diez bandas clásicas de rock colombiano que nunca oíste

Y deberías.

Tenemos en el radar a los Flippers y a los Speakers, conocemos algo de los Yetis y Malanga, y por ahí hemos escuchado los nombres de los Young Beats y los Ámpex. Entendiendo "el rock colombiano" como ese producto que sale de ese difuso territorio que llamamos país, ¿podemos decir que conocemos bien sus raíces? ¿Es que acaso no dio la talla para llegar a quienes nacimos a unos años del nuevo milenio? ¿O simplemente a la gente no le importó y esos recuerdos ácidos de Chapinero en los sesenta y setenta se quedaron solo entre quienes lo vivieron?

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Hay algunos libros que hablan de la escena del rock criollo, como por ejemplo Bogotá: Epicentro del rock colombiano entre 1957 y 1975 de Umberto Pérez, Nos pagaron por divertirnos de Edgar Hozzman, o El Rock colombiano: 100 discos, 50 años de Pablito Wilson. También hay algunos blogs como Rock Colombia docs o Enciclopedia del rock colombiano que se han encargado de revivir las raíces que le dieron vida a grupos como las Almas y La Derecha, para que la gente no diga estupideces como que Aterciopelados creó el rock colombiano. Estupideces que responden a una falta de memoria de lo que hemos tenido en el país.

Explicar por qué hay un bache enorme en la línea histórica del rock nacional es un tema profundo y que merece una fuerte investigación en sí misma. En este caso, simplemente quiero recordar algunos grupos de los sesenta, setenta y ochenta que, misteriosamente, no llegaron con tanta fuerza a los “dosmiles”. Una ruptura que hoy pone sus consecuencias en el presente.

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La Banda Nueva

Rock progresivo latino en su máxima expresión. La Banda Nueva, como la mayoría de bandas de rock colombiano de los 60 y 70, no duró más de lo que podemos contar con una mano. Solo grabó un LP, llamado La Gran Feria, que fue lanzado por Discos Bambuco y para el cual tuvieron a su disposición el aclamado estudio Ingesón, esa catedral sonora creada en 1966 por Manuel Drezner, pionera en el desarrollo de la industria de la grabación musical en Colombia. Por ahí pasaron insignias como los Speakers, la orquesta de Lucho Bermudez, Hora Local, entre muchísimos otros. Después de un largo año grabando -lentitud que significó un trabajo más pulido- lograron reunir lo folclórico con los sonidos progresivos que andaban conquistando los oídos de los críticos más exigentes de Europa y Estados Unidos. Cogieron el misticismo de King Crimson y lo juntaron con el ritmo alegre de Yes, y armaron así temas contundentes que hablaban de lo que se vivía en el momento, con teclados monumentales y progresiones al punto. A todo esto hay que sumarle su máxima inspiración fue el húngaro Bela Bartok, uno de los pianistas, compositores e investigadores de música popular más grande de todos los tiempos.

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Si usted es uno de los poco afortunados en tener esta verdadera joya, hágale un favor a la memoria rockera del país y cuide el disco con su vida. Con Orlando Betancur en los teclados, Jaime Córdoba en la batería, Gustavo Cáceres en el bajo y Juan Carrillo en la guitarra y voz, este grupo dejó su cicatriz con dolor, pues luego de lanzar La Gran Feria (un guiño a Bela Bartok) y hacer parte de una extensa gira con los británicos Christie, se separaron, dejando a los melómanos setenteros con ganas de más.

Columna de Fuego

Para dar alguna referencia, se podría decir que estos tipos son como el Sidestepper o el Pernett del pasado. Fueron de los primeros en lograr mezclar en su totalidad ritmos autóctonos, como la cumbia, con el rock. Inicialmente, la banda estaba conformada por Roberto Fiorilli en la bateria, Jaime Rodríguez y César Hernández en las guitarras y Marco Giraldo en el bajo. En la voz estaba, nada más y nada menos, que la negra grande de Colombia: Leonor González. Tocaron en el mítico Festival de Ancón, aquél mítico encuentro de 1971 donde más de 200 mil personas rompieron los paradigmas de una sociedad ultra conservadora y violenta a punta de juventud, LSD y días de sol. Sin embargo, muchos testigos de la época concuerdan en que no tocaron mucho en Colombia, ya fuera por desinterés del público, de la banda o cualquier otro motivo. No es que una banda tenga que pegar afuera para probar que son buenos, pero si alguien les dice que los primeros músicos colombianos en tener éxito en Europa fueron Joe Arroyo, Aterciopelados o, peor aún, Shakira, muéstreles este video. Tocaron en Alemania, en Rusia, en España –donde grabaron su único disco-, entre otros países europeos. Luego de la disolución de la banda, varios de estos músicos se quedarían en Europa, dada la acpetación que allá tuvieron.

