Las polaroids de Alex Darko

Sé que “emo” es una palabra difícil de digerir. Por alguna razón, a la gente le avergüenza el término, y no es raro que también “hipster” haga sentir incómodo a todo el mundo. Los emos dejaron de ser adolescentes atormentados para convertirse en adolescentes treintones socialmente responsables. Aha, hipsters. El punto es que hace tiempo les dijimos que el emo no dejó de existir, más bien sólo dejamos de prestarle atención. A partir de ese momento nos pusimos a buscar proyectos latinoamericanos que prueben el punto y hemos dedicado mucha de nuestra energía a bandas como No Somos Marineros de México, Overseas de Costa Rica y, ¿por qué no? a viejos conocidos en estos terrenos llorosos como Say Anything y Death Cab For Cutie que siguen haciendo cosas y sacando discos que nos regresan a la eterna adolescencia. Este es el caso de Alex Darko, un muchacho de Perú que hizo un disco de nombre Polaroids que no sólo remite a la década pasada, sino tiene muchísimo de esta. Hablamos un poco con él sobre el proyecto. Dale play al disco y lee a continuación:

Hey, Alex.. Justo acabo de volver de Perú. ¿Tu andas por allá?

Alex Darko: ¡Hola Raquel! Espero que la hayas pasado muy bien en Perú. Sobre todo que hayas comido rico. Sí, yo sigo acá. Tranquilo.

Comí delicioso. Me hubiera gustado estar por allá más tiempo, sobre todo en Cusco. ¿Tú dónde creciste?

Crecí en la ciudad de Lima. Nací en el 1991 y fui criado por siete mujeres durante mis primeros años (mi madre, mi tía, mis primas y mi abuela). Lo curioso es que a pesar de eso sigo sin comprender a las mujeres. Algo que agradezco es que es una familia grande compuesta de melómanos.

Pobre de ti. ¿Qué bandas escuchabas de adolescente?

Crecí en la generación MTV de los 90 y 2000. Eran tiempos donde el nü metal y el rock alternativo convivían. Bandas como Smashing Pumpkins, Nirvana, Red Hot Chilli Peppers y Radiohead formaron parte de mi crianza musical desde muy temprano. Consumía todo lo comercial. No escuché a los Beatles hasta que tuve 20 años… imagínate.

Entiendo. Puede que mi historia sea muy parecida. Si pudieras hacer una genealogía de tu educación sentimental, ¿qué bandas, películas y programas de televisión fueron los más influyentes para formar tu sensibilidad?

En cuanto a bandas, desde niño el ambiente adulto me hizo acercarme a la música peruana específicamente a la “criolla”. Luego en mi adolescencia pasé por el mundo del rock alternativo, y ya un poco más grande descubrí a Radiohead, a los Beatles, The Mars Volta y Elliott Smith. Ellos ampliaron mis horizontes musicales y me hicieron concentrarme más en las letras y la musicalización. En ese momento me di cuenta de que la música era algo que necesitaba en mi vida.

De niño veía demasiada televisión. Los Simpson, Invasor Zim y ¡Hey, Arnold! eran mis favoritos. Gracias a ellos tengo sentido del humor. Finalmente, en lo que respecta a películas es a mis 18 años que recién empieza mi gran amor por el cine independiente. Little Miss Sunshine, Life Aquatic y Gummo fueron las tres películas que me convirtieron en cinéfilo. Todas son de humor negro y me parecieron muy originales. Otra cosa que me atrajo muchísimo fueron los soundtracks, sentía que le daban vida a las historias.

Supongo que Donnie Darko es algo importante para ti…

Estuve viviendo un tiempo en Nueva York y en mi estadía conocí a una chica húngara que me terminó gustando mucho. Ella me dio como regalo de despedida el DVD Donnie Darko con una carta escrita a mano dentro. La película no me gustó mucho, pero lo que me encantó fue el gesto. Ya nadie escribe cartas largas a mano. Investigué un poco y resulta que Darko es un nombre de origen serbio que significa “quien tiene un don”.

Platícame un poco sobre estos últimos tres años y cómo le fuiste dando forma a tu proyecto.

