Artículo presentado por Bancolombia.Desde lejos, el mundo de las inversiones se ve como impenetrable, emocionante y miedoso a la vez: una mezcla entre Narnia, El Lobo de Wall Street y el mundo paralelo de Stanger Things. Como generación lo hemos dejado de lado; porque no lo conocemos y, porque en cierta forma le tememos. Pensamos que solo puede ser para gente con plata (o sea, no nosotros9. Además, los medios que hablan de inversión parece que lo hicieran en una jerga extraña, inentendible para los de a pie. En fin, la inversión no se siente como un mundo al que podamos entrar.
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Pero no podemos dejarle el tema de las inversiones y las finanzas solo a los bancos ni a nuestros padres. Así sea con poco presupuesto, es posible invertir para mejorar nuestras finanzas personales, y así convertir un miedo en una herramienta más. No podemos castrarnos financieramente como generación: ante nosotros está la posibilidad de invertir en nuestros términos y según nuestras necesidades.Si toma la decisión de coger una parte de sus ahorros e invertirla, de sumergirse en el mar de las finanzas, es mejor tomarse un momento para reflexionar sobre las motivaciones e implicaciones de esta decisión, y que no sea la inercia la que lo empuje. Como si fuera una maratón, hay que prepararse antes de que la carrera empiece. Así como alguien que jamás ha hecho ejercicio no tendría el mejor tiempo en una carrera, alguien que no tiene experiencia en inversión probablemente no tendría los mejores resultados a la hora de invertir. ¡Pero eso puede cambiar!Es sabio, pues, tener una cuenta de ahorros y ahorrar – así sea de a poco, lo importante es el hábito y la disciplina – y una tarjeta de crédito, que ayuda aún más a consolidar la vida financiera. De esta forma se logran dos puntos esenciales: a) en la interacción con el sistema financiero se va entendiendo mejor cómo funciona este, antes de invertir y b) consolidar buenos hábitos de planeación y una vida financiera ordenada, son necesarios a la hora de entender cuál es la mejor forma de invertir.
Antes de empezar: ahorro y crédito
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¿Es para ti?Quizás sus amigos que estudiaron economía o administración están invirtiendo en trading y acciones y lo pintan como un mundo interesante, tal vez quiere hacer plata de la manera más rápida (y legal) o, posiblemente las partidas interminables de Monopolio con la familia de su novia lo han influenciado demasiado: en todo caso, usted quiere invertir en el mundo financiero. Sin embargo, asegúrese primero de que está preparado para hacerlo revisando sus finanzas personales y decidiendo hacia dónde debe dirigir su plata. Piense en qué opción puede ajustarse mejor a lo que necesita. Acá le damos un par de ideas a considerar antes de entrar de lleno en el mundo de la inversión.Pague sus deudas. Es posible tener deudas y a la vez invertir, pero, en todo caso, considere si la plata que invertiría estaría mejor usada en aliviar sus obligaciones de deuda, sobre todo si la plata a invertir es una pequeña cantidad. La idea es fortalecer las finanzas personales y requiere de una base sólida y estable, que solo se puede construir cuidando la deuda y evitando que se extienda indefinidamente. El proceso de alivianar las deudas, podría retrasar su inversión, pero podría asegurar que cuando invierta lo haga desde una posición de más seguridad.Invierta en usted mismo. Aprender un nuevo idioma, hacer un curso, o comprar una nueva herramienta de trabajo pueden ser formas de invertir directamente en uno mismo, y, según el caso, pueden resultar más útiles. Nuevas habilidades pueden ayudarlo a obtener un ascenso o a llevar su empresa a otro nivel. Esto, además, podría ser una inversión a largo plazo que generaría ganancias extras que a su vez le permitirían invertir en productos financieros.
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Tres tipos de inversiones a las que puedes acceder con poco presupuesto
- CDT
- Cartera Colectiva
- Inversión en Acciones
CDT
Cartera Colectiva
Inversión en Acciones
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La diferencia es que en la renta fija hay unas condiciones establecidas y una rentabilidad acordada (por eso es fija), el riesgo es controlado. Mientras tanto, la renta variable puede traer mayores beneficios y rentabilidad, pero también implica que el inversor asuma más riesgos. La renta fija, entonces, es más estable y tiene un riesgo controlado, con una rentabilidad que no cambia; la renta variable es volátil, pero existe la posibilidad de ganar más. Acá el camino es más incierto, lleno de niebla, es estrecho, si se descuida podría caer por el precipicio, y el destino puede ser una playa paradisiaca espectacular o, precisamente, el precipicio.“La renta fija protegerá la mayoría del capital y la rentabilidad será más baja dependiendo del riesgo del título, mientras que la renta variable, como las acciones, puede ser atractiva en un ambiente cuando las tasas de interés sean bajas, como en este momento, y en ese sentido, las posibilidades de ganancia son mayores con un producto como las acciones”, explica Pereira. La tasa de interés, como por seguir ahondando en terminologías que quizás no nos son tan cercana, es, como lo explica el Banco de la República, el precio del dinero en el mercado financiero: “Al igual que el precio de cualquier producto, cuando hay más dinero la tasa baja y cuando hay escasez sube”.A esta ecuación se le debe sumar la consideración del nivel de riesgo y el plazo de la inversión (si necesita esos recursos a la mano o está dispuesto a dejarlos amarrados un buen rato). “Si una opción para invertir está muy descabellada en el equilibrio entre riesgo y rentabilidad, entonces no es recomendable”, añade Pereira.En general, dice Pereira, cualquier inversionista puede acertar o equivocarse, con los costos que eso significa. Pero lo importante es aprender del proceso de toma de decisiones. Hay dos opciones que presentaremos a continuación, que resaltan por ser sencillas y permitir inversiones de pequeñas cantidades, y una que presenta un mayor nivel de riesgo. En todos los casos, es importante hacer todas las preguntas en el banco, hasta tener claridad respecto al proceso. Cuando usted les da su plata, los bancos trabajan para usted.Invertir es, también, pensar en el futuro. Eso fue lo que hicieron VICE y Bancolombia cuando decidieron crear juntos este proyecto: pensar en el futuro y buscar las formas de hacer preguntas relevantes financiera y culturalmente, para responderlas entre todos. Con la información que surge de esta actividad, de esta curiosidad por el universo económico y financiero, temas como el de la inversión pueden dejar de ser oscuros y ajenos para ser una herramienta más para que los jóvenes colombianos puedan hacerse cargo de sus finanzas personales.