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Música

¿Por qué Madonna, una señora que se hace llamar la Reina del Pop, sigue buscando qué ideas robar?

Cualquier momento vergonzoso que Madonna tiene no es el resultado de su edad, o lo larga que ha sido su carrera, o incluso un mal instinto para escoger canciones. Entonces, ¿por qué siente la necesidad de probar que sigue siendo cool?

2015 es el año en que Madonna cumple 33 años como estrella de pop, y ha sido un reto para ella —¿cómo puede no sólo sobrevivir, sino tener éxito alguien cuya carrera está construida en ser provocadora, y que se enfrenta a ? El lanzamiento de Rebel Heart, su decimotercer álbum de estudio, ofreció un par de pistas (¡Diplo! ¡Un co-autor de “Wrecking Ball"! ¿Mike Tyson?), pero el video de su grito de guerra más reciente, "Bitch I'm Madonna," el cual se publicó ayer, ofrece una nueva perspectiva sobre en qué se ha convertido la Chica Material.

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Madonna dio una probada del video a principios de la semana con un poster, como hizo Taylor Swift con "Bad Blood," con algunos de los nombres que aparecerían en pantalla con ella en mayúsculas —Nicki Minaj, Beyoncé, Rita Ora. A primera instancia, parecía su intento para hacer su versión del “no te puedes sentar con nosotros” que el video de “Blood” comenzó, y la presencia de Katy Perry, a quien presuntamente “Blood” está dirigida, no ayudó a cambiar esa percepción. (Dicho eso, no es la primera vez que Madonna se ha rodeado de estrellas; en su libro Sex aparecían Isabella Rosellini, Big Daddy Kane, y… Vanilla Ice.)

Afortunadamente, "Bitch" es un video mucho más divertido—y que se atreve a burlarse incluso de sí mismo— que “Blood”. (¡Los títeres!) Pero también representa el periodo más reciente de la carrera de Madonna, en el sentido de que es un intento más por cooptar el “cool” que ya invade la cultura mainstream: extras “sensuales” con mínima ropa; sesiones de FaceTime con estrellas que garantizan crear mucho ruido en las redes sociales; un foro, el Top Of The Standard, que fue llamado "el lugar para hacer fiestas en Nueva York" casi desde el momento en el que lo inauguraron, en el 2009. Incluso la fiesta en una azotea que cierra el video, la cual tiene cientos de graffitis, parecen tomas que quedaron fuera de un comercial de Bud Light que habla sobre lo increíble que es le verano.

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Cualquier momento vergonzoso que Madonna da en el video no es el resultado de su edad, o lo larga que ha sido su carrera, o incluso un mal instinto para escoger canciones —Rebel Heart, como varios otros discos del 2015, está saturado de rellenos, pero en el fondo es un sólido álbum de pop.

Ella está fallando porque está operando en una era en la que la súpercultura y la contracultura no sólo están colapsando y convirtiéndose en una misma, gracias a, entre otras cosas, la manera en que se conceptualizan los medios y subsecuentemente se diseminan; al mismo tiempo, los intentos por apropiar la cultura underground se analizan de manera mucha más visible que en el pasado.

En sus momentos más altos —los cuales han sido muchos— Madonna amalgamó lo desconocido con lo popular, añadiendo el suficiente sex appeal para convertirse en alguien de quien la gente no pudiera apartar la mirada, lo que la llevó a ser norminada como una de las "Filthy Fifteen" del Parents Resource Music Center. Siempre parecía estar un paso adelante de los demás, porque sabía hacia dónde mirar para hacer su siguiente movida. Tomó a Björk del Buzz Bin de MTV para Bedtime Stories; escogió a Chris Cunningham, un director cuyo video para "Windowlicker," de Aphex Twin, sigue siendo uno de los más icónicos en la historia, para "Frozen." Madonna se apropiaba de la cultura underground tan fácilmente como respiraba, y lo hacía antes de que “apropiación cultural” fuera un término ofensivo; "Vogue," su hit de 1990, en particular, "tomó un fenómeno bastante específico de los transgéneros, latinos y afroamericanos y eliminó su contexto por completo con la letra de la canción, 'It makes no difference if you're black or white, if you're a boy or a girl,'" según Terre "DJ Sprinkles" Thaemlitz, quien analizó los elementos más explotativos de "Vogue" en su canción del 2008 "Ball'r (Madonna-Free Zone)."

