Hablamos con Giorgio Moroder previo a su visita a Bogotá

Déjà Vu es el nombre del más reciénte álbum de la leyenda italiana, Giorgio Moroder. Incluyendo colaboraciones con artistas de la talla de Kylie Minogue, Britney Spears y Kelis, el largo se perfila como un romance pop con ciertos momentos de adulterio EDM. Unos meses atrás, nuestros colegas en Alemania tuvieron la fortuna de conversar con uno de los personajes más influyentes en la historia de la industria musical contemporánea. Pillemos.

Para comenzar, quisiera que nos guiaras por aquella época en que tenías 19 años, y recién habías dejado Bolzano…

Me habían ofrecido la oportunidad de tocar como guitarrista en la banda de un hotel en Suiza. Luego de un par de semanas, el pianista surgirió que cambiara la guitarra por el bajo. Así fue como comenzó mi carrera musical.

¿Viste esto como una oportunidad para escapar de Bolzano? La minoría ladina a la que perteneces, fue suprimida por el estado italiano en medio de disturbios.

No. Mientras me alejaba, estaba muy tranquilo. No me interesa nada de eso. Quería ser un músico y en Val Gardena no puedes vivir de la música. Terminé trabajando en Suiza, Suecia, Dinamarca, Holanda, Alemania y Francia. Estuve de gira durante unos siete u ocho años.

Durante esta época terminaste en el legendario Scotch Club en Aachen, que fue la primera discoteca de Alemania. ¿Verdad?Sí, eso es cierto. Es

una especie de mezcla entre ser un DJ y un cantante. Mi manager, el señor Ouirini, se dirigió a DDO –que era una especie de discoteca alemana–, y gracias a eso estuvimos en todos lados: Hamburgo, Hannover, Kassel. Y cada noche regresábamos a Aachen.

¿En verdad dormías en un auto como dices en el track de Daft Punk?

Así fue. Era un Mustang Fastback y era algo frío.

Si adelantas un poco las cosas, ya estás aquí en Munich.

Sí, Berlín estaba muy lejos de casa. Mi primer hit, ''Mendocino'', ocurrió en Berlín y vendió un millón de copias. Pero fue aquí en Munich, donde todo comenzó de verdad. Después de todo, ahí fue donde conocí a Donna Summer.

¿Eras parte de la vida nocturna en Múnich? Reconocida por su legendaria escena.

No, en realidad no. No soy un gran bailarín. Solía poner a prueba mi propio material. Si el dancefloor se vaciaba, sabía que tenía que tirarlo a la basura.

Ahora estás involucrado con la escena club de nuevo, a nivel mundial.

Me encanta. Ser DJ actualmente es algo enorme. También es dinero fácil. Después de todo, solo necesitas una memoria USB. ¡Sin bandas!

¿Crees que el culto del DJ es benéfico para la música?

Creo que eso es bueno, porque es una dirección completamente distinta y los buenos DJ's también son muy buenos artistas. Mereces ese tipo de reconocimiento. Existen solo unos cuantos entre los miles que hay, que son capaces de hacerlo bien. Aquellos que están ahora en el top 20, no son solo buenos DJ's, sino también buenos productores y compositores. No es tan sencillo como parece.

¿A quién quieres ver tocar?

A mis amigos, los conozco casi a todos. He trabajado con David Guetta, Tiësto, Calvin Harris, Skrillex y Avicii.

Hemos escuchado algunos demos de tu nuevo álbum. De inmediato te das cuenta que provienen de un fan del EDM. No es una nostalgia inmediata.

Sí, sí. La compañía quería que hiciera algo más disco, pero no me interesó tanto.

¿Te afectó el movimiento anti-disco en EEUU?

No, para entonces ya me había desaparecido, no me afectó. Ya estaba haciendo cine cuando la música disco había muerto. Debo admitir que tampoco había notado ninguna resurrección.

A todos les gusta, desde Daft Punk hasta Justin Timberlake, desde Katy Perry hasta Arcade Fire…

Bueno, la música dance nunca se fue. La palabra disco tal vez se desvaneció, pero básicamente todo ha seguido funcionando igual que antes. Lo llamábamos dance y ahora le dicen EDM. La música dance moderna siempre existirá.

El nuevo lema es: "los 74 son los nuevos 24". ¿Qué consejo te darías a ti mismo a los 24 años?

¡Haz todo exactamente como lo has hecho hasta ahora!

***

Entrevista hecha por THUMP Alemania.