Apenas regresé a Lima y empecé a componer. Tenía 17 años. En ese momento tenía 20 canciones escritas y fue en estos tres últimos años que me puse a componer un poco más para poder grabar mi primer material. En 2012 decidí convertirme en solista, elegí 10 temas y así entré al estudio para grabar mi primer disco, Polaroids. Al entrar al estudio, mi productor de entonces me ayudó a encontrar mi estilo detrás de cada canción. Fue un proceso largo, pero lo disfruté mucho. Fue recién a mediados de 2013 que salió a la luz, y ese año tuve varias presentaciones en diferentes locales. Ya en el 2014 empecé a preparar y grabar mi segundo material, quería que fuera algo más íntimo y personal. Está casi terminado y me gusta mucho el resultado. Espero que les guste tanto o más que Polaroids.

Polaroids es un gran disco y habla sobre temas muy específicos. ¿Crees que esta necesidad de documentar nuestras vidas tenga que ver con cierto presentimiento que hable sobre el destino de la humanidad?

Nunca me gustó darle vueltas a las cosas, por eso siempre trato de hacer canciones que no se abran a múltiples interpretaciones, voy directo al grano. Para mí hacer canciones es la manera de documentar momentos e instantes específicos de mi vida. Las fotos y las grabaciones son otras maneras de capturar instantes. Creo que actualmente nuestra obsesión por registrar todo nos demuestra que estamos camino a ser seres ausentes del ahora. Por eso declaré en una entrevista que me hizo una revista local, que para mí “la gente tiene cara de cámara”. Refiriéndome al hecho de que en los conciertos no ves caras sino celulares que te graban o fotografían. Se pierde el verdadero valor de un espectáculo. La tecnología puede ser positiva o negativa, pero creo que cada cosa tiene su momento.

¿Crees que somos una generación nostálgica o sólo muy banal y superficial?

Vivimos en un mundo donde el sistema, el consumismo y la tecnología nos convierten en robots. Solo seguimos órdenes establecidas. Cada día que pasa perdemos parte de nuestra sensibilidad y con esto nuestra capacidad de análisis. Ya no estamos pensando por nosotros mismos y eso conlleva a que perdamos nuestra habilidad para crear y descubrir cosas nuevas. Lo superficial domina nuestro entorno. Es algo que trato de evadir, pero es muy difícil. Lamentablemente lo poco de nostalgia que nos queda se ha ido transformado en moda. Ahora, la pregunta sería: ¿a dónde vamos?

Cuéntame sobre esa idea de haber borrado las fronteras entre géneros de música.

Pienso que somos la generación “shuffle”. Gracias al internet nuestro acceso a diferentes tipos de música es ilimitado. Es entonces cuando las personas no saben por qué estilo decidirse o simplemente escuchan de todo sin prestarle la atención necesaria a cada una de las bandas. Por eso crear canciones con géneros distintos en Polaroids, me ayudó a retarme a mí mismo y así conocerme más musicalmente. Pasar por distintas vivencias te hace entender la música de muchas formas y colores. Fue así que decidí plasmar todos esos matices en cada uno de los tracks. Siento que a pesar de interpretar diferentes estilos musicales en mi primer disco, mantengo mi identidad musical.

¿Crees que esto pueda extenderse más allá de la música y borrar fronteras de muchas otras cosas como la sexualidad o las fronteras geográficas?

Romper con los géneros establecidos de música es un paso que muchos músicos modernos han dado. Hay mucha mezcla. Pienso en la modernidad como un punto de quiebre donde se rompe momentáneamente con la tradición, donde se le critica y se buscan nuevas opciones. Yo creo que cuando empecemos a ser más compasivos y comprensivos, las fronteras caerán por si solas y viviremos en un mundo de inclusión total. Me sentiría muy bien si mi música acompañara ese proceso.

¿Qué sigue para Alex Darko?

Trato de no preocuparme mucho por el futuro, porque estoy seguro de que mientras haga lo que amo seré feliz y viviré el ahora. Lo que estoy haciendo en este momento es trabajar en mi segundo material discográfico que está casi listo. Estoy muy emocionado porque siento que la música me ha enseñado muchas cosas con el tiempo y estoy contento de poder plasmar mi lado más íntimo y personal en este segundo material. Si además la gente gusta de él, la felicidad será completa.

¿Hay algo más que quieras decir?

Gracias por la entrevista y tu interés en mi música. Ahora, si me disculpas, debo alimentar a mis gatos…je!

Gracias a ti, Alex.

Puedes seguirle el paso a Alex en Facebook y en bandcamp.

Raquel probablemente esté jugando Pac Man, pero puedes encontrarla en Twitter: @salvenseustedes