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Time Machine

Roberto Fiorilli y Fernando Córdoba, de la banda los Young Beats, se unieron con Yamel Uribe y Óscar Lasprilla, de los Ámpex, para formar The Time Machine. Este conjunto sería de los primeros supergrupos colombianos de rock. Solo grabaron un EP, en Disco 15, en 1967. Se tituló Blow Up y viene con cuatro covers: uno de Hendrix, uno de los Yardbirds, uno de Bob Dylan y uno de Paul Butterfield Blues Band. Guardando las proporciones, podríamos decir que la Time Machine es nuestro Blind Faith, tanto por su virtuosismo como por su corta duración. Su final desafortunado llegó porque el cuarteto se dio cuenta que hacer rock en Colombia no es buen negocio, ni siquiera para este grupo considerado de los más calidosos de la época. Probablemente Colombia no estaba lista aún para recibir los sonidos densos y psicodélicos que podían producir este cuarteto. O quizássolo fue mala suerte. Como consecuencia, se abrieron del país a buscar nuevos horizontes. Yamel y Óscar se fueron a España, y Fiorilli se fue a Italia (luego de que Columna de Fuego se desintegrara). Fernando, por su parte, murió en Bogotá a mediados de los noventas.

The Wallflower Complextion

Acá tenemos la cuota gringa del rock colombiano. Cinco pelados, hijos de norteamericanos, estudiantes del Colegio Nueva Granada, inundaron el norte de Bogotá con versiones simpáticas que van desde "El Caimán" hasta "Long Tall Shorty" de Little Richard. Cantaban en un inglés muy bien pronunciado aunque sí, su nombre está mal escrito. Seguro se dieron cuenta tarde, y lo dejaron así. El sonido de Richard y Fred Sampson, Tat Singx, Marc Lusk y Chris Krzys es, y no podía ser de otra manera, uno absolutamente juvenil. Es dejar los libros de matemáticas en la maleta para agarrar la guitarra y ponerse a bailar. Es dibujarle bigotes tipo Groucho Marx y tetas al rector del colegio en el anuario. Es jóvenes pasándola bien con ese sonido rockero de principios de los sesenta, construido con voces alegres, baterías rápidas y simples, y guitarras de garaje. Podemos encontrar en su producción varios covers de clasicazos como "Route 66", "Gloria" y "Jack The Ripper". Y hay que resaltar de estos chicos -ahora viejos- es que inclyueron en sus únicos dos LPs versiones de "El Caimán", del fallecido maestro José Peñaranda, y de "Santa Marta", cuya autoría la disputan Chico Bolaño y Manuel Medina Moscote. ¿Se imaginan una versión rockera cruda y sucia de la cumbia cienaguera? (le hace ojos a The Kitsch).

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Los Streaks

Con Manuel Jiménez como batero, Eduardo Santos con el bajo, Pedro Justo Berrio en el teclado y Jairo Alfredo Galán en la guitarra (estos últimos tres cantaban), Los Streaks fueron los primeros colombianos en tocar música clásica vestida de rock. Algo así como los Queen colombianos… ¡antes de que existiera Queen! Su único álbum, Operación a go-go: una idea descabellada salió en 1967. Este tenía varios covers como "Psychotic Reaction" de los Count-five, "Diablo con vestido azul" de Shorty Long, popularizada por Mitch Ryder y los Detroit Wheels. Y le daban la cutoa clásica con "Aida", "La donna e mobile" o "Questa o quella y Cavalleria rusticana".

Carbure

La historia de los paisas pesados. En los ochentas, con el nacimiento del heavy metal y punk en Medellín, la difunta disquera CBS en Colombia quizo crear un “sello dentro del sello” que le apuntara a los gustos de los jóvenes, quienes en mayoría querían música pesada. Este proyecto fue bautizado como Tenaz. Además de Carbure, también grabaron al legendario Miguel Durier, cantante y pionero del rock en Colombia. Ahí tuvieron la oportunidad de penetrar las grabadoras de los paisas duros y hasta llegaron a liderar los listados de las radios comerciales. Luego, en 1983, el grupo grabó un EP con el sello local Discos Victoria que, con buena difusión y buenas ventas, convirtieron su tema "El faltón" en un himno del rock colombiano. No me atrevo a decir que ellos fueron los pioneros del heavy metal, pero su interpretación de hard rock y heavy la considero dentro de lo mejor que ha sacado Antioquia.

