El crusing como derecho gay: El legado más importante de George Michael

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Música

El crusing como derecho gay: El legado más importante de George Michael

Porque George Michael y sus encantos de porno griego fueron una especie de defensor del sexo gay anónimo.

Hace unas semanas autoridades de la Ciudad de México irrumpieron en un legendario club de encuentros, eufemismo urbano para referirse a esos espacios al borde de una clandestinidad voluntaria dónde los homosexuales vamos a tener sexo desenfrenado sin protocolos románticos. Las noticias que cubrieron el operativo, subrayaban que simplemente actuaban en respuesta a una denuncia anónima de prostitución al interior del club. Ese espacio yo lo conocí muy bien, hace muchos años ahí dilapidaba las madrugadas y alguna que otra tarde de domingo; dejé de ir porque locales como ese empezaron a propagarse como cucarachas en celo en la hoy CDMX y uno se hace chaquetas mentales… Pero de una cosa estoy seguro: ahí no había ni madres de prostitución, los clubes de encuentro son una respuesta a las necesidades sexuales gay sin cosificación monetaria.

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Desde luego existe un mercado de prostitución para homosexuales, pero la dinámica es otra. Los sex clubs de jotos es la mejor representación de que para un roto hay un descosido.

Lo más patético fue ver a no pocos homosexuales escabulléndose, en parte huyendo, comprensiblemente, de nuestras autoridades acosadas por el fantasma de la corrupción y el abuso; pero también parecían más preocupados de no ser vistos como depravados ante el ojo buga [heterosexuales], que se las dan de liberales por mentarle la madre a los del Frente Nacional por la Familia, pero siguen considerando como mucha e innecesaria información, cualquier dato de intimidad gay.

Si algo nos enseñó George Michael cuando en 1998 cuando un policía le tendió una trampa en unos baños públicos de Beverly Hills haciéndose pasar por un bato queriendo mamar verga, es que la única forma de salir bien librado a un arresto por actos lascivos (según el reglamento moral buga desde luego), es enorgullecerte de eso por lo que te arrestaron y llevarlo más lejos que el expediente de arresto y las notas de prensa: Grítalo bien pinche fuerte, deja sordos a los espantados y a esas chicas que en su adolescencia soñaban con ir al cine con un novio— igual que tú— para hacerle a la manita sudada en la sala a oscuras y ahora son unas aburridas amas de casa cuyos motivos de orgasmo se limitan a las novedades del supermercado. Haz un video bien pinche cachondo de gente, bugas y gays, teniendo sexo en lugares públicos mientras son espiados por cámaras policiales. No sólo haz una denuncia dentro del videoclip, también ventila tus fetiches y jálatela mientras la escena de dos policías mamados, besándose con intensidad soft porn, circula en la programación de MTV.

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Así nació Outside, probablemente el último gran trancazo de George Michael.

George Michael tenía una voz de macho aterciopelado, muy buena pluma y por sus venas corría pop contagioso y puro y humilde. Pero Michael no forjó su estatus de ícono pop hasta que se rebeló contra el pop de Wham!, ese sonido diabético y servicial al conservadurismo de Margaret Tatcher, el cual contaba con un repertorio que de tan ochentero en pleno 1984, ya sonaba pasado de moda. La naturaleza de sex symbol de Michael, sudorosa, fetichista y a todas luces homoerótica, quedó al descubierto con el extraordinario Faith, excluido fuertemente de los colores pasteles de Wham!

Faith es un discazo, synth dancefloor,  guitarras country, soul y baladas afectadas llevadas a una cachonda perfección. Sonó mucho cuando niño. El video de "I want your sex" era ver una porno como la gente grande, y a pesar de sus complacientes mensajes de monogamia, es una rola deliciosa, lo mismo que "Monkey" y por supuesto "Faith", que nos tocó a muchos de muchas formas.

En un artículo de la Rolling Stone hablaba de las influencias de Faith de 1987 y fue así que Tom of Finland llegó a mi vida y hoy tengo a dos icónicos motociclistas de Touko Valio Laaksonen de 1963 tatuados en el brazo derecho. Siempre te estaré agradecido por eso, George. Algunos dicen que la imagen de macho en cuero con la barba de tres días era una idea de la disquera, pero lo dudo, los estereotipos de sobredosis de testosterona fue una constante cuando George tomó las riendas de su carrera y en las fotos de paparazzis, donde siempre salía acompañado de machotes.

