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Super Bowl LI

Purple Rain bajo la lluvia: Prince y el mejor show de la historia de la Super Bowl

La mejor producción en la historia de la Super Bowl necesitó solo dos cosas: Prince y su guitarra.
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Esta será la primera Super Bowl que se celebre sin Prince, el artista que en 2007 forjó una leyenda actuando en la media parte, y que falleció en abril del año pasado. Su actuación, casi por unanimidad, está considerada el mayor espectáculo en la historia de la Super Bowl.

Sin más producción que un par de bailarinas, fue el magnetismo de Prince como frontman y su complicidad con el clima lo que cargó con el espectáculo. No requirió de tiburoncitos, intentos fallidos de baile o mostrar senos al aire para inmortalizar la noche.

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"La selección de canciones de Prince fue bastante alocada. Estaba cantando canciones de otros artistas, no se estaba promoviendo a sí mismo. Simplemente estaba haciendo música", expresó John Pareles, crítico musical del New York Times en entrevista para un documental producido para la NFL. "Era profundo, era ruidoso, era rítmico. Era simplemente un solo artista, sacudiendo el mundo".

Toda la actuación de Prince se realizó bajo un aguacero incesante. Los charcos sobre el escenario, pero también el nítido delineado de las gotas a contraluz de los cañones lumínicos, le dieron a su concierto un halo místico, dramático.

La lluvia era una de las preocupaciones principales de los organizadores, pero el menos preocupado era el propio artista.

"Está lloviendo, ¿tienes algún problema?", le preguntó a Prince Bruce Rodgers, diseñador de la producción del evento, antes de que saliera el escenario.

"Sí, ¿podrías hacer que llueva más fuerte?", respondió tajante el artista. Y salió a batirse.

El escenario estaba hecho de una losa muy pulida, que cuando se mojaba se volvía aún más resbalosa, recuerdan los organizadores. Prince caminaba sobre la cornisa. Y la actuación comenzó con todo el mundo pendiente del resbalón. Pero su show fue tan íntimo que pronto se olvidaron de eso y solo existió la música. El artista hizo gran uso de cuatro guitarras conectadas en vivo, como toda la actuación.

Canciones de Credence Clearwater, Bob Dylan y los Foo Fighters encendieron el estadio. Una montaña rusa de cadencias y emociones, conducidos siempre por una guitarra dura, muy roquera.

"Su actuación anoche, en el Super Bowl XLI, seguramente quedará como uno de los más electrizantes espectáculos de medio tiempo en la historia", describió la reseña del New York Times al día siguiente.

One of the greatest — NFL (@NFL)1 de febrero de 2017

El climax llegó con la última pieza: Purple Rain. Ahí, la actuación de Prince se coronó como lo mejor en la historia de la Super Bowl. Su canción más emblemática alcanzó resonancias poéticas, con 100. 000 personas intimando con el escenario, con un solo de guitarra frenético, urgente, y un Prince contorsionándose, poseído por su propia creación. Era Purple Rain, bajo la lluvia.

La mejor producción en la historia de la Super Bowl requirió solo de dos cosas: Prince y su guitarra.