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Nash

Ahora sí podemos hablar de las raíces del hard rock y heavy metal cafetero. Imagínense a Carbure pero con teclados y cantando en inglés. Así tocaba Nash, una de las bandas más representativas del momento en Medellín. Su alineación original consistía en Víctor García como vocalista y tecladista, Gustavo Corrales en la guitarra, Sigifredo Álvarez con el bajo y Hernán Cruz en la batería. Se nota de lejos que a Victor García, acreditado como el fundador y mente maestra detrás de la banda, le encantaba Deep Purple. O quizá quería mezclar los sonidos de Journey con el naciente hard rock estadounidense. En todo caso, esta banda merece mucho más reconocimiento. Tenían además unas pintas interesantísimas, y quizá fueron de los primeros en tratar de adoptar el estilo glamero en Colombia. Al grupo luego se unieron, entre otros, Luis Fernando Ochoa, que fue productor de Shakira cuando no era mona.

Tribu tres

De esta banda hay poco o nada en internet y solo son un par de sitios donde venden su único LP. Tribe 3, también conocido como Tribu Tres, era un grupo conformado en un principio por Carlos Cardona, Mario García y Mingo Lewis, que fue el percusionista de Santana en su álbum Caravanserai del 72. Mario cuenta que conoció a Mingo cuando fue a San Francisco. En esa época Mingo tocaba en un grupo llamado The Tubes y tras regresar juntos, contactaon a Carlos y formaron Tribe 3. El nombre no solo hace referencia al trío, sino que se refiere a la mezcla de las tres Américas. Ellos estaban interesados en la fusión entre el rock y los ritmos latinos, pero también le querían meter jazz libre al asunto. Su único LP fue grabado en un estudio estadounidense y sacado mediante Sonolux. Lastimosamente Mingo enloqueció en Bogotá y tuvo varios problemas con las drogas, por lo que salió de la banda. Luego se unieron Ernie Becerra y Carlos Álvarez, sacaron algunos sencillos mediante Discos Fuentes. Con el permiso de Mario, Tribe 3 ahora está disponible para que la gente lo escuche.

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Siglo 0

Me atrevo a decir que esta es probablemente la banda más experimental de Colombia. Solo lanzaron un disco, llamado Latinoamérica, que tenía dos “viajes” de poco más de quince minutos cada uno. Fue concebida por Humberto Monroy, que tras la disolución de Los Speakers, juntó a Roberto Fiorilli, Jaime Rodríguez, Fernando Córdoba, Ferdie Fernández, entre otros. La idea del grupo era improvisar en vivo al mejor estilo jazzudo de Nueva Orleans, impregnándolo con dosis letales de sicodelia. Su presentación más recordada es en El Festival de la Vida en el Parque Nacional de Bogotá, llevado a cabo el 27 de junio de 1970. Tristemente, no hay registros ni visuales ni sonoros de ese toque que, según los afortunados asistentes, fue algo único y donde, en un principio, habían pensado en grabar el material para publicarlo. Por suerte la banda no se quedó con los brazos cruzados y grabaron dos de sus muchos viajes en el ya mencionado Ingesón.

Elkin y Nelson

¿Quién dijo que ser punk solo es ser el más podrido de todos y darse en la jeta con punteras, jeans entubados y chaquetas de jean con parches? ¿Puede un dúo con pinta glamera ser considerado punk? Podrá sonar raro, pero el dúo Elkin y Nelson, si bien tocaban un rock latino con tintes funkeros, tenían toda actitud punk. Unos tipos que triunfaron en España con ropa de colores y pelo largo mientras Franco seguía en el poder y que, además, eran llamados maricones por los españoles más conservadores y los rockeros machos. Los hermanos Marín Vélez, de origen paisa y cuyos nombres verdaderos eran Javier (Elkin) y León (Nelson), pisaron fuerte el territorio ibérico entre 1973 y 1975. Su puesta en escena eran los dos con las guitarras y solo en algunos momentos los acompañaba un bajista y/o un percusionista, como sucede en la versión de "Jíbaro" que les dejo más abajo. Su sonido era medio flamenquero aunque agarraban herramientas de ritmos latinoamericanos con los que lograban una potencia contundente en el escenario. Sacaron dos LPs, uno homónimo y Ángeles y demonios, producidos ambos por Juan Pardo. Cuando se fueron de España, su música e imagen fue recibida con los brazos abiertos en países mucho más tolerantes culturalmente como Francia y Alemania. Todo esto casi que al mismo tiempo que Columna de Fuego.

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¿Tienes recomendaciones de bandas olvidadas? déjalas acá abajo.