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Me convenció de su genialidad con el impresionante y conceptual Listen Whitout Prejudice Vol. 1, su mejor álbum, sin duda, en donde hacía del anonimato una bandera. Pop de chingona manufactura que desafió a la maquila de artistas prefabricados. Por ese entonces ya empezaba a darme con The Cure y Amantes de Lola y Real de 14 pero el video de "Freedom 90", dirigido por un joven David Fincher, logró cautivarme de una forma irreversible.

Michael se resistía a protagonizar los videos y entonces, inspirado en Slave to love de Bryan Ferry (no podía ser de otra manera) y la escenografía de Helmut Newton, necio a demostrar que la música era lo importante por encima del artista, el lip sync corrió a cargo de los top model más cotizados de la época: Naomi Campbell, Cindy Crowford, Linda Evangelista, Tatjana Patitz, Chisrty Turlington, Mario Sorrenti y Scott Benoit. El clip se convirtió en un comercial de un producto inexistente, una sesión de fotos de moda, el pop dentro del pop, glamour bien cuidado desde un incógnito engañoso.

De los mejores ejercicios de exquisitez en la historia del videoclip que ha superado la prueba del tiempo como ningún otro. Es un video atemporal que no envejece, lo mismo que el sencillo, el que me encanta escuchar ya bien entrada la madrugada, cuando las fiestas pierden la noción del tiempo.

La agudeza de su discografía se reduce a dos álbumes. Después del incidente en los baños públicos de Beverly Hills, George Michael sólo tuvo imaginación para revolcar la fórmula discotequera de Outside, que no fue cualquiera y, para Michael, más que suficiente. A diferencia de otras estrellas pop, los escándalos del buen George no eran una estrategia deliberada: Sus excesos eran orgánicos a su personalidad y eso fue lo que siempre me sedujo. Por lo visto tenía parejas estables, pero le gustaba alardear. En los últimos años Michael hacía noticias no por su música, si no por sus desmadres derivados de tanto fumar churros y estampar su auto en estado de pachequez.

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Pasó de ser el sueño húmedo de las chicas a convertirse en el ícono incómodo gay, al que no le importa el veredicto buga y mucho menos buscaba emular los ejercicios de estabilidad hetero.

Se convirtió en nuestro héroe, de los jotos, por no retractarse de sus hedonismos, ni jugarle al homosexual domesticado, como el Will de Will and Grace o el mandilón de Ricky Martin. Con la sorpresiva muerte de George Michael han salido sus defensores que a huevo quieren separar la innegable competitividad pop, de su homosexualidad. Me caga esa pose progresista de querer minimizar la homosexualidad de alguien en aras de su talento. Si la homosexualidad no fuera importante, no saldríamos del clóset para marchar y sonrojar los cachetes de los hetero. Nuestra obligación es dinamitar la simulación del orden moral buga.

George Michael y sus encantos de porno griego fueron una especie de defensor del sexo gay anónimo, en espacios públicos, baños o saunas o sex clubs, conocido también como cruising. Lo reafirmaba tanto en sus letras como frente a las cámaras de CNN. Nos enseñó a no avergonzarnos de nuestras maniobras de placer, aún cuando podamos casarnos y adoptar. Reivindicó la diferencia real, al nivel de los mingitorios, no la del recurso panfletario y cursi que asume que la diferencia sólo aspira a empujar carreolas.

Dicen que murió pacíficamente a los 53 años. Hasta en eso George Michael es un digno modelo gay a seguir: el placer al frente con o sin leyes que se prestan y muerte a tiempo, que hueva prolongar el chicle para terminar siendo como Ernesto Alonso o Pedro Sola. Vive al límite, mama verga en baños públicos, escandaliza a los bugas que nos dan migajas de sus fracasos institucionales como el matrimonio para que no se les destiña su outfit liberal y deja un sexy cadáver.

Sigue a Wences en Twitter: @wencesbgay

Todas las fotos fueron tomadas de la página oficial de George Michael.