De David Bowie a la cocaína, Mick Rock ha fotografiado tus cosas favoritas

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Noisey

De David Bowie a la cocaína, Mick Rock ha fotografiado tus cosas favoritas

Hablamos con el icónico fotógrafo sobre el próximo documental de Vice, producido por Straight Up Films, sobre su carrera retratando a las leyendas más grandes de la música.
MR
fotografías de Mick Rock

Mick Rock es el hombre que fotografió los años setenta, pero a él no le gusta el término, y tampoco le gusta que lo llamen ícono. "Significaría que estoy envejeciendo", me dice en una llamada telefónica desde su casa en Manhattan. Pero estas cosas tienden a quedarse: sus fotografías han capturado y definido la música durante los últimos cuarenta años, incluyendo la fase Ziggy Stardust de David Bowie y la carrera de Lou Reed después de The Velvet Underground. Las fotos de Rock adornan las portadas del Raw Power de Iggy and the Stooges y del Queen II de Queen, y estuvo allí cuando la escena glam que había retratado en tal éxtasis empezó a endurecerse y degradarse, así como cuando Mötley Crüe pasaron de clubes de sexo underground a teibols con cocaína. Recientemente, fotografió a Father John Misty, Janelle Monáe y Karen O. Sabiéndolo o no, seguro que has visto algo de su trabajo.

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SHOT! the Psycho-Spiritual Mantra of Rock, el documental de Barney Clay basado en el fotógrafo londinense, producido por Vice Domuentary Films junto a Straight Up Films, aborda la carrera de Rock cronológicamente —de Londres a Nueva York, del glam al punk, de la decadencia y las adicciones a la eventual recuperación— y retoma la experiencia cercana a la muerte que tuvo Rock en 1996, cuando una mala raya de cocaína lo dejó pulverizado y con la necesidad de una cuádruple cirugía de bypass en el corazón. Amaba tanto la cocaína que retrató una serie de fotografías a principios de los 80 con la droga como protagonista; las fotos son bonitas, pero queda claro que nadie puede mantener ese estilo de vida.

Considerando que Rock tuvo un control total sobre cada toma y cada opción estética durante cuarenta años, no es ninguna sorpresa que haya pasado ratos del periodo de producción (cinco años) de SHOT! en guerra con Clay, y aunque la película captura al Rock más lúcido, no está animado para ningún tipo de —en sus palabras­­— gilipolleces. Sigue leyendo más abajo nuestra conversación.

NOISEY: He visto el documental esta mañana ¡Está muy bien!

MICK ROCK: Oh, ¿lo has visto? Es diferente, ¿no? No quería un documental aburrido con gente justificando mi existencia. Esa hubiese sido una manera aburrida de abordarlo.

¿Cuándo fue la primera vez que lo viste?

Vi al menos media docena de cortes, y todos tenían muchas notas críticas. Estaba clavado en eso, créeme. No me gustó en un principio, pero es muy diferente ahora a como era antes. Era deprimente al principio, pero creo que fue porque estuve enfermo la mayor parte del tiempo. Pero fue mejorando. Estaba listo para cambiarlo, y a todos pareció gustarles, así que Barney y yo de nuevo tuvimos una aventura romántica.

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Muchas personas se acercaron a mí para hacer un documental, incluyendo a los que hicieron Man on Wire. Pero soy agorafóbico, así que miré Man on Wire tapándome la cara con las manos y les dije que no había manera de que pudiera hacer un documental con ellos. Cada vez que pensaba en ellos, pensaba en un puto loco caminando entre esos dos malditos edificios sin red de seguridad. Ni siquiera quiero hablar de ello. Barney tiene talento y nunca había hecho un documental antes lo cual era importante para mí. La mayoría de los directores de documentales tienen todas esas malditas cabezas parlantes. Mira las fotos, o te gustan o no.

¿Cómo fue entregar la responsabilidad sobre lo visual a otra persona? 

Mi esposa me decía: "Mick, ¿estás intentando dirigir este documental?" Le dije: "No, no lo estoy". Soy un director, seamos realistas. Dirijo todas mis sesiones. He dirigido vídeos musicales. He dirigido algunos trozos, pero nunca nada de 93 minutos. Creo que es difícil dirigir un documental sobre alguien que está vivo, es necesario matar al sujeto antes de empezar. Seguí diciéndole a Barney: "Probablemente te sentirías más cómodo si mandas a alguien a que se deshaga de mí". Sin embargo, lo dije con un oscuro sentido del humor: "No estoy listo para irme todavía".

Siempre estaba tratando de entrar a la puñetera sala de edición, pero hicieron todo lo posible para mantenerme fuera. Era como jugar al ratón y al gato. Era importante para mí que mi trabajo estuviera representado de una manera verídica. Sé que todo el mundo quiere eso, porque yo lo vivo todo el tiempo. Una vez que Barney oyó hablar de las fotos de la cocaína, le dije: "No, no quiero mostrarlas", pero al final, lo hicimos. Las miré y dije, "En realidad hice un trabajo muy bueno, es blanca y brillante". Recuerdo que le dije a alguien: "Probablemente podría haber sido un gran fotógrafo de still life (naturaleza muerta)", y me miró y me dijo: "Oh, venga Mick. La única razón por la que tienes buenas fotos de cocaína es porque estabas enamorado de ella, no estarías enamorado de una caja de verduras o algo así". Y por supuesto era cierto.