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Las movidas underground de todo tipo, del arte de Tumblr al witch house, operan de una manera mucho más veloz y pública hoy en día, creciendo y pasando al olvido de manera más rápida que en la que se volvieron populares. Esto es algo bueno para las personas que realmente están participando en esas culturas; reciben más visibilidad de la que de otra manera podrían haberlo hecho, aunque existe el potencial de que te destruya el apetito inagotable del hype. Y los artistas que intentan tomar prestadas algunas cosas sin darles crédito reciben un rechazo mucho más grande del que hubieran recibido hace siete u ocho años.

Cuando Madonna se preparó para el lanzamiento de MDNA hace unos años, ella cortejó a los fanáticos del EDM, un género que apenas se estaba posicionando como EL género predilecto por los jóvenes de hoy en día —y también atrajo una gran controversia al presentar a Avicii en el Ultra Music Festival con una referencia a las drogas bastante patética. ("Has anybody seen Molly?" Uff.) Ella recibió el rechazo de personas como Deadmau5, lo que inició una campaña negativa contra el álbum, partiendo del vergonzoso título y sus intentos de ser parte de los “chavos” sólo se sentían como una caída libre, en vez de una nueva escalada a la cima.

El álbum anterior de Madonna, Hard Candy, también había tenido un lanzamiento lleno de percances—el sencillo "4 Minutes," producido por Timbaland y con una aparición de Justin Timberlake, tuvo un desempeño decente en las listas de éxito: no llegó al número uno, pero fue su primer canción en el Top 10 desde "Hung Up." Aún así, esa era la Madonna que operaba a nivel súperestrella; ,Timberlake y Timbaland acababan de sacar el exitosísimo FutureSex/LoveSounds, y no fue una movida demasiado sorprendente.

Pero el intento de Madonna por ingresar al mundo del EDM fracasó, pese a que hubo algunos tracks con bastante calidad, como la suntuosa "I'm A Sinner" y la locochona "Birthday," con MIA. Por un lado, eso se debió al hecho de que en los años que pasaron entre Hard Candy y MDNA, los medios se convirtieron en algo prácticamente instantáneo; el lanzamiento sorpresa del álbum homónimo de Beyoncé estaba aún un par de años adelante, pero los ciclos de promoción de un disco ya se empezaban a sentir como algo cada vez menos relevante entre más se expandían. Culpen a la omnipresencia de los medios, lo cual inunda el ciclo de noticias con mini “noticias” que vuelven irrelevante a la información importante como la fecha de lanzamiento de un disco; culpen a las disqueras, las cuales se volvieron cada vez más miedosas con cada fracaso que tenían.

Pero la necesidad de Madonna por cooptar el “cool” del underground también era un factor. Eso se había convertido en un hábito para su música, pero ¿es realmente necesario cuando lo underground se ha vuelto tan esencial para la cultura mainstream? Las marcas más grandes del mundo patrocinan conciertos en foros diseñados para parecer sótanos que están a punto de derrumbarse; el mundo del arte se coloniza cada día más se coloniza cada día más por ejecutivos financieros; y los barrios alternativos del mundo se convierten todos los días en el hogar de gente millonaria, expulsando a las personas que lo hicieron lo que es. ¿Qué si la mejor manera en la que Madonna pudiera obtener el cool fuera no viendo qué está haciendo la gente joven, sino amalgamar la música que ha hecho a lo largo de estas tres décadas y crear algo que realmente honre su legado, en vez de echarse porras a sí misma en sus canciones?

No sabemos qué hará Madonna en el futuro, y es difícil de descifrar dado que probablemente ignore cualquier sugerencia que le sea presentada (y con toda la razón). Ella fue capaz de ser el puente más prominente entre distintas culturas underground y el maintream de la cultura pop por mucho tiempo, y fue un personaje clave en la unión de ambas; ahora es el momento en el que se tiene que poner creativa y pensar en qué significa eso realmente, tanto en términos de la cultura en general como en crear arte por el simple hecho de crear arte.

Maura Johnston es una escritora de cultura pop basada en Boston. Síguela en Twitter.