Doña Pancha Fest es el mejor festival underground de México

Este artículo fue publicado originalmente en Noisey, nuestra plataforma de música.

Hace unos años, en una búsqueda por encontrar música nueva, fui a un pequeño festival en Tecate llamado Doña Pancha Fest, que estaba en su cuarta entrega. No lo sabía en ese momento, pero estaba por descubrir la catedral del underground mexicano.

Manejando por la carretera hacia el pueblo mágico, conocido por su exquisito pan y su homofobia excepcional, nos pasamos el lugar del evento por medio kilómetro porque nunca vimos un letrero, ya que no hay. Doña Pancha o Bar Chihuahua es una cantina a la entrada de Tecate que no tiene ningún indicio de ser un negocio, excepto por este rótulo que te da la bienvenida:

El lugar era un hoyo funky que llevaba muchos años en decadencia, perfecto para hospedar una buena cantidad de vagos, punks, artistas y desmadrosos por una noche al año en la que todo se vale. Entrar a este evento cambió mi vida; hasta la fecha sigo debatiendo si fue para bien o para mal, pero de ese mal chido que no se te queda impregnado.

Cristian Franco, uno de los organizadores, dijo esto sobre aquél lugar: "El Bar Chihuahua [Doña Pancha] tuvo su auge como prostíbulo en la ciudad por allá en los ochenta; ahora es un triste y desolado congal que nadie visita. Doña Pancha, la dueña original del bar, ahora vive en Estados Unidos y es difícil dar con ella, pero quien atiende el changarro es su hijo Sammy, un pocho como de 50 años que además vende periódicos, mazapanes y zarapes en la garita de Tecate. Es un ruco alivianado, y cuando le contamos de la idea le brillaron los ojos".

El escenario tenía un tubo en medio, y estaba decorado con letreros en contra de experimentos en el Seguro Social. Esa noche vi por primera vez a San Pedro el Cortez, quienes prendieron cohetes adentro de ese pequeño lugar. Igual fue donde conocí la música de Juan Cirerol, quien acabó en el bote esa noche.

Doña Pancha comenzó como una tocada en el 2008 en la que debutarían Los Nuevos Maevans, un proyecto loquísimo e irreverente, que al igual que el festival festeja ese lado de la música mexicana que le grita a toda figura de autoridad, con un toque de humor para apaciguar el cinismo inherente de la protesta política y cultural. También es una perfecta excusa para tirar desmadre.

San Pedro el Cortez circa 2011.

En palabras de sus organizadores, el festival se puede describir como "un foro donde presentamos actos que difícilmente podrías ver juntos… así como acciones artísticas que no tendrían cabida en un festival convencional de música. Hay que mencionar que la naturaleza del espacio propicia sucesos únicos: no hay reglas ni limites, y eso nos creó una forma de resolver y hacer las cosas sin prejuicios y sin expectativas.

"La sátira es algo que nos representa como organización: todo el tiempo estamos jugando con los clichés de los festivales, anunciamos 50 escenarios patrocinados por marcas desconocidas, tenemos una preventa de boletos que es más costosa que en taquilla, inventamos la primera Bienal del video flyer… Invitamos proyectos que tengan cosas arriesgadas, nuevas, gente con y sin trayectoria… No sé, generalmente buscamos cosas que tengan poco en común. Tratamos de contrastar las propuestas para que el público no se aburra con cosas similares".

Después de esa épica noche en 2011, no fui a las siguientes ediciones, pero ganas me sobraban. En los siguientes años tocaron Prayers, Fax, Rancho Shampoo, Maniquí Lazer, Batwings, Late Night Howl y El Muertho TJ. Este año el festival regresa y se manifestará en Guadalajara, después de haber llevado el showcase por Mexicali y San Diego, con la meta de terminar en Los Ángeles. Esta edición de Guadalajara incluye grandes actos de México como Pellejos, Soledad y White Ninja. Y a pesar de ya no hacen el evento en el Bar Chihuahua, buscan que perdure esa misma libertad con la que empezaron hace siete años.

"Una vez hicimos la entrega de premios Doña Pancha…fue muy emotivo y contrastante. Por un lado parecía una broma, y por otro fue un reconocimiento honesto a nuestros colegas por su trabajo y trayectoria. Se entregaron unas estatuillas únicas realizadas con objetos que se encontraron en tiendas de segunda mano. Esa noche fue un verdadero aquelarre: podías ver a Diego de San Pedro arrastrarse por el suelo con los huevos de fuera a -11ºC, banderas de Estados Unidos quemándose, mientras el Yeti [la mascota oficial del festival] bailaba slam con las putas entre vidrios rotos y cervezas. Todos salimos fundidos rumbo al Cerro de la Panocha a seguirla, inolvidable".

El Yeti, la mascota oficial del DPF.

Sin duda, pocos festivales de música en México arman eventos para crear momentos memorables en la historia del underground, en lugar de intentar capitalizarlo. El festival Doña Pancha toma orgullo en ser el primo raro y seguramente adoptado de los festivales mexicanos, los cuales cada día se convierten más en activaciones con banda sonora en vivo.

Ve el cartel del DPF 2015 Edición Guadalajara aquí abajo, y si quieres comprar boletos o simplemente más información, métete aquí.

Joey es una activación de Dragon Ball. Síguelo en Twitter.