Entre la crisis existencial, la rebelión y la esperanza: Una charla con Aterciopelados
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Música

Entre la crisis existencial, la rebelión y la esperanza: Una charla con Aterciopelados

El dúo legendario está estrenando su octavo disco. Nos sentamos a hablar con Andrea y Héctor sobre la realidad colombiana, los miedos, la luz y la sombra.

La mirada cansada y aturdida de Andrea y el aura despistada y meditativa de Héctor, configuraban en ese salón antes de la entrevista, sin saberlo o sin quererlo, la encarnación de un concepto, un oxímoron, que es también el nombre de su nuevo disco: Claroscura. Ella la oscuridad, los miedos, las crisis; él la esperanza, la luz, la construcción. Ellos juntos, la armonía de un yin que encuentra en su yang y en la música, la mejor forma de liberar sus pensamientos, de alzar su voz por el simple placer de la catarsis.

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Ya no son los jóvenes rebeldes y bellos de hace dos o tres décadas. La piel agrietada por las arrugas, los mechones de cabello más blancos que negros y tener que pedir agüita para tomarse la pastilla porque ya es la hora, son la evidencia estética del paso del tiempo, los achaques, las crisis. Y mientras tanto, antes de iniciar la entrevista, se me viene a la cabeza una frase que dice “Vida malparida/ de la juventud asesina/ una calavera bajando paso a paso la escalera/ la cuenta es regresiva, para ser de los gusanos la comida” y que canta con voz adolorida Andrea en “Vieja”, canción que se desprende de su más reciente disco.

Tuvieron que pasar 10 años desde su séptimo trabajo, Río, para volver a escuchar música nueva de la que es sin duda la banda de rock más importante de las últimas décadas en Colombia. Pero incluso antes de tener retumbando en nuestros oídos las canciones de Claroscura, tuvieron que pasar varios años para que se diera la reconciliación de una pelea fuerte que separó a la banda entre 2011 y 2014, año en el que regresaron triunfantes a celebrar los 20 años de Rock al Parque, su vida artística como una retrospectiva del pasado y la oportunidad de retomar los apuntes en viejas libretas de canciones que nunca salieron y empezar a dibujar y narrar así lo que son ellos hoy, con sus 44 y 52 años a cuestas, con sus luchas y la inmortalización de lo que ven en la sociedad actual, a través de lo que mejor saben hacer: música hijueputamente poderosa.

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Claroscura, el disco de 13 canciones, (12 ellas inéditas más el homenaje a Juan Gabriel con su reversión de “He venido a pedirte perdón”), es una declaración que se construye a través de la luz y la sombra, del empoderamiento y la crisis, del goce y los miedos y es, según ellos “alegría, esperanza y pesimismo gótico; es arco iris, vuelo de colibrí y es lamento de mujer, aullido de loba”. Un viaje a través de tres conceptos claros: el cuerpo en la mujer, su reconocimiento, su autoestima y reivindicación, en canciones como “Piernas”, “Despierta mujer” y “Cuerpo”; la introspección, el desahogo y la crisis íntima en “Vieja”, “Show” y “Dúo”; y finalmente el espíritu activista, el llamado a la consciencia desde lo cósmico, espiritual y chamánico en temas como “Manifiesto colibrí” y “Soñemos un bosque”.

Un disco en el que la experimentación es una búsqueda entre ritmos contemporáneos y la esencia de sus primeros trabajos; donde hay plancha y vallenato futuristas y también cadencias de boleros, blues y rocksito de antaño, donde hay guiños a la electrónica sudaca y funks más mainstream al estilo Daft Punk, que puede gustar o no, pero donde es de reconocer que aún siendo firmado por una multinacional, el mensaje ha logrado sobrevivir y mantenerse honesto sin llegar a caer en las pretensiones de la industria de buscar grandes hits globales.

Aprovechando este lanzamiento, nos sentamos a hablar con Andrea Echeverri y Héctor Buitrago sobre su regreso, la industria musical contemporánea, sus miedos y lo que su trabajo representa en estos momentos de incertidumbre en Colombia.

