Por culpa de la maldita dictadura me perdí el punk: Una charla con Jorge Drexler
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Música

Por culpa de la maldita dictadura me perdí el punk: Una charla con Jorge Drexler

Mira el video nuevo de Jorge Drexler, "Movimiento" y lee la nutritiva y edificante charla que tuvimos con él.

No hay peor castigo para el ser humano que quedarse aislado del contacto con los demás, y estancarse en un mismo lugar. Desde tiempos inmemoriales nos estamos moviendo, y esta es una característica esencial de nuestra especie, identidad y huella en el planeta. Los seres humanos nunca hemos sido estáticos, sino en constante movimiento, en busca de mejores condiciones de vida y por supervivencia. O citando a Jorge Drexler, "si quieres que algo se muera, déjalo quieto".

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Drexler estrena el video para "Movimiento", tercer corte de su placa 2017 Salvavidas de Hielo. El video cuenta con la participación de la corredora del pueblo Tarahumara, Lorena Ramírez. Los Tarahumara o en su lengua: Rarámuri, "los de los pies ligeros", son un pueblo originario de la Sierra del Cobre al norte de México, reconocidos por su resistencia corriendo distancias de varios cientos de kilómetros. No utilizan ropa deportiva ni entrenan. Correr es su cultura, y en sus famosas carreras a veces superan los 200 KM sin parar.

Acá abajo pueden ver el video para "Movimiento" de Jorge Drexler. Además, tuvimos una extensa charla con el uruguayo a propósito de su estreno, bailar, los Sex Pistols, identidad, y más.

NOISEY: En "Movimiento", muchas veces dices "yo no soy de aquí, ni tú tampoco". Siguiendo esa idea, ¿crees que es importante resaltar las raíces de cada músico en su obra? Hay un dicho que dice: "habla de tu pueblo a donde vayas, y serás universal". ¿Ves importante el nacionalismo en la música?
Jorge Drexler: A mí siempre me ha parecido importante conocer las raíces de uno, siempre y cuando sepamos al mismo tiempo que somos de todos lados también. Pero el nacionalismo ya tiene que ver con una idea de nación. La identidad es un tema de los que más entran en mis canciones. Empecé a tratarlo hace mucho tiempo, y en mi disco Llueve de 1998, ya hay una canción que se llama "De amor y de casualidad" que en realidad responde a lo que preguntas. Hay una estrofa que dice: "en este mundo tan separado no hay que ocultar de dónde se es, pero todos somos de todos lados, y hay que entenderlo de una buena vez".

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Hay una tendencia que se está viendo actualmente en el mundo, es como un resurgir del nacionalismo.
A mí personalmente no me interesa mucho el nacionalismo, me interesan las pertenencias más allá de las divisiones políticas. Soy de Montevideo y estoy muy contento de haber nacido ahí, he aprendido muchísimas cosas en mi ciudad y me he formado a la imagen y semejanza de Montevideo. Y de la misma manera que tú vives en México hace tiempo y no pierdes el acento venezolano, yo llevo viviendo en España 22 años y se escucha que mi acento es del Río de la Plata. La manera más fácil de responder a los temas de identidad tiene que ver con eso mismo, con el acento, o con la identidad sexual de la persona. La identidad muchas veces responde a lo que somos en realidad. Estas cosas ni se defienden, ni hay que defenderlas ni hay que ocultarlas, y eso queda muy claro cuando hablamos de identidad sexual. Cuando uno sabe cuál es su opción sexual, no conviene ni esconderla ni tampoco hace falta intentar defenderla, porque en definitiva en lo que tiene que ver con nuestras raíces somos lo que somos. Como con mi acento uruguayo: yo no tengo la necesidad de defenderlo ya que es lo que soy.

En una época en donde existen todas las maquinitas para poder hacer y grabar cualquier ruido posible, haces algo bien punk. Grabas un disco con los instrumentos más primitivos posibles: las palmas de las manos, y guitarras acústicas. Es un back to basics.
Completamente. Es muy punk, y es muy back to basics, las dos cosas. En este momento me parece más interesante y más valiente restringir las fuentes de sonido que utilizar todo lo que se tiene en las manos. Vivimos en un mundo de permanente e interminable oferta de cosas, y no solo en la música. Tenemos más zapatos de los que nos vamos a poner, más libros de los que vamos a leer jamás, más discos de los que vamos a escuchar nunca. Entonces me parece que ser selectivo, ser austero, y tener economía en los medios que uno utiliza, es actualmente un acto transgresión.

