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Música

Aoutló, música para cruzar el portal o el 'Stranger Things' de Buenos Aires

Argentina presenta un dúo al que le basta con sintetizadores y baterías para crear una dimensión de musicalidad abrumadora. Violencia creativa, expresión liberadora y trance psicoelectrónico al servicio del Apocalipsis del Rock y el Imperio de la forma.

​Con Aoutló el problema es por dónde empezar. Empecemos por decir que en Argentina existe una ciudad intraterrena fundada y sostenida durante siglos por una raza extraterrestre que periódicamente envía emisarios para ver cómo marcha todo en este anexo terrícola de su civilización. La ciudad se llama Erks, está bajo el cerro Uritorco en la provincia de Córdoba y tiene alrededor de 8 mil años ¿Raro?  Más: la zona se convirtió en un polo turístico de su región a fuerza de encuentros cercanos de todo tipo;  atrae cada verano a miles de freaks en busca de la urbe subterránea; ha sido sede de congresos internacionales de ufología e incluso tiene un festival de artes organizado cada año para entrar en contacto con la energía de la galaxia. Y darse un grandioso, necesario, colocón.

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Damos todo esto por sentado y cierto porque esa misma predisposición es obligada no para entrar en Erks, sino en Aoutló, un dúo de sintetizadores y batería que, tal como sucede con la urbe alienígena, parece existir en un extraño margen de lo real, pero en Buenos Aires.

Así como hay teorías que afirman que Erks es obra de seres extraterrestres, otras que le adjudican su creación a entes de otras dimensiones y algunas menos estimulantes que desmienten todo y acusan a agencias de viajes, empresas de bienes raíces y –por supuesto- periodistas sin escrúpulos para contar billetes con el cuento de los marcianos,  hay múltiples maneras de acercarse la música de RK Delgado y Marco Campo.

La conexión primaria puede llegar gracias al soporte electrónico de sus tracks: esa manera de trabajar el clímax como un par de DJ's que van mantrando la explosión. Pero la escucha de Aoutló crece cuando el oído se deja fluir entre las capas de sentido que conforman cada "canción". Entonces se entiende que en ese marco más o menos electrónico coexistan -se superpongan, se devoren unos a otros- distintos tratamientos de color, violencia, texturas y tiempos que se aplican a las ideas. En definitiva, hablar de Aoutló es hablar de las ideas, de cómo dos chicos crean, habitan y estiran una dimensión –una ciudad subterránea- donde todo, inevitablemente, es alterado.

En medio de los preparativos del lanzamiento de su próximo EP, el dúo habló con nosotrossobre la estructura conceptual detrás de esa mezcla de ambient, psicodelia electrónica, rock sin roll y demás etiquetas que tampoco alcanzan para decir algo concreto. Y también sobre algunas de las stranger things de la banda: bautismos en su nombre, recitales en psiquiátricos, viajes a Japón…

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Noisey - ¿Cómo surge un tema de Aoutló? ¿Cómo es ese primer disparador que luego culmina en un track?
Marco: Los temas son creados en lapsos de dos a cinco meses y surgen de un tópico: una "célula rítmica" o un sampler que nos cautivó. Llevamos eso al ensayo y comenzamos a probar con mucha libertad esa primera idea original. Cuando uno de los dos encuentra satisfacción o el otro le hace notar que lo que toca es interesante, se repite eso hasta que el otro integrante encuentre lo complementario en su instrumento. A partir de ahí se genera él núcleo de la forma. De él surgen las otras partes, tal vez sin relación directa pero nacen porque está ese núcleo. Cuando decidimos que no queremos agregar más elementos, grabamos lo que llamamos la Macroforma y nos disponemos a estilizar las uniones y encontrar un final. Recomiendo escuchar los discos de Aoutló que se llaman Proceso para comprender esto totalmente. Ahí están los audios de los ensayos con una descripción. Es una escucha densa y a vecés monótona pero eso es el proceso.

 Aoutló es una experiencia musical pero tiene otras aristas (NdR: el dúo hace esculturas y prepara escenografías especiales para sus shows) es como si la música no alcanzara a satisfacerlos del todo ¿se sienten más artistas que músicos? ¿Cómo los atraviesa el arte?Marco: Hacemos música porque en ella encontramos un canal catártico muy efectivo con grandes posibilidades de sumarle elementos graficos, visuales, espaciales. Entonces más que sentirnos una definición, todo lo que hacemos es porque nos surge, forzamos el trabajo y desarrollo pero el motor abstracto, nuestra mente y sentimientos, generan esporádicamente esas ilusiones o ideas que luego discutimos con R ya sea hablando o tocando en un ensayo.​
RK: No solemos satisfacernos fácilmente, sentimos que sólo con canciones Aoutló no está del todo completo. Nos exige siempre algo más. Puede ser que me sienta más artista que músico. Es también producto de ser consientes con nuestra era, una era en la que ya no hay lugar para el engaño rockero. Además supongo que al no tener letras, nuestras canciones refuerzan  ese mensaje-no-mensaje con otros modos de expresión.