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Noisey: Antes de empezar a hablar de Claroscura , siento que es importante poner en contexto que no solo es el primer disco de la banda en 10 años, también es el primer disco luego de una separación fuerte, luego de varios homenajes de grandes cantautores y bandas emergentes, luego de un DVD de clásicos y giras por varios países. En estos cuatro años de reconciliación, ¿qué ha sido lo mejor y lo peor de volver a estar juntos?
Andrea: Yo creo que lo mejor es delegar. Cuando uno está solo tiene su encanto, pero uno tiene que hacer todo y es agotador. En cambio, cuando yo me reencuentro con Héctor, puedo relajarme en varias cosas y otra vez dedicarme a mi especialidad que es la composición y el canto, y de pronto la cosa gráfica o plástica o estética, no sé cómo decirle. Y aunque uno opina y mete cucharada, que la producción, el diseño sónico, todas esas cosas, que las maneje él a mí me da confianza y me gusta.

Y lo peor, pues que hay un cosa como de volumen de trabajo, porque todo está funcionando mucho más, pero hay demasiados compromisos. Yo a veces siento que voy a estallar [risas], porque cuando estás independiente el volumen de cosas y de compromisos es bajito, también es bajita la plata que entra, pero tiene su encanto, como que está uno más relajado. Ahora a uno le toca estar todo el tiempo pendiente de muchas cosas, que hacen también que todo salga bonito, pero eso de pronto es el lunar.

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Hector: Lo positivo de estar, como dice la canción "On the road again", es eso, que también hay la oportunidad de grabar un disco, liberar un poco de ideas y de canciones que es chévere. En este caso volvimos a trabajar con Sony Music después de estar independientes, que esa es una gran diferencia, y ahí uno también puede delegar, pero al mismo tiempo se sube el trabajo y entran más personas a opinar. Pero eso es muy chévere: poder estar de nuevo llevando un mensaje, la voz de Aterciopelados.

En cuanto a lo negativo, yo tengo que venir mucho a Bogotá ahora; yo vivo en Tabio, entonces eso es difícil, pero de todos modos creo que cuando empezamos dijimos que fuera con maña y pues ahí está, un poco con suavena, o sea, no está tan duro como podría estar. Ahorita lo que pasa es que sí tuvimos una sobrecarga porque viene el arte, la masterización, definir las canciones, muchísimas decisiones, pero ahora que salga el disco, nos liberamos de muchas cosas.

Andrea: Pero entre eso que usted dijo, me acordé de otra cosa que es chévere y es contar con presupuesto. Hay una cosa bonita de estar tú independiente que es como ingeniárselas, pero contar con el presupuesto para que venga “Cachorro” López, para estar en Audiovisión y en Groove sin estar contando los días y que 36 Grados haga un video, es muy chévere. Tener la oportunidad de usufructuar como toda esa infraestructura. En la independencia es más con las uñitas y con el trabajo propio.

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Si bien podría decirse que Aterciopelados es una banda “emblemática” y “de culto” para la música colombiana y el rock latino, también es cierto que ustedes quieren desligarse de esa idea y proponer este inicio como algo nuevo, ¿cómo han sentido este público y esta industria a la que se enfrentan hoy y que no es la misma de hace 10 años con Río o hace más de 20 con El Dorado ?
Héctor: Realmente hay un cambio bien grande y también hay muchos interrogantes y mucha expectativa con el disco, porque es evidente que hay otros géneros que son masivos. En los 90 o en los 2000 era el rock en español, ahora son los géneros urbanos; sin embargo, también se ha consolidado una escena de nichos, entonces nosotros estamos ahí muy presentes. Aterciopelados ha tenido la capacidad de pasar a diferentes nichos e incluso llegar al mainstream en determinados momentos; entonces hay mucha expectativa porque hay varias generaciones que se acercan y están oyendo nuestra música. Hay unos que se conectaron en el 2000, también un poco por los mensajes, por las luchas, son pelados que están en ese estilo y visión de vida; y también hay otra generación que nos ha oído nombrar pero no sabe muy bien quiénes somos, entonces eso es chévere. No sabemos qué va a pasar.

La esperanza es que cada vez vayamos hacia la luz, como seres humanos y como planeta.

Ahora que hablabas de las luchas, uno escuchaba hace relativamente poco que se celebraron los 20 años de El Dorado, muchos temas que siguen siendo vigentes. ¿Qué cosas de la banda creen que siguen vigentes hoy en día, qué cosas de la realidad nacional sienten vigentes y por qué creen que no hemos podido cambiar el chip?
Hector: Si nos ponemos a mirar, sí han cambiado las cosas. Lo que pasa es que nosotros manejamos un tiempo humano y a veces quisiéramos que los cambios fueran más rápido. Pero hace 30 años nadie hablaba de los ríos, nadie hablaba de los derechos de la mujer, y hoy está en todas partes; el tema del maltrato de la mujer se ha destapado, el tema de la ecología es algo que ya está incluso en política, en las constituciones de los países ya se está hablando del tema y hacia allá vamos. La cuestión es cuándo llegamos, pero yo creo que en el tiempo no vienen las cosas como uno quisiera. Pero muchos de los temas son más vigentes ahora que en ese momento.

