La vida de Caloncho a través de canciones

Fotos por Nicolás Astorga Hering​

Sentados en la terraza del Loot Zihuatanejo, nos encontramos con Alfonso Castro, mejor conocido como Caloncho. El nuevo astro del pop playero mexicano se presentó en el pasado Summer Fest de este caliente lugar, atrayendo a una cantidad de fans que ni los propios organizadores podrían contemplar. Para no repetir las mismas mil y una entrevistas que Alfonso acostumbra a dar, le pedimos que escucháramos música y armáramos algo así como una playlist del verano. Una lista de canciones que nos trajera al presente recuerdos sobre su vida que de otro modo, no podríamos conocer.

Sobre la playlist, Caloncho nos dijo:

“Yo tengo una situación. Si bien me dicen que lo que hago suena a playa, yo no lo identifico así. Quizá es porque no distingo bien entre temporadas. O sea, sé que no es verano cuando tengo que traer chamarra. Pero yo escucho lo mismo y tomo lo mismo, hago lo mismo en cualquier época del año. Llevo mis canciones todo el año. Pero estas que elegí me provocan un poquito de baile, y eso que yo soy la persona menos expresiva con el baile. Tengo algo con la síncopa. Del reggae, luego-luego lo que identifiqué fue que había una guitarra, una tecla, entre un uno y un dos, un “y uno – y dos”. Y eso me ha cautivado desde el principio. Siempre que escucho una canción aunque sea de otro género y veo que hay un elemento con ese tiempo me evoca al reggae. Me gusta muchísimo ese tiempo particularmente.”

Caloncho escogiendo canciones

Siempre me di cuenta de que me gustaba mucho la música, de que la disfrutaba, y fui autodidacta en ese sentido. Aprendí a tocar guitarra en YouTube, con tabs y así. Fue en un momento donde estaba medio adolescente… a los 15 empecé a tocar batería, eso sí lo estudié, pero siempre estaba cantando mientras tocaba batería y se me hizo raro, porque necesitaba un instrumento armónico que me hiciera backup melódico, y empecé a tocar guitarra por eso. La primera canción que toqué creo que fue “Redemption Song” de Bob Marley. Me encantaba y me gusta mucho el reggae. Esa influencia llega hasta hoy; de hecho, las canciones que escogí para este playlist van por ahí.

Por esa época me acuerdo que escuché mucho “Papa Was King of The Congo…” de Manu Chao. No me acordaba de esa rola… la escuché como en primero de secundaria, tenía como 13 años. En esta época también comencé a patinar mucho y vi que se llevaba muy bien el reggae con la cultura del skate; además era lo que también veía en los amigos de mi hermano mayor. Mi hermano nunca patinó, pero sus amigos sí, y se me hacía bien chingón: “¡No mames, qué perro! ¡Yo quiero ser como esos batos, güey!”. El skate me dio ese arraigo de pertenecer a algo. Creo este güey estaba vetado en México por algún discurso político que hizo y acá le dijeron: “Bato, aquí no vienes a hablar de política, güey” y no pudo venir a México en un ratote. Qué regrese el cabrón, lleva como 5 años sin venir.

Precisamente a los 13 años tenía un amigo muy vago con el que siempre me dijeron que no me juntara con él y él tenía un amigo que venía de Washington y era negro. Además nos juntábamos con otro amigo de California que era punk. Por esos gueyes empecé a escuchar “Ms. Jackson”. El bato punk me regaló una longboard cuando acá no habían. Te estoy hablando del 2000. Con esa tabla aprendí a patinar y fumé mota por primera vez. Muy chiquito.

Esta me recuerda un chingo a un verano que tuve: un amigo de Australia que estaba estudiando de intercambio en Guadalajara y con ese güey hice una amistad bien, bien chingona. Se vino conmigo y con mi morra a Sonora, somos de allá. Así que lo invité a acampar con mi familia. Nos hicimos bien compas… ese bato siempre estaba cantando esta canción. Imagínate, un australiano cantando a Rigo Tovar [ríe]. Él era muy activo con la bicicleta y me enseñó un chingo de movilidad urbana. Cuando ya vivía en el centro de Guadalajara, me acuerdo que un día fuimos por unas caguamas y había una loquita barriendo la tienda de abarrotes y estaba cantando esa, “Oh que gusto de volverte a ver”. Entonces me acordé de él. Ahora que lo pienso, como que mis mejores amigos no han empezado a serlo por mi voluntad… yo soy muy tímido, no hablo. Ellos me han elegido, porque no me atrevo a llegar y decirle “¡Hey, hola!” [ríe]. Y este güey en una clase me dijo algo y hablaba perfectamente español, con todo y slang: “Qué onda, cabrón, qué onda, güey”, y así comenzó nuestra amistad.