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Casi al final de la película, dices que no querías extenderte mucho sobre tu tiempo en el hospital. 

Quería mucho menos, aún así, ya logré conseguir mucho menos. Llegamos a un punto en el que hay un equilibrio, y al final creo que se hizo un gran trabajo. A veces los mejores resultados vienen cuando tienes dos tensiones creativas. Pero había una fusión de las dos psiques, la mía y la de Barney, y definitivamente somos amigos otra vez. Había períodos en los que nadie estaba seguro de a dónde iba a ir, pero el resultado final justifica la locura y la demencia del proceso.

Te describes a ti mismo como un "insider mirando hacia fuera". Todo lo que haces se ve como una colaboración ¿Son similitudes entre tu trabajo y el proceso de hacer el documental?

No solo pongo a alguien en frente de mi cámara. Nunca estudié fotografía, pero tenía un compañero de habitación que estaba estudiando para ser actor y me enseñó un libro, An Actor Prepares, [por] el padrino de la escuela de método [Konstantin Stanislavski]. Nunca olvidaré este capítulo en particular donde habla de llevar a la gente a un espacio crudo y construir un círculo de concentración. No soy un tipo muy rápido, así que me gusta tomarme mi tiempo sobre las cosas y construir una cierta energía. Cuando se trata de músicos, muchos de ellos preferirían estar jugando que estar de pie frente a una cámara, a excepción de David Bowie. Siempre estaba feliz de ponerse frente a una cámara. Lou [Reed] también era así conmigo. Él y yo siempre lo pasamos de maravilla. Pero construir un círculo de concentración es como ser cocinero. Agitas, agregas, y pruebas, y al cabo de un rato, las fotos casi se toman solas.

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Dices que no recuerdas una sesión sin haberte parado en tu cabeza primero y que el yoga siempre ha sido una parte importante de tu proceso. 

Las primeras imágenes que le interesan a la gente son obviamente mis fotos de Syd Barrett. Las sesiones de Madcap precedieron mi participación en el yoga. Pero también aprendí la meditación trascendental desde que era muy joven. Me gusta mezclar todo: el yoga, la cocaína, el sexo, la privación del sueño, el enfoque de hambre. Puedes entrar en increíbles estados de la mente y el ser por la mezcla de todas esas cosas. Ciertamente no eran sólo las drogas -el yoga era anterior a la adicción a la cocaína, lo que comenzó probablemente cuando vine a hacer la gira del Rock and Roll Heart con Lou. En Londres, en realidad no veías tanta [cocaína] en esos días. Veías speed, pero en realidad coca no. Mientras que en Nueva York…¡Uf! Y luego estaban las chicas. Estaban completamente fuera de control también. Culpo de todo a las chicas y las drogas. Sólo se aprovecharon de mí. Al menos, esa es mi historia. No creo que mi primera esposa haya comprado eso.

¿Sería justo llamarte ícono?

Eso significaría que me estoy haciendo viejo.

¿Cuál sería una forma más delicada de decirlo? Leyenda suena peor, ¿no?

Suena como si me fueran a meter en el hoyo y me sacaran a veces para sacudirme. ¡Todavía me encanta fotografiar! No tengo mucha oportunidad sin embargo, porque tengo que lidiar con estas otras cosas, incluyendo hablar contigo. Antes, ¿quién hubiera querido hablar con un fotógrafo? Nadie con cerebro lo hizo, eso seguro.

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¿Quiénes son los iconos equiparables ahora? Tu última sesión de la película es con Father John Misty. La que me pareció interesante fue la de Janelle Monáe, es realmente icónica en el sentido más genuino.

Te digo a quién me gustaría fotografiar: Bruno Mars. Es por el tiempo que no lo hice. Mi horario está completamente fuera de control. Estoy un poco en plan "a la mierda esto".

¿Te gustaría estar haciendo fotografías todo el tiempo? 

Ese es mi mayor problema. Pero también he aprendido que vivimos en una época en la que todo el mundo crea marketing con todo. Sé que la gente quiere hacerme una gran marca de mierda. Han estado hablando de eso conmigo durante años, ahora más que nunca ¿Qué voy a hacer? ¿Poner mi nombre en un lápiz labial? Lipstick for Men, de Mick Rock. Creo que sería fabuloso. Una muy buena sombra de fucsia.

Invertiría.

Bueno, lo comprarías. Estarías ahí. Un poco de labial Mick Rock para combinar con unos tacones altos y un liguero que seguramente usarías. Eres británico, es inevitable.

Por cierto, te dejo Mick.

Perfecto amor. Es un placer hablar contigo. Espero que puedas encontrale algo de sentido a esta conversación. Probablemente terminará siendo mentiras y propaganda. Pero no me importa. Tonterías. Ese es el juego en el que estamos, ¿no? Es el juego en el que estás también. Tal vez nos encontremos algún día. Una orgía en alguna parte. Sí, puedes estar complaciéndote, yo estaré mirando, ¿cómo ves?