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Hay algo en Claroscura como concepto y es que desde el nombre ilustra muy bien muchos de los sentimientos que tenemos ahora, con la polarización en el país, con las constantes amenazas de guerra mundial y al tiempo con un llamado de esperanza medio efímero. ¿Cómo se sienten ustedes hoy en día, cuáles son sus miedos, dónde está la esperanza si es que existe?
Andrea: Hay como esa encuesta que hicimos, que si prefieres la luz o la sombra; a mí me parece que eso es como moralista y maniqueísta, eso es como asumir que los unos son los buenos y los otros son los malos, y por eso es que estamos en esa polarización. Yo creo que todo es mezcladito, todo es gris. Hay como un 80% de gente que dice "ay, soy pura luz" y yo no puedo creer, o pues me da envidia, porque para mí todo es confuso, todo es difícil. Yo tengo un miedo clarísimo que está en una canción que se llama "Vieja"; o sea, está duro y uno sabe que uno apenas está empezando en esa etapa, pero sentir el paso del tiempo es estremecedor y a veces pienso en la muerte y sí me da miedo. Me dan miedo muchas cosas: salir a un escenario, por ejemplo y creo que en medio de todo, vivir es como "así le de a usted miedo, hágalo", ¿no? Es como enfrentar eso y así volverse viejo le de miedo, pues en eso estamos y tratar buscar la luz. Para mí no es tan claro que "soy luz y prefiero luz", no. Porque de verdad yo siento profundamente la oscuridad y el miedo y el dolor, la confusión, la siento fuerte, por eso también de pronto escribo canciones con luz, porque estoy dentro del hueco.

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Hector: Yo creo que comaprto muchos de los miedos normales de las personas, que pueden ser políticos, miedo de la simple supervivencia, de la vejez, de tantas cosas; y la esperanza es la que tenemos todos: de que encontremos un camino como país o como planeta hacia la paz, hacia la justicia. Nosotros que tenemos hijos, quisiera que sean felices, sean buenos seres humanos. La esperanza es que cada vez vayamos hacia la luz, como seres humanos y como planeta.

La reunión de Aterciopelados hace cuatro años se dio en parte por la celebración de los 20 años de Rock al Parque, pero ¿qué fue lo que motivó realmente el hecho de sentarse a escribir nuevas canciones y sacar un disco?
Andrea: Pues de hecho nosotros queríamos hacer un disco desde que nos juntamos. Lo del DVD, nos convencieron y creo que estuvo chévere porque también fue como un cambio de mirada hacia el pasado, como valorar eso y reconectar con harta gente y eso fue muy lindo. Y ahora sacar el disco fue como parte del mismo proceso: ya hicimos, ya reconectamos,ahora muestre a ver algo nuevo y fue también como que ese disco tiene muchas cosas, demos y cosas viejas de hace cinco años, luego cosas compuestas para el momento, que también da un poco de miedo porque es como "bueno, 10 años, muestre a ver con qué van a salir". Entonces hay miedo, presión, inseguridad y al mismo tiempo ganas de hacerlo, pasar por todo el proceso creativo y hacer el esfuerzo lo que mejor pueda. De ahí salió, como que ya era hora.

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Héctor: Sí y hay ganas de decir muchas cosas y por eso cuando nos reunimos, lo primero que queríamos hacer era un disco nuevo, incluso sin tener las canciones; pero fue mejor ir a su tiempo, grabar ese DVD y luego sí tener el nuevo material con canciones inéditas.

