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Música

¿Deberías de boicotear a las bandas de Israel?

Le preguntamos a Vaadat Charigim, una banda de shoegaze de Tel Aviv.

La presión sobre Israel nunca ha sido tan grande como ahora, después de la horripilante situación en Gaza. La gente con poder ha estado titubeante y no ha aplicado ninguna acción o sanción real, pero es cada vez más latente ese sentimiento de hacer algo al respecto tras la muerte de más de 1,800 Palestinos (70% de los cuales se cree que eran civiles). El movimiento BDS ha ido tomando fuerza, e incluso ya existe una app que te ayuda a evitar productos israelís en el supermercado.

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Pero, ¿dónde deberían empezar y terminar los boicots? La mencionada campaña global BDS (Boycott, Divestment and Sanctions) sigue la metodología que inició el movimiento contra el apartheid en Sudáfrica, y que busca sanciones globales económicas, académicas, deportivas y a los consumidores para poder conseguir un cambio duradero.

Pero si uno decide seguir esos principios, ¿cómo debe de hacerlo? ¿Está bien ver Homeland (basada en la serie israelí Hatufim), pero no está bien comprar una computadora Hewlett Packard (porque la compañía proporciona a las Fuerzas de Defensa Israelís con impresoras)? ¿Y qué hace uno con la música? Cuando personas como Brian Eno deciden hablar de Gaza en vez de promocionar su nuevo álbum, los escuchas ponen atención y cambia su perspectiva sobre la situación. Por ejemplo, Israel perderá más de $20 milliones de dólares tras varias cancelaciones de conciertos este verano.

Puede que tu biblioteca de iTunes no esté llena de hip-hop de Haifa o trance de Tel Aviv, pero la pregunta sigue siendo igual de váilda: si planeas hacer un boicot, ¿deberías de medir con la misma vara todos los productos de ese país? Y ¿existe alguna diferencia ética entre rehusarse a escuchar música israelí y un músico que se rehúsa a tocar en ese país?

Juval toca en la banda de shoegaze de Tel Aviv Vaadat Charigim, quienes recientemente han recibido atención de medios como Pitchfork, NME, y pues, NOISEY. Recientemente se puso en contacto con nosotros, diciendo que “al no expresar cómo me siento creo que de alguna manera estoy dándole cuerda a esta avalancha de locura”.

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“Veo cosas en las noticias sobre el sentimiento que existe en Europa actualmente, las protestas y los activistas pro-Palestina interrumpiendo conciertos de bandas israelís, y me preocupo por nuestra próxima gira", dice.

“Aunque entiendo la lógica detrás de los boicots, siento injusto que me traten como un representante oficial del gobierno, como si yo fuera el enemigo, y no los gobiernos/empresarios/traficantes de armas, quienes están manipulando a todos como marionetas, como siempre lo hacen.”

Hablamos con Juval un poco más sobre los boicots y cómo se siente ser un músico israelí en estos momentos, tanto dentro como fuera del país.

¿Cómo describirías tu posición política?

En general creo en una solución de dos Estados, que busque soluciones pacíficas por medio de pláticas en vez del uso de la fuerza. Creo que el conflicto en el Medio Oriente está basado en varias cosas, incluyendo la tensión religiosa y el idealismo del viejo mundo por ambos lados, lo cual choca con el pensamiento democrático moderno, y esa es la razón principal por la cual cada vez que hay violencia o al menos una amenaza de esta, salen los demonios de las personas y todo se vuelve una pesadilla.

Te has referido a ti mismo como un "Tel Aviviano de izquierda, racional, pro-paz". ¿Has hecho activismo pro-paz en Israel?