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En el video, pienso que hay una analogía clara entre Lorena y la letra de la canción, o al menos así lo siento. ¿Qué querías demostrar con la unión de la canción, Lorena, y la biblioteca?
Apenas supe la historia de Lorena mediante la prensa, me pareció genial ya que es una descontextualización del acto de correr. Nosotros pensamos que el acto se inventó con el running, pero correr es una característica de nuestra especie muy antigua y que existe mucho antes de que apareciera el deporte. Y que es algo que algunas personas piensan que nos distinguen como especie, esa característica de correr por siete horas sin parar como en una ultra maratón de 100 KM de esas que ha corrido Lorena. Esto me parece un acto de justicia antropológica con nuestra especie, el hecho de saber que ni hemos inventando las comunicaciones ahora, ni hemos inventado el acto de correr y tampoco las migraciones. La canción trata de recontextualizar los procesos migratorios de nuestra especie, ya que todos hemos salido de África, y todos hemos llegado a diferentes lugares del mundo pero todos debemos recordar que no somos originarios. Nuestra especie no es originaria, y eso es muy importante tenerlo en contexto para lo que pasa hoy en los procesos migratorios.

Hablando de los procesos migratorios, en "Movimiento" cantas "somos una especie en viaje, no tenemos pertenencias sino equipaje". ¿Crees que esto siga siendo posible actualmente? Hablo de que cada vez es más difícil movernos como queremos en el mundo, y las fronteras parecieran que, en vez de abrirse, se cierran.
Bueno, no estoy haciendo una análisis de lo que pasa actualmente en las fronteras. Lo que digo es cuáles son las características de nuestra especie en cuanto al movimiento y que conviene saber que somos una especie que está en movimiento, y que la gente no migra ahora porque sea una cosa que se le ha ocurrido de golpe o un capricho, sino que migra por las mismas razones que ha migrado nuestra especie que desde hace 40,000 años salió de África: para vivir mejor y tener un mejor futuro para nosotros y nuestros hijos. Lo ha hecho mi bisabuelo, abuelo, lo han hecho mis padres y lo he hecho yo. Pero más allá de mi caso en particular, porque tú me puedes decir "mi familia no ha emigrado en varias generaciones", aunque si venimos de América, no consigues tres o cuatro generaciones atrás sin que tengas emigrantes. ¡El mismo Trump no puede mirar dos o tres generaciones atrás sin tener inmigrantes! Y es muy importante que se dé cuenta de eso.

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Salvavidas de Hielo tiene mucho que ver con lo que se habla en "Movimiento". Creo que el ser humano no es de ningún lado, somos una especie de collage de todas las experiencias, cicatrices, guerras, y hasta parejas que hemos tenido. Y como inmigrante, conecto con tu disco y lo escucho desde otro punto de vista más personal. Hay mucho de esto en temas como "Asilo", "Movimiento", "Telefonía". ¿Por aquí iba la intención del discurso lírico del disco?
Está muy bien la pregunta. El disco no fue escrito con una intención temática, es un collar y las canciones son las cuentas y cada una tiene una vida independiente. Yo solo sé cuál es la temática del disco cuando lo veo en el espejo retrovisor, y actualmente lo estoy viendo en estos días. La escritura de un disco es un acto inconsciente para mí, no hago una selección específica de temáticas y digo "me gustaría cubrir tal y tal tema". Y es por dos razones: en primer lugar es porque tengo mucha fe en la intuición y en las cosas que aparecen porque uno no sabe que tiene que decirlas, y en segundo es que en mi experiencia yo no puedo escribir de lo que quiero siempre, escribo de lo que puedo. Fíjate en la canción de agradecimiento que le escribí a Sabina, "Pongamos que hablo de Martínez", ¡tenía que haber salido hace 22 años y apenas salió ahora! La realidad tiene sus plazos, y las canciones tienen los suyos propios, salen cuando ellas quieren y no cuando quiere el autor, y hablan de lo que ellas quieren.

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¿Ya escuchó Sabina la canción? ¿O antes?
Sí, realmente era una canción con función de agradecimiento. Salió de un tirón, la escribí en dos horas, y en el mediodía ya la tenía Joaquín en un mensaje de WhatsApp que le dejé con la grabación de audio, y poco después me contestó muy emocionado.

