Imagen por Cuartoscuro.com
Síguenos en Facebook para saber qué pasa en el mundo.Hace cuatro años, la noticia de que una joven de 17 años había sido asesinada y desmembrada en una de las zonas residenciales más conocidas de la Ciudad de México, la Unidad Habitacional de Tlatelolco, conmocionó a la sociedad.El entonces titular de la Procuradoría General de Justicia del Distrito Federal, preocupado de que el crimen estuviera relacionando con el crimen organizado —por la violencia que usó el agresor—, se apresuró a declarar que la investigación se llevaría a cabo con la mayor celeridad posible.A los pocos días, las autoridades ya tenían el nombre del presunto criminal: Javier Méndez Ovalle, a quien se implicó en el asesinato y descuartizamiento de la joven Sandra Camacho. Incluso, el procurador Rodolfo Ríos Garza informó que se había emitido una alerta migratoria para evitar que el presunto feminicida saliera del país.
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La búsqueda se demoró un año, pero finalmente el 28 de julio de 2014, Méndez Ovalle fue detenido en San Juan del Río, Querétaro, un estado al centro del país en donde trabajaba como mesero en una cafetería, bajo el nombre falso de José Carlos Méndez.Tras su detención, se declaró culpable y fue encarcelado en el Reclusorio Norte, de la delegación Gustavo A. Madero.Este lunes, finalmente, tres años después del proceso, se le dictó sentencia: 50 años de prisión y el pago de una multa de más de 450.000 pesos (unos 22.500 dólares) a los familiares de la víctima.El Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México (TSJCDMX) informó que el titular del Juzgado Séptimo Penal, Fernando Guerrero Zárate, dictó la sentencia contra el exestudiante del Instituto Politécnico Nacional, quien le provocó un traumatismo craneoencefálico a la joven, la asfixió, desmembró su cuerpo con un cuchillo de cocina, lo metió en bolsas de plástico y lo esparció en distintos botes de basura y en una jardinera.
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Según la investigación, Sandra Camacho y Javier Méndez Ovalle se habían conocido a través de Facebook y se citaron fuera de una estación del metro para conocerse. Dieron un paseo en una plaza comercial y luego entraron al cine. Posteriormente fueron a un departamento del edificio Juárez, en la Unidad Habitacional Tlatelolco, donde vivía Méndez Ovalle, quien entonces tenía 19 años.La investigación indica que el feminicida atacó a Sandra en una reacción de enojo y frustración porque ella no le creyó que pronto se iría a vivir al extranjero por una beca que había ganado como parte de sus logros académicos.Gracias a un video de la zona, la procuraduría local descubrió que Javier fue la última persona que estuvo con Sandra. La policía cateó el departamento y confirmó que el crimen se cometió en ese lugar._Sigue a VICE News en español en Twitter: @VICENewsES_Las embarazadas, últimas víctimas de la crisis de feminicidios en México. Leer más aquí.