Fuimos a la exposición de Jesús Báez de Zoé para que nos hiciera unos dibujos

Uno de estos artistas inquietos, es Jesús Báez, tecladista de Zoé –quizás has oído hablar de esta banda–, el cual presentó el pasado 15 de marzo su nueva exposición en la Galería Dietrich. Sus pinturas están llenas de surrealismo, en las que propone una extensión de sus manos llenas de acordes del piano; ahora llenas de pinceles y fórmulas matemáticas que nos dan una visión más íntima de lo que pasa dentro de su alma.

Fuimos a la exposición de Jesús para tomarnos unos Gin Tonic, fumarnos algún cigarro rojo, hablar de sus pinturas y, cómo no, decirle que nos hiciera unos dibujos exclusivos para Noisey de algunos de nuestros artistas favoritos. Para ello le llevamos unos plumones y un cuaderno y le pedimos que dibujara a nuestros artistas favoritos. El resultado es una serie increíble de retratos surreales que nos hizo Jesús, los cuales intercalamos a continuación con la agradable charla que tuvimos.

Noisey: Eso de pasar de la música a la pintura, va muy de la mano, ya que al final del día, estás haciendo arte.
Jesús Báez: Desde chico empecé a tocar el piano y a pintar. Naturalmente encontré ese link entre los colores y los sonidos. Para mí mis pinturas no son realistas, son más expresivas que detalladas. Cada que toco veo colores, y cuando pinto escucho música: es algo que me pasa naturalmente y me encanta, es muy divertido. Lo hago todo por diversión, es mi vida, y lo único que sé hacer. Más que artista o pintor, o músico, lo que me considero es alguien que transmite, ya que soy una persona sumamente sensible. Necesito digerir todo lo que veo, huelo.

Y sacarlo de alguna manera.
Sí, obvio. No me basta nada más con tocar el piano, los colores te dan otro tipo de expresión: son rápidos, brillan. Cuando pinto me fijo en el swing, en la textura, en la armonía, en patrones matemáticos.

¿Ya lo tenías planeado? O te dijiste a ti mismo "ya es algo de hacer algo con mi nombre".
Obviamente me encantaría hacerme un nombre con la pintura, pero Zoé pesa mucho, es muy grande. Entonces se podría decir que ya tengo un nombre o posición en cierta parte. Lo que me gustaría es que la gente vea que también puedo transmitir lo que estoy sintiendo con mis pinturas. El otro día llegaron unos fans y les dije "vengan y escuchen esta pintura".

Cuando toco el piano, pido que cierren los ojos y escuchen los colores. Como cuando hago pinturas veo música en ellas. Me gusta la onda abstracta, quizás un poco loca y esto no me importa, porque es muy divertido unir los colores con los sonidos.

Cuando comenzaste siendo músico, imagino que tenías alguna meta o fin, ¿pasa lo mismo con la pintura? 
Es exactamente lo mismo, lo que pasa es que empleé mucho porcentaje de tiempo de mi vida en la pintura. Pero es exactamente lo mismo. Lo que pasa es que cuando era chico dije:"Quiero tener una bandilla y volvermos famosillos". Jamás pensé que se iba a salir de control. Pero claro que me gustaría lograr algo parecido a lo que pasa con Zoé. Llegamos a un nivel al que jamás nos imaginamos. Nosotros cuando estábamos chavos sólo queríamos tener una banda y ya. Tengo la fórmula que debes perseguir para llegar a una meta de ese tamaño: la necedad y persistencia. No puedes dejar atrás tus sueños, es la clave de todo. A la hora que me subo al escenario y toco, realmente estoy transmitiendo, todo es muy vivo y real, no es sólo tocar una canción. En la pintura es igual, quiero transmitir todo lo que siento: que la vida es increíble.

Si tuvieses que presentarte a alguien que no tiene absolutamente la más mínima idea de quién eres ni de Zoé, ¿qué le dirías? 
Soy un artista libre, alguien que experimenta y no tiene ninguna técnica. Más que pintor, lo que me gusta es transmitir, al igual que con la música. Lo que pasa es que con la banda vino el reconocimiento público.

¿Deseas ese mismo tipo de reconocimiento público?
Sí, ¿por qué no? Lo que hago, lo hago para compartir, como lo que hago con la música, así que no me molestaría tener el mismo reconocimiento público con mis pinturas que he tenido con Zoé.

¿Tienes miedo a fracasar? 
Miedo, ¿por? Para nada, al contrario. Para mi es un privilegio. Es una aventura. ¿Qué me puede importar fracasar? Juntar a la gente en mi exposición, es la verdadera obra, los cuadros sólo son el pretexto. Me gusta dar abrazos, darnos la mano, eso eleva mi espíritu y llena mi corazón de felicidad.

¿Alguna vez te imaginaste estar sentado dando una entrevista con motivo de tus pinturas?
Lo soñé. Soñé estar acá haciendo mis pinturas, como soñé estar en el lugar que estamos con Zoé. Te juro que nunca iba a estar tan chingón o llegar tan lejos, y nunca pensé que iba a estar tan satisfecho como artista. Ahora, los que me convencen de exponer, son mis amigos, porque yo solamente con hacerlo y ya, estoy feliz. Pero ellos me han convencido de que la gente tiene que verlo.

¿Sientes que el éxito que has tenido con Zoé va a impedir que llegue a donde quieres llegar como pintor?
Es algo increíble porque tengo colecciones hechas en tour buses, cada que nos parábamos en algún estacionamiento o algo así, mientras el staff de Zoé se bajaba a montar todo el material, yo sacaba mi lienzo y me ponía a pintar. Hoy venía hablando con Ángel, el bajista de Zoé, me decía lo chingón que estaba todo esto de mis pinturas porque lo que estoy haciendo no choca en lo absoluto con Zoé, más bien, se complementan. Así que tengo obras que se hicieron con esa vibra de Zoé on the road.

¿Alguna vez hiciste algo para Zoé como pintor? ¿Te apoyan tus compañeros de banda? 
No, la verdad que no. Si sale, sale. Si no, no importa. Me dejo llevar y las cosas suceden increíbles. Sacamos una película que estará en varias salas del país y ahí salgo pintando. A veces necesito pintar para conversar con el cuadro, para salir de algún arreglo que tengo que hacer o algo por el estilo. A veces el cuadro me contesta, a veces no. Todos mis compañeros me apoyan, cada uno de ellos tienen cuadros míos y están muy orgullosos.

Todas los dibujos son de Jesús Báez. Todas las fotos y el texto, de Diego Urdaneta. Sigue a Diego en Instagram.

Abajo puedes disfrutar algunas de las piezas de Jesús que expuso en la Galería Dietrich de la Colonia Roma.