Esta rola me encanta. Ellos son una banda de Agua Prieta, que es un pueblititito pequeño de Sonora. Esta banda me la pasó mi papá, fue como de las herencias que me dio. Creo que siguen tocando, porque ahora están volviendo a salir bandas viejitas de rock and roll. De hecho, esta es de ese tipo de bandas que hacían remakes, antes de que existiera el rock en español. Son de los 60. Entonces el “Twist Hawaiano” no es de ellos, debe ser de otra banda gabacha. Pero esta sí que es lindísima.

Acabo de ver a mi mejor amiga de Montreal, porque estuvo un mes en Bucerías, y me vino a visitar dos semanas. Con ella me pasó igualito: estaba en una clase de comercio. Teníamos un maestro muy, muy cabrón; llegó la morra y me dijo “Hola, ¿tú eres mexicano, verdad?” Yo le dije “¡No mames! ¿Y cómo sabes?” y ella “Pues por tu bigote,” y a partir de ese bigote, hoy es mi mejor amiga y eso se me hace bien chingón. Ella es melómana. Ella sí que escucha un chingo de música. Un día me preguntó si escuchaba bandas mexicanas y yo me quedé “¡A huevo! Esta morra me va a decir ¿Café Tacvba?”, y me empezó a mostrar cosas que uno se preguntaba “¡Ay! ¿La neta son de México esos güeyes?” Me acuerdo que me dijo de Afrodita y me pasó un blog que se llama Club Fonograma, pues yo no lo conocía antes de ella —de hecho la morra escribe para ese blog. Esta música no tiene que ver con lo que ella escucha, pero me acuerdo bien cabrón de ella con esta porque estábamos en una pizzería de esas que cuestan como un dólar y la canción salió.

Me acuerdo de otro verano en que conocí a Sublime, que es mi banda favorita. Tenía unos primos en El Paso, Texas, y siempre fui con ellos. Los dejé de ver dos años y regresé en ese momento que estábamos en la misma onda como adolescentes. Mi primo ya era muy bueno para patinar. Y este güey cambió un collar de piedras de tiburón por el disco de Sublime, el de la espalda, el homónimo [Ed.- Sublime, de 1996]. Fue un súper cambio, además: Costa Alegre, Jalisco, por California. Ese disco me encanta. ¿Cuál podría ser de ese disco? La neta puedo hacer así, pum, y elegir la que sea. Esta banda fue la que me hizo pensar: “Verga, sí me gusta un chingo el reggae”. “Get Ready”, no mames, es como muy, muuy relax.

De Chile me gusta Gondwana. Son buenísimos. No sé que opinen allá de ellos. Quique Neira era Quique Neira, carnal. ¡Me encanta! Neta esta es la banda que escuchaba en esta búsqueda de mi personalidad. Estaría muy cabrón tocar con ellos. “Se fue el tren… chuchuchu…. Ignoranciaaaaa, nuestro peor enemigo” ¡A huevo! Gondwana pegó cabrón aquí en México. Mi carnal y sus amigos era lo que escuchaban. Pero es que estos güeyes hacen canciones muy buenas ¿Cuál podría ser? “Dulce amor” es preciosa. “Jah guide, Jah guide, oh i and i”. Mejor ¿podemos poner el disco? Me acuerdo que yo escuchaba música en el carro de mi hermano. Él, sin duda, ha sido bien importante para mí musicalmente, porque como es el primero, fue el que buscó, ya tenía un chingo de conocimiento digerido. Su carro tenía muy buenas bocinas y yo me subía y ponía Gondwana bien cabrón, y también a Los Cafres.

De morro un tío me regaló el disco de Gloria Trevi. Y lo escuché un chingo, cosas que ni tendría porqué haber escuchado, porque la morra traía temas acá… O sea el disco se llamaba Más turbada que nunca [ríe]. ¡Está muy cagado! Nunca había dicho nada de Gloria Trevi ¡en mi vida! No creo que haya sido una influencia musical, sin duda. Pero me acuerdo mucho de ese disco cuando estaba niño. Ajá, también me acuerdo cabrón de la chica embarazada y yo no entendía nada. Esta me daba tristeza [mostrándome “El recuento de los daños”]. Ayyyyy, ¿ponemos ésta, o qué?

Con esa morra fue de las primeras que dije “¡Verga, está bien chida!”; ella y Bibi Gaitán. Es que Bibi Gaitán fue mi primer amor; de hecho iba a casa de un vecino a jugar porque su mamá se parecía a Bibi Gaitán [ríe]. Pienso que quizá las canciones no tienen nada que ver entre sí. Pero bueno, definitivamente hay old school latino e influencia de reggae. Eso sí, Gloria Trevi desencaja muy cabrón [ríe], pero es como mi salida pop.

Fotos de Caloncho en el Loot

Andrea extraña la playa, pero por lo menos tiene Twitter - @andreiii