No diría que soy muy activo. Nunca lo he sido, la verdad. Voy a marchas de paz cuando hay una. Hoy en día las hacen muy cerca de mi casa en Tel Aviv. No sé qué tanto efecto tengan, la verdad, pero los discursos están llenos de esperanza y me gusta ver a la gente a mi alrededor llena de esperanza en sus ojos. En el fondo no soy el tipo de persona que piense que los problemas tengan una solución binaria, de sí o no, y por eso sospecho de cualquier persona que diga que X va a resolver Y. Para mí es importante escuchar e interactuar. Creo que hay personas mucho más educadas que yo sobre el conflicto, tanto en la izquierda como en la derecha, y trato de escuchar lo más que pueda para informarme. La mayoría de los medios aquí son un desastre nacionalista. Es muy difícil obtener los hechos, entonces mi activismo se enfoca principalmente en abrir mis oídos, escuchar, y evitar ese tono de estar completamente seguro de algo, que es algo que escuchas de parte de todas las facciones políticas. En la raíz de ese tono de certeza existe casi siempre un deseo secreto de que quieres tener la razón y que todos los demás estén equivocados, y eso no me cae bien, personalmente hablando.

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Dices que los medios son un "desastre nacionalista". ¿Hacia qué lado se inclinan políticamente hablando las bandas de la escena underground de Tel Aviv?

En términos muy simples, muy a la izquierda. La "escena" se compone por gente joven que trabaja y vive en Tel Aviv, Jerusalem, Haifa. Es un movimiento radical, al que le cuesta mucho trabajo subsistir. En esta guerra, a la cultura se le puso un alto por completo. Llevamos así más de un mes. Lo único que queremos es vivir en paz con la gente que nos rodea, hacer arte, y tratar de ganarnos la vida. Este alto en los negocios es el resultado de la guerra (un alto que se ha sentido diez veces más fuera al sur de Israel), y ha sido un golpe mortal para la cultura. Y por eso no existe una continuidad en la escena. Cada dos o tres años estalla la guerra o algo similar, y todo se pone en pausa. La historia de la música israelí es como una línea recta entrecortada del pasado al futuro, sin conexión alguna entre sus partes.

Nunca han tratado de ocultar su nacionalidad como banda. ¿Crees que el hecho de identificarte como un artista israelí y el hecho de que canten en hebreo es un obstáculo de alguna forma?

Probablemente. Pero, de nuevo, no es algo sobre lo que me ponga a pensar. Es irónico, pero 99% de las bandas aquí tratan de armarla "en el mundo", y nosotros estamos tratando de pegar en Israel, donde sólo hay una cultura underground de rock. Considero mi misión el darle vida otra vez al "rock israelí", el cual estaba muy de moda a principios de los 90 en el país. Creo que si conseguimos eso, lograré el éxito que estoy buscando: un éxito auténtico.

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¿Te llegas a sentir frustrado a veces por ser etiquetado constantemente como una "banda de shoegaze israelí", en vez de ser simplemente una "banda de shoegaze"?

No. Sé que es porque la escena musical es anglocéntrica, y aunque no lo acepto por completo (obviamente nosotros tomamos la decisión de cantar en hebreo), lo entiendo, y creo que frustrarse por algo así es una pérdida de energía. Yo seguiré haciendo música en mi idioma, influenciada por lo que pasa a mi alrededor, y si el mundo necesita etiquetas yo las utilizaré por el tiempo que las tenga que utilizar. No tiene nada que ver conmigo.

¿Cómo crees que el mundo exterior percibe a Israel por el momento, y crees que esta percepción sea diferente de la que tú tienes?

Algunos perciben a Israel de manera negativa, y otros de manera positiva. Viendo las noticias, es difícil para mí identificarme con una persona que camina en la calle envuelto en una bandera, ya sea israelí o palestina. Creo que si ves el panorama completo de este conflicto, hay pedazos de verdad en ambas maneras de ver a Israel. Más allá de esos pedazos hay mucha ira y frustración y yo tengo suficiente con la mía. No necesito más. Como dije anteriormente, me es muy difícil aceptar las soluciones binarias y por lo tanto me cuesta trabajo identificarme con cualquier perspectiva que se tenga de Israel en el exterior.

¿Por qué razones estarías en desacuerdo con el boicot de artistas israelís como tú?