Además que cuando una banda vuelve y además con una major como Sony, supongo que más allá de las presiones de uno querer sacar un disco, también están las presiones de las disqueras, lo que ellos proponen, lo que uno no quiere que toquen del disco, ¿cómo lo manejaron ustedes, con qué cosas tuvieron que lidiar?
Andrea: Pues es que a nosotros como que siempre nos tocó raro. Porque cuando empezamos nadie sabía de rock, entonces nunca nadie se metía en el repertorio ni opinaba. Y después como fuimos independientes, pues tampoco, entonces es la primera vez que en la disquera se sientan a oír los demos, opinan y para uno es durísimo. Me parece que en algún momento logramos cambiar el chip, de sentirnos amenazados y más bien nos sentimos puyados cuando el man llegaba y decía: "¿por qué no ponen esto acá?" y a uno le daba rabia, pero de alguna manera estimuló a que hubiera más canciones. En mi caso, también había esa presión de que ahora la moda es que componen entre muchos y se van todos a componer con mister "Despacito"; entonces nosotros dijimos "No vamos a hacerlo", no porque tengamos nada en contra del man, yo ni lo conozco, pero pues todo el mundo está yendo allá, entonces qué jartera. Yo busqué otra persona con la cual hacer un proceso que fue Juan Pablo Villamizar, que para mí fue muy chévere porque tiene su sentido que alguien solo crea un tipo de cosas, pero con otras personas como que hay como más aporte, no sé, a mí me funcionó. A usted no, ¿no?

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Héctor: No, es que lo que pasa es que yo si creo que en lo que está la industria, por lo menos lo que vimos por ahí por encima, es que efectivamente hay una tendencia a que los grupos o artistas vayan a componer con los que tienen éxito en el momento; entonces yo sí creo, y he visto algunos ejemplos, que se pierde la esencia de los artistas; hay otros que se lanzan a eso porque tienen claro hacia dónde quieren ir y se sacan tremendos hits. Pero yo creo que nosotros tenemos mucho por decir y además cosas que a veces la gente no entiende, entonces llegar a componer con alguien que está componiendo hits, con las mismas letras pues es difícil. Tenemos mucho por decir y quedaron muchas canciones fuera, entonces lo que hay es retahíla por ahí.

Pasemos al disco. En las 13 canciones de Claroscura se logran identificar tres momentos conceptuales muy claros, hablemos de cada uno de ellos:

Quizás el mensaje más recurrente tiene que ver con la mujer, su cuerpo, su autoestima, su reconocimiento, reivindicación y un llamado a la rebeldía en canciones como “Cuerpo”, “Ay ombe, vamo’ a relajar el pony”, “Tumbao”, “Despierta mujer” y “Piernas”. ¿Qué sienten que nos hace falta como sociedad para alcanzar esa utopía de la igualdad y el respeto hacia las mujeres?
Andrea: Jum. Yo creo que es un camino largo, porque esta es una sociedad patriarcal jajaja. Ahora con todo eso que se está destapando, no sé. Ayer me dijo mi hija que Morgan Freeman también está en eso, no joda; unos manes que uno dice que son unos bacanes, es terrible una cosa honda; y también hay como una cosa de complicidad, que muchas chicas están más es en eso que los manes, esa me parece muy dura. Es un proceso largo.

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Héctor: Pero yo creo que precisamente lo que está sucediendo los últimos años es una muestra de que efectivamente ya está pasando algo. Que salga a flote muchas cosas que pasaron hace un tiempo, que estaban guardadas y nadie decía nada, y que se esté sacando y castigando de alguna manera, eso ya es otro cambio tremendo y en la medida en la que se hable más y también las mujeres se empoderen y no se siga el juego a la hipersexualidad, a lo que está pasando en el momento, le siguen el juego a esos estereotipos, ahí vamos saliendo.

Por otro lado, otro de los conceptos del disco tiene que ver como con un viaje introspectivo donde salen a flote sentimientos muy viscerales e íntimos y donde también se devela como cierta crisis. Andrea lo advierte en “Dúo” cuando canta él activista, yo en medio de una crisis existencialista”, y luego se ve con más fuerza en “Show” y en “Vieja”. ¿Qué cosas les vienen a la cabeza cuando se miran al espejo y se dan cuenta que ya no son los jovencitos rebeldes de hace 30 años?
Andrea: A mí me parece que "Vieja" es super gráfica, porque depronto es más duro lo que uno siente, más de lo que se ve, porque eso es una lucha en la que uno ya lleva años, así sea cucho o no. Es como defendiendo alejarse del estereotipo, uno está defendiendo la individualidad, ser uno mismo y pues volverse viejo también es como tratar de tragárselo de la manera más calmada posible y me imagino que en esa tragada también uno se queja "jueputa, esto me está doliendo, esto es una miércoles" que es lo que tú dices de la visceralidad y creo que ahí hay una cosa de Claraoscura. Héctor Vicente es mucho más constructivo, de alguna manera hasta pedagógico, pensar que lo que él dice va a repercutir en la gente, que la gente va a escuchar eso y va a sentir cosas bonitas.

