FYI.

This story is over 5 years old.

Comida

La crisis del café en Latinoamérica continúa

La roya sigue matando plantaciones de café en Latinoamérica. Estados Unidos está ofreciendo dinero para resolver este problema que afecta a las comunidades cafetaleras y sus economías.
SONY DSC

El moho nunca descansa. Neil Young tuvo razón en 1979, lamentablemente la frase nunca sonó más cierta para los productores de café en América Latina. Desde el 2012, un hongo mortal llamado roya ha devastado las plantaciones de café en El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Brasil, Venezuela y México, principalmente. La destrucción masiva de cultivos ha reducido el rendimiento del café de un 15 a un 50 por ciento, y más o menos entre 400 y 500 mil trabajadores se han quedado sin empleo en estos años. El costo de estas pérdidas supera los mil millones de dólares.

Publicidad

LEE: Balzac estaría orgulloso de este café con cannabis.

La roya no es un nuevo fenómeno. Hay rastros de él desde 1960 en Sri Lanka; de hecho los daños fueron tan graves en este país productor de café, que forzaron a la ciudadanía a cambiar al té, que ahora es la bebida nacional. En Latinoamérica, sin embargo, la roya es relativamente nueva y se ha propagado con rapidez gracias al clima cada vez más caluroso y a que muchos productores de café tienen monocultivos —y no policultivos, que es la mejor forma de proteger a las plantas cafetaleras de plagas—.

Una vez que la roya aparece en una planta de café, tira sus hojas, obstruye la fotosíntesis y retrasa el crecimiento de todas las bayas (la fruta que contiene los granos que se lavan, tuestan y muelen para preparar el elixir matutino). Algunos fungicidas, la poda y la fertilización pueden ayudar a evitar la oxidación de las plantas, pero la mayoría de los agricultores latinoamericanos carecen de dinero suficiente para invertir en la tecnología necesaria para salvar sus cultivos del hongo. Además, muchos no están seguros de cómo combatirlo, y la roya destruye con rapidez.

Si no eres tan exigente con tu dosis diaria de café, entonces no serás tan afectado por esta crisis, pues la roya solamente le pega fuerte a los granos arábicos. Pero la escasez de café arábico no es tan preocupante como la situación que viven los agricultores de café. La producción de este fruto ha sido una de las fuentes de trabajo más importantes en Latinoamérica, en algunos países representa cerca de la mitad de la economía nacional y permea en la política, pues cuando la cosecha de café es buena se puede asegurar la estabilidad de las regiones cafetaleras, pero cuando no, puede conducir al hambre y la pobreza, que se traduce casi siempre en violencia y crimen.

Publicidad

Para combatir este terrible problema que aún no llega a su solución, la Agencia de Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID por sus siglas en inglés) ha estado invirtiendo serias cantidades de dinero. En 2014 invirtió 5 millones de dólares en investigaciones sobre la resistencia del café a la oxidación, además de que estuvo dando apoyos a las instituciones de café en América Latina. Este programa de apoyo se dio en colaboración con la Texas A&M University's World Coffee.

Este año hay cerca de 14 millones de dólares en juego. La Agencia quiere asegurar el trabajo de los productores para prevenir cualquier tipo de convulsión social, además de que realmente está interesada en salvar las producciones, pues mucho del café que beben en el país proviene de Latinoamérica.

"El impacto de la escasez de café se nota en el precio, pero lo más importante es cómo la roya ha afectado la vida de los pequeños productores de café en Latinoamérica", menciona Mark Sieffert, un analista en seguridad alimentaria en el programa de rescate del café de la USAID.

"Hay regiones en LA donde las personas viven con un equivalente a 2 dólares o menos al día. Eso es resultado de la roya y es una importante razón por la que estos lugares están llegando a la desestabilización. No queremos ver a estas personas buscar alternativas para vivir mejor, porque muchas veces por eso migran y a veces se exponen a ser víctimas del crimen organizado. O se vuelven parte de él".

El fondo invertido por la USAID y la Texas A&M está siendo utilizado para desarrollar la resistencia de la planta del café a la oxidación y para investigar qué podría pasar si el café se siembra en otros lugares, donde la roya no puede llegar. Habrá que esperar los resultados.

Mientras puedes, disfruta tu café mañanero.