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Entiendo el boicotear bienes. ¿Boicotear armas? Por supuesto. Pero al boicotear a los artistas, quienes probablemente formen el único sector en Israel que esté de acuerdo con algún tipo de movimiento pro-paz fuera de Israel, no me hace sentido alguno. Si acaso debería de haber algún tipo de conversación, y no de alienación. El arte me parece en lo personal un canal de comunicación, en un momento en el que los fanáticos religiosos y los hombres de negocios tienen las riendas de todo. Por otro lado, como una persona pragmática, puedo ver cómo hacer un boicot intelectual es efectivo, y admito que a la mejor es que tal vez me hace sentir desanimado. En la escuela siempre encontraba un lugar en el patio en donde los demás no me molestaran. Supongo que no me gusta formar parte de un grupo de gente al que no me uní por elección.

¿Has experimentado los boicots de primera mano? ¿Han interrumpido alguna de sus tocadas?

No, la verdad no. He leído de otros artistas a los que han boicoteado, pero a nosotros no.

¿Crees que exista algún tipo de hipocresía al ser pro-paz y anti-boicot? ¿No es la razón principal de un boicot el presionar no sólo a la comunidad internacional, pero también a la gente de una nación para poder forzar un cambio?

Sí, el boicot es una herramienta de fuerza. No me puedo identificar con ella porque mi naturaleza no es agresiva. Puede ser un defecto, lo admito. Pero no estoy seguro si hipocresía es la palabra correcta para describirlo. Es más una ambivalencia.

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¿Cómo han reaccionado los ciudadanos israelís en relación a los boicots? ¿Crees que tengan el potencial de cambiar una opinión dentro del país?

Las reacciones han sido mixtas. Algunos culpan al anti-semitismo, otros las consideran válidas. La verdad es que boicotear a Israel no tiene mucho efecto dentro del país, y tampoco afecta el resultado de las cosas. Es una herramienta de concientización. Si te detienes a verlo lógicamente, si yo llegara y te dijera "Sé que me necesitas, pero creo que eres una persona horrible, entonces voy a poner nuestra relación en pausa hasta que cambies", ¿qué harías? La mayoría de la gente se pondría defensiva y orgullosa, y diría "no te necesito, y voy a ser como se me dé la gana". Muy pocas personas dirían "Tienes razón, realmente debería trabajar en ello y cambiar, para que podamos mantener nuestra relación". La gente no quiere trabajar tanto en sí mismos. Y el cambio viene de un trabajo duro. Velo rápidamente como una relación amorosa. O decidimos trabajar duro, o va a haber corazones rotos. Ninguna relación puede funcionar si los dos lados no trabajan duro en lograr un cambio.

¿Dirías que de alguna manera los boicots comparten el mismo estado mental divisivo que aquello contra lo que están luchando? Tomando a un país como una entidad individual, en vez de considerarlo como un cúmulo de individuos distintos.

No, no es lo mismo en lo absoluto. Yo creo que en el fondo, cualquier persona que esté contra la guerra es porque simplemente aprecia la vida. Los belicistas tienen sed de muerte. Ver a varios individuos como una entidad y olvidar que son personas sólo para que puedan encajar dentro de tus conceptos está mal, por supuesto. Nada bueno puede salir de eso. Pero, ¿en dónde estaríamos si la gente no protestara en contra de la guerra? La pregunta real es cómo poder generar un cambio, en vez de sólo concientizar.

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¿Qué opinas de los individuos que no verían a tu banda en vivo simplemente por una cuestión de principios?

No siento nada, la verdad. Es muy su pedo lo que ven o no ven.

Solías vivir en Berlín. ¿Qué te hizo regresar a Tel Aviv?

La necesidad emocional de crear y sentir la influencia del lugar en el que nació mi energía inicial, dentro del contexto de mis orígenes, donde mis palabras y mi voz se sentirían naturales.

No creo que sea un lugar al que la gente esté yendo mucho. ¿Qué tan intensa tendría que ponerse la situación para que tú consideraras dejas Israel?

Está bastante mal ahorita. Hay una verdadera pérdida de legitimidad democrática a cambio del pluralismo. Nunca he visto algo igua. Pero, de nuevo, ¿qué pasaría si huyera cada vez que las cosas no concordaran con mi imagen de una realidad perfecta? Creo que en algún momento tomé la decisión de o seguir luchando, o aceptar que la vida es dolor y decepción, y seguir a partir de ahí.

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