¡Ah el WhatsApp y las telecomunicaciones conectándonos! Es algo que tocas en “Telefonía". Es mágico cómo puedes hacer una canción en Miami, luego hacer un Facebook Live o la cuelgas en YouTube y la escuchan en Montevideo, París, Sevilla y el resto del mundo. ¿Te parece que la música está democratizada hoy en día por las plataformas y la tecnología que existe para que el mundo entero pueda oír la música que se hace a diario?
La verdad es que yo no sé si hay más acceso a la música hoy en día que la que había en otro momento de la historia. Por ejemplo, en la primera mitad del siglo XX con las orquestas de tango. Estamos menos en contacto con la música. Una cosa es tener mucha información, y evidentemente es mucho más fácil recibir y enviar información. Pero la información es solo el comienzo del conocimiento, digamos, y el conocimiento de la música implica además de información, incorporación de cosas. Y en esa época de las orquestas de tango, ellos hacían cinco conciertos por noche en cinco fiestas diferentes, todos tocando en vivo sin programaciones, o grabaciones previas. Es decir, los músicos tocaban tantas horas al día, que su relación con la música me parece que era mucho más profunda que la que tenemos nosotros. Tenemos mucha información pero muy poco tiempo para desarrollar e incorporar esa información. La ecuación del conocimiento y la democratización, no sólo tiene que ver con el acceso a las cosas, sino también con su metabolización y el tiempo y pulso que tenemos para metabolizar las cosas.

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Sí, con tanta información y poco tiempo que tenemos en nuestras vidas, es cada vez más difícil sentarse a digerir un disco o alguna obra.
Sí, y de eso va una canción de mi disco anterior que se llama "Data", y "Silencio" en este. Y esto también va con la idea de lo que queríamos hacer con mi actual disco. En una época en la que el lema es el "todo ya", o el "everything now" como dice Arcade Fire, me gusta el acto de andar como un surfista por la realidad y saber muy poco de muchísimas cosas. Me gusta saber mucho de una o dos cosas en este caso. Agarrar un solo instrumento que es la guitarra y saber todo lo que pueda saber sobre ella. Cómo funciona cuando se golpea el aro, clavijero, o si la tocas con palillos chinos, o con escobillas de plástico y de metal. Cómo suena la caja, la boca, y hacer un estudio, en vez de extensión, hacerlo en profundidad. Vivimos en una época de extensión, todos queremos tener acceso a todo, todas las películas, todos los libros, y lo que no nos damos cuenta es que el tiempo que disponemos no es infinito. Y cuando más cosas tenemos sobre la mesa menos cosas incorporamos, y no tenemos todo el tiempo del mundo. En "Data" yo decía, "es muy difícil beber agua de una cascada sin empaparse", ¿sabes?

Jajá, te ahogas.
¡Sí! Y es que habitualmente no saboreamos las cosas, las tragamos. Este disco intenta paladear y saborear la guitarra hasta sus últimas consecuencias. No darle dos mordiscos y tragársela.

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Retomando un poco lo que decías acerca de las orquestas de tango que tocaban cinco veces por noche, ¿hoy en día piensas que se hace música para poder tocarla en vivo, o se toca en vivo para poder generar ingresos y seguir haciendo música?
Las dos cosas. Hoy los músicos viven de tocar en vivo más que de las grabaciones, aunque eso puede cambiar, ya que las grandes empresas distribuidoras de contenido están empezando a generar contenido y los músicos somos generadores de contenido. En algún momento la balanza va a volver hacia que tengan mucho valor los contenidos, como está pasando con las series que son producidas por Netflix. Se dan cuenta que hace falta generar contenido y no solo reproducir, pero por ahora yo vivo principalmente de lo que toco en vivo, pero yo no escribo solamente para tocar en vivo. Escribo por una necesidad personal de refrescar el repertorio y expresión, y sinceramente te digo (aunque sería un tipo de carrera que no escogería) que yo podría tomar las 200 canciones que tengo y hacer giras por el resto de mi vida. Cambiando el repertorio, haciendo unas versiones. No es imprescindible escribir, en el sentido comercial de la palabra, pero sí en el sentido personal y espiritual.

Te he escuchado decir que te cuesta escribir desde un lugar que no sea la perspectiva propia. Entonces, ¿de qué momento personal viene "Movimiento"? Recuerdo que Cerati decía que compuso "Crimen" —quizás una de sus canciones más tristes—, en uno de sus momentos más felices personalmente.
Como dice Cerati, lo que se vive personalmente no necesariamente tiene que reflejarse en lo que uno escribe. Hay mucha fantasía en lo que uno escribe. Lo que pasa es que cuando digo que yo escribo desde mi propia perspectiva no quiere decir que escriba desde la realidad que estoy viviendo en ese momento, si no que con varias decenas de años encima uno tiene un montón de recuerdos, anécdotas, libros, situaciones y no siempre pasan en el momento actual. Hay algunas canciones que sí tienen como base que en el mundo hay dos fuerzas antagónicas, digamos. La fuerza de la empatía, que tiende a pensar que el otro y yo somos una sola cosa que tenemos muchas cosas en común, y la fuerza de la discordia, que tiende a pensar que el otro es el otro y yo soy yo y mis intereses son contrapuestos al del otro. Cuando en realidad, es que mi sensación es que el mundo funciona mejor cuando está interconectado.