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Aoutló es algo totalmente transgénero y dificil de definir, ¿qué cosas además de otros sonidos influyen su música?
Marco: Verdaderamente dejamos que cualquier elemento se filtre en nuestras creaciones. Una palabra que surge en una comida, películas o escenas que vemos, la vivencia física que nos produce un género de música…. Es muy fuerte la influencia de la motivación personal de querer estar en movimiento y tratar de generar originalidad, novedad y experimentación.
R: Últimamente tocamos en muchas fiestas de música electrónica. Nos mezclamos entre DJs y eso nos hizo mimetizarnos en la coherencia sonora de ese tipo de eventos: unimos todos los temas en un bloque macizo, bailable, de 40 minutos sin parar. Creo que eso nos influenció en las últimas creaciones sonoras también.
En esa lógica, o mejor, según ese culto de intentar exponer una idea de música con la mayor violencia de recursos posibles, existe el ángulo percusivo de RK; una batería que pareciera –él estudia diseño industrial- disparada desde un patrón mecánico, pero que ataca al sistema nervioso con pulso vital irresistible. Un algoritmo orgánico.
Igual de único que el estilo de percusión de RK es el carácter de los ambientes, capas y punteos de Marco. En Aoutló la expresividad de los sintes fluye al máximo en su capacidad para crear y disolver. El tacto de Campo para moldear y tocar el aura del track muestra un sentido de libertad que remite a Ege Bamyasi: la música repta y se vuelve otra pero siempre en un trance, en plenitud.

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¿Y a la hora de tocar? ¿Qué referentes reconocen?
Marco: Creo que mi forma de tocar tiende a ser minimalista en cuanto a  técnica pero fuerte en impresión. Y amplia en el uso de recursos. Midi, launchpad, sintetizador digital y analógico, cuerpo…. Bandas argentinas que me marcaron son El Hagabal -cuando arrancamos en la música los vimos y fue una fortísima impresión, luego nos apoyaron y enseñaron mucho-, nuestra anterior banda, LeFolex, SHIT, Hungría (los admiro y nos apoyamos mutuamente porque nos sentimos cercanos) y Benji. De los géneros que más nos influenciaron últimamente está el Vaporwave que nos sorprendió por su libertad, ironía y crítica.
R: Mi forma de tocar no es exactamente técnica porque no estudié mucho batería,  pero me nutro de otras cosas como mi profesión, el diseño industrial. Entiendo lo que hago como diseñar ritmos y secuencias de golpes para una canción que posee un concepto a desarrollar con requisitos y requerimientos al igual que un objeto. Escuchamos música desde para bailar, vaporwave, techno, house, flamenco hasta música aborigen y sonidos de máquinas industriales.

¿Qué sensaciones recuerdan de su show en el Hospital psiquiátrico Borda?
Marco: El Borda fue una de las experiencias más fuertes de toda mi vida. Ambos quedamos vacíos de toda la energía vital. Fue una entrega total y lo que recibimos me marcó y enseñó mucho sobre la libertad. Sobre la pureza de los sonidos y las experiencias. Nuestra música fue enriquecida sublimemente por personas pacientes del hospital que ese día sintieron y crearon Aoutló. Se puede ver el video de ese show.  Fue algo único, y gracias a Lucas Busso, encargado de visuales y filmación, está grabado. Además dispusimos pinturas y un rollo de papel madera de 20 metros en donde todos los presentes pintaron mientras escuchaban lo que sucedía y crearon lo que llamamos El Pergamino Aoutleano.

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"El Pergamino Aoutleano…." La banda se construyó a sí misma con cierta mística. Incluso han bautizado a seguidores y  conformado una especie de comunidad, ¿Qué hay de eso?
RK: Los aldeanos son las personas que nos aportan ideas nos ayudan a concretar ideas artísticas. Vienen a vernos, vienen a bailar. O pueden no venir pero hacer su aporte desde otro lugar y compartir ideales con nosotros. Cuando se involucran más con la banda les damos un nombre en relación a algún hecho que los caracterice y ya: son aldeanos.

Aldeanos, máquinas industriales, vaporwave, un psiquiátrico ¿Qué es lo próximo que se puede esperar de Aoutló?
RK: Por lo pronto, en octubre vamos a sacar nuestro próximo EP que va a contener dos tracks. "Aerobitcoin", un tema más ambiental, lleno de samplers, y "Calle Los Capos 123", que es techno-flamenco y vaporwave. Aunque fue grabado en Argentina, lo vamos a publicar mientras ambos estamos en Japón. Marco está allá desde hace un tiempo y yo me voy en los próximos días. Japón nos atrajo mucho cultural y artísticamente el último tiempo y ya que tenemos la posibilidad de ir vamos a buscar un cambio de visión. Nos encontraremos ahí con Marco. En Tokyo.

​Te dejamos aquí el bandcamp del dúo​, con el resto de sus temas.