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Música

Realidad virtual, microescenas y sesiones cada mes: la apuesta de Boiler Room en México

Fiestas abiertas al público, un evento al mes y tecnología virtual son algunos de los planes de Boiler Room Latinoamérica.

La banqueta tiembla mientras esperamos para entrar. Las vibraciones que suben desde el foro Normandie, un club subterráneo en el centro de la CDMX, hacen que la fila rebote despacito, como si todos trajéramos audífonos sincronizados. Mientras que algunos se registraron desde las primeras horas para entrar al evento, otros llegaron temprano para conseguir su pase a este viernes de rumba sin fronteras. Se trata de una fiesta abierta al público, con la que Boiler Room no solo busca crecer a su audiencia, sino también romper las fronteras imaginarias para convertir la pista de baile en un territorio global.

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A tres años de haber llegado a México, Boiler Room no solo se ha convertido en un referente de fiesta, sino en una plataforma para conocer, compartir e impulsar talentos de la música electrónica mexicana. "Buscamos las propuestas más serias del momento", me explicó Juan del Valle, director y programador de Boiler Room en Latinoamérica, "queremos demostrar que el talento nacional está al mismo nivel que cualquier artista mundial".

Una vez adentro, las paredes de concreto y la proximidad con el DJ dan la apariencia de encontrarnos en una fiesta íntima, de cuates. Sin embargo, alrededor de la consola no hay solo personas bailando desentendidas en su propio mundo de sonidos; también hay cámaras, micrófonos, una antena satelital y un equipo de alrededor de quince personas encargadas de que esta fiesta de 300 se transmita en vivo mundialmente y sea registrada para la eternidad.

Desde 2014, Boiler Room ha realizados eventos en la Ciudad de México, Tulum, Guadalajara y Monterrey, con artistas como Solumun, Rebolledo, Acid Pauli, Daniel Maloso, Niño Árbol… Esta noche, además de DJ Richard y Young Male —los invitados internacionales—, la fiesta corre a cargo de los mexicanos A-rp, Turning Torso, Koskoy y Superstudio. Juan me explicó que no solo se trata de traer músicos internacionales para presentar en el país, sino de hacer eventos temáticos en los que DJs mexicanos toquen junto a músicos reconocidos a nivel mundial. Así, además de hacer los eventos más diversos, los talentos nacionales encuentran un canal de difusión que los pone al alcance de cualquier persona en cualquier país.

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En los últimos años, el número de DJs, productores, colectivos y disqueras ha crecido de manera exponencial, me explicó Ross Aguiñaga, estratega del equipo latinamericano de Boiler Room: "Mientras que antes la dificultad de curar un evento estaba en encontrar DJs y productores locales para presentar en las fiestas, hoy el reto está en conocer las diferentes escenas, así como a los nuevos talentos, para seleccionar lo mejor". Los talentos locales de esta noche provienen de colectivos que han surgido en los últimos años en la Ciudad de México, agregó. "Muchas veces las personas se encierran en su escena. Con estos eventos buscamos que todos conozcan más allá de la música que escuchan cada fin de semana".

Los planes de Boiler Room para este año incluyen la transmisión en vivo de fiestas en 360 y la aplicación de realidad virtual para dar una experiencia completamente inmersiva. De hecho, hace unos días anunciaron la creación del primer club de realidad virtual en Berlín. En México y Latinoamérica sus planes también son ambiciosos: "Queremos hacer más cosas. Seguiremos explorando la tecnología 360, pero también buscamos incorporar la realidad virtual. Nuestro objetivo es hacer un evento al mes en diferentes formatos; y en algún momento queremos hacer un festival en México".

En cuanto a los formatos, me explica Juan, desde que llegaron a México han hecho tocadas en tiendas de discos y bodegas, han trabajado con marcas de alcohol que regalan pisto en sus fiestas, y también han colaborado con festivales como Nrmal, Mutek y Comunité. Su más reciente apuesta es hacer eventos como este: fiestas abiertas al público en donde los que se pongan las pilas y se registren a tiempo podrán entrar gratis; pero con un espacio suficiente amplio para que quienes no alcanzaron registro paguen la entrada del lugar como si fuera una noche cualquiera, pero curada por Boiler Room. Me explican que funciona como una colaboración, en donde ellos tienen un número de accesos que se reparten a través del registro en línea; el resto de los boletos, abiertos al público, los cobra el venue como cover. "Finalmente al que le guste y esté atento, va a poder conseguir el registro", me dice Juan.

Por otro lado, la idea de hacer un festival apenas está naciendo. Aunque el equipo aún no sabe si se realizará este año o esperarán al siguiente, funcionaría como una especie de circuito, en donde diferentes artistas se presentarían en diferentes venues de la Ciudad de México en diferentes fechas. El punto, me aseguran, es que Boiler Room llegue a la mayor cantidad de personas posible. "Las personas creen que hacemos eventos exclusivos, cuando es todo lo contrario", me dice Ross. "Por desgracia no podemos meter a todos los que se registran; a veces son miles para un lugar de 300. Pero el punto es que cualquiera en cualquier lugar pueda conocer lo que está pasando".

Por estas razones, Boiler Room actualmente busca llegar a más ciudades en México y Latinoamérica mientras buscan locales en donde se puedan armar eventos como este. Para Juan, aunque es innegable la emergencia de la escena electrónica en la cultura nocturna de la ciudad, aún queda mucho por hacer para que México se convierta en una potencia cultural. Es necesario que sigan brotando productores y colectivos, pero también es importante unificar la escena para crear un verdadero cambio. Desde la infraesctructura —con un internet que permita transmitir en vivo sin una antena satelital—, hasta el apoyo gubernamental con dinero y permisos para hacer eventos de calidad sin trabas burocráticas. "El mundo está impresionado con lo que está pasando en México", concluye. "Tenemos que impulsar la escena desde los diferentes ángulos. Aún hay muchas cosas que se deben hacer, pero tenemos todo para lograrlo".