En una entrevista te leí que decías que no creías en las canciones con "mensaje", refiriéndote a la situación en Cataluña. Ahora, partiendo de eso, ¿cómo quedarían canciones como "Times, They Are A Changin" de Dylan o "Imagine" de John Lennon? ¿Hay alguna responsabilidad en el arte, o en el artista de crear obras de este estilo? ¿Importa tanto la coyuntura que se esté viviendo para tener que crear estas canciones o el artista no tiene responsabilidad absoluta de hacer alguna canción de este estilo?
Eso va en cada uno de los artistas. "Times, They Are A Changin" es una canción maravillosa que me gusta mucho e "Imagine" la disfruto también, aunque no sea la canción de Lennon que más me guste. Pero hay un montón de canciones de Lennon que no tienen ninguna conexión con su momento como "Starting Over", que me parece una obra maestra. Creo que es muy importante que el autor hable de lo que tenga ganas de hablar en sus canciones, y la única responsabilidad que yo siento que tengo es que debo escribir desde mi centro y desde mi verdad, no forzar ni meterme en algo que no conozco o controlo, respetar la necesidad de hablar de alguna necesidad que tengo y los tiempos que tengo como escritor. Hay muchísimas cosas del mundo que me preocupan, pero no todas pueden tener una canción. Yo no soy un periodista, no soy un cronista de mi época, al menos no de la manera literal e informativa. Mi trabajo no es dar datos, mi trabajo no es didáctico, para eso están los periodistas y maestros. Mi trabajo es emocionar, y la emoción se consigue muchas veces mirando la época donde estás o mirando a tu hijo dormir, o un rayo de luz entrando a tu ventana, ¿sabes? Todos hemos sentido esas emociones en algún momento. Cuando digo que no creo en el mensaje, hay que tener mucho cuidado. Porque la palabra mensaje se usa mucho en las canciones, y yo no estoy diciendo que no creo en el contenido de ellas. Lo que quiero decir es que no me gusta el concepto de una canción como si tuviese algo oculto.

Opino igual que tú, creo que el arte está para mover fibras y no se le puede pedir al artista una canción como si estuvieses pidiendo comida en algún lugar. Te lo pregunto ya que, por varias situaciones políticas en muchos países (esto pasa mucho en Venezuela, mi país) tienden a pedir a los artistas canciones que hablen de esos momentos, como si fuese una obligación independientemente del momento personal o profesional que estén viviendo y sin respetar que pueden hablar de lo que les venga en gana. Algo como que, "no puede ser que esté pasando esta terrible situación en tu país y tú quieras escribir una "Garota de Ipanema".
Me parece una situación tan triste, como la situación en la que está Venezuela. Ese tipo de cosas tristes pasa en situaciones tristes. Yo me crié en una dictadura militar en Uruguay durísima. Una situación sociopolítica de ese grado extremo de gravedad polariza todas las opiniones y monopoliza las temáticas. Eso es una cosa muy triste de ver en una sociedad. Por culpa de la maldita dictadura me perdí el punk, glam, la música de los ochenta, porque estaba concentrado en contrarrestar una fuerza destructiva como lo es una dictadura. Estaba concentrado en cosas que hoy en día me parecen muchísimo menos importantes que haber escuchado a los Sex Pistols en esa época.

Mi disco Bailar en la Cueva fue el último movimiento que hice para poder quitarme los restos de esa dictadura de hace 40 años. Una de las cosas que estaba mal vista en la dictadura era cualquier expresión grupal creativa, y bailar es eso. Hubo mucha represión física, corporal y sexual. Yo sentía que bailando sacaba de mi cuerpo lo último que quedaba impreso en mí de la dictadura. En ese momento nosotros pensábamos que bailar no era importante. ¿Querés que te diga una cosa a ti que eres venezolano, y que tienen una facilidad enorme para el baile? No hay cosa más importante que bailar, no la hay. Bailar es una actividad sanadora para todas las personas: niños, ancianos, políticos, doctores, músicos. Bailar es conectarse con el centro de tu ser y la esencia de una persona. Para hacer cualquier cosa, hasta para conseguir una mejor redistribución de los ingresos y mayor justicia social, hace falta estar conectado con lo que uno es de verdad. El problema pasa cuando nos olvidamos de quién somos y ponemos una idea por encima de la realidad y de la conexión con lo que somos más profundamente. Por eso creo, que inclusive estando en dictadura es importantísimo que uno escriba la "Garota de Ipanema". Y bueno, gran parte de la bossanova y la obra de Caetano Veloso, por ejemplo, fue escrita en períodos dictatoriales. A veces se escribe más sobre la belleza en un momento tan feo como una dictadura, que en momentos buenos.

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