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Yo admiro totalmente su posición, lo mío es otra cosa, es más como que no me importa lo que sientan. Pero lo que tu dices de usar las crisis como parte de las canciones, creo que hay un lugar muy fértil creativamente ahí, en la crisis, en el dolor, en la queja, también con humor porque a veces se va tan dramático que da risa, entonces es como mi estilo.

Héctor: Yo me sorprendo de verme en el espejo o en las fotos, porque a veces no me siento viejo pero cuando estoy en la foto es como "Ay juemíchica, qué es esto tan arrugado en la cara" pero a veces no me siento viejo, pero ya llegan los achaques.

Andrea: Pero a mí me encanta es porque no veo un culo y entonces me miro al espejo y digo "Uy estoy re mami", y después me pongo la gafa y digo "Hijueputa, ¿qué es esto" jajaja. Que viva el desenfoque.

Foto cortesía de la banda

El tercer momento del disco tiene que ver con el espíritu activista, esa lucha por el medio ambiente, ese llamado a la consciencia también desde lo cósmico y que tiene que ver también con el amor y lo chamánico en canciones como “Soñemos un bosque”, “Manifiesto colibrí” y “Tu amor es”. Mucha de la música latinoamericana actualmente está explorando sus raíces en el folclor y fusionándola con géneros más contemporáneos, ¿creen que esto mismo se pueda dar en las sociedades? ¿Qué tan lejos estamos de una revolución que nos seduzca a conectarnos con la pachamama?
Héctor: Pues estamos muy cerca, porque como bien lo dices cada vez hay más por todos los lados, en todos los ámbitos de la vida estamos buscando esa conexión y está llegando incluso hasta de una manera legislándola porque uno de los últimos movimientos que están apareciendo es otorgarle derechos a la madre naturaleza y en Colombia, pues son pioneros porque el Río Atrato es sujeto de derechos y la Amazonia acaba de ser declarada también, entonces creo que hay una necesidad que incluso ya se está viendo reflejada en las leyes y es que hacia allá tenemos que ir porque sino, no hay camino.

En un texto que compartieron para la prensa dicen que “ Claroscura iluminará el futuro de la música colombiana”. ¿Cómo se imaginan los comentarios de este disco en 20 años?
Andrea: Yo no me imagino en 20 años nada. Jajaja. Yo espero que le guste a la gente y que haya gente que le interese y me siento muy feliz porque a mi hija le gusta, y me pide que le mande "Dúo" y "Tu amor es", pero eso me da mucha emoción, me da esperanza, y mi hijo que tiene 9 años, que es reggaetonero pero duro, le gusta "Play" y se la sabe y me la canta. Entonces, no sé en 20 años, pero que les guste hoy me parece super lindo. El otro día que empezarona decir que yo no sé quién, dijo esto, fulanito lo otro, de pronto yo dije "me importa un culo", habrá muchos que no les guste, pero a mí me gustó, a Héctor le gustó a mis hijos les gusta, entonces me doy por bien servida.

Héctor: Si seguimos como en esa curva que hemos tenido que efectivamente uno oye El Dorado y es vigente o Caribe atómico, pues sería chévere que este disco también sonara actual más adelante, con los mensajes y lo que decimos. Que construya y que ilumine el futuro de la música colombiana.

Ya que que el concepto del disco es luz y sombra, ¿de qué lugar creen que está anímicamente Colombia en estos momentos de incertidumbre electoral?
Héctor: Pues está de ambos lados precisamente porque como somos polares y nos dejamos enredar por esa polaridad entonces algunos están en la luz, otros en la sombra y además los extremos se tocan y no entendemos que estamos realmente muy cerca uno del otro y que debemos es unir todos esos matices para construir un futuro hacia adelante.

Andrea: Yo creo que, según unas cosas que he oído por ahí, es chévere lo que pasó. Gane quién gane es muy chévere que haya una izquierda más fuerte, eso es chévere, Yo estoy como muy acostumbrada a ser de las minorías y de pronto ya uno no está tan en el borde sino que ya hay un poquito más, eso es sano, gane quién gane, que haya una izquierda más fuerte porque al final necesitamos más justicia.

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