Emborrachémonos en Semana Santa: La Biblia lo dice

Se nos vino la Semana Santa: un par de días de vacaciones, muchos especiales bíblicos que pasan por televisión y papás que van a misa de forma cumplida (o no). Para algunos, estos tiempos son de meditación y de conversación con Dios. Para otros, no se trata más que de un par de días de juerga y de descanso del trabajo, una salida rápida a la piscina y una devuelta tortuosa .

Y para este segundo grupo, sobre todo, la celebración de la pasión, muerte y resurrección de Jesús es también un pretexto para el descualquiere en las primeras vacaciones del año.

Con esto en mente, decidimos dedicar este artículo a esos pasajes de La Biblia que se enfocaron en mostrar borracheras de los fieles. La abrimos, la ojeamos, y encontramos en ella pasajes en los que los personajes se pegaron una buena jala.

Como para que usted no se sienta tan mal.

No hay nada más traumático en la vida que ver al papá o mamá de uno borrachos. Sobre todo si uno es niño y tiene esa incapacidad de entender por qué el padre se ha transformado en ese monstruo de ojos perdidos y movimientos torpes, de euforia mezclada con estupidez. Lo peor es cuidarlo: hacer las labores que uno hace por un bebé y levantarse al otro día sabiendo que, de entrada, al man algo le molestó y el hijueputa es uno.

Noé era un hombre de campo, y fue el primero en cultivar uvas. Un día bebió vino, se emborrachó y se quedó desnudo dentro de su tienda de campaña. Cuando Cam vio a su padre, salió corriendo a contárselo a sus dos hermanos […]Entonces Sem y Jafet tomaron una manta para cubrir a su padre. Cuando Noé despertó de su borrachera y supo lo que su hijo Cam había hecho, dijo: '¡Malditos sean los cananitas, tus descendientes!'".

Que tire la primera piedra el que nunca se ha arrepentido sobrio de la idea que se le ocurrió ebrio. Pregúntenle a las hijas de Lot, que tuvieron el descaro de emborracharlo para acostarse con él. Spoiler: se acuestan con él, La Biblia… Punto extra: cumplió su promesa de borracha.

Sin embargo, Lot y sus dos hijas tuvieron miedo de quedarse a vivir en Soár. Por eso se fueron de allí y se quedaron a vivir en una cueva. Un día la hija mayor le dijo a su hermana menor: Nuestro padre ya está muy anciano y no hay por aquí un hombre con el que podamos casarnos para tener hijos. ¡Vamos a emborrachar a nuestro padre! Así nos acostaremos luego con él, y tendremos hijos suyos. 

Este pasaje de la Biblia recuerda un poco la idea de tomar antes de ir a tomar, muy propia de los colombianos. Como en la van o en la flota: llegar ebrios al cumpleaños de alguien para que ese alguien lo putee a uno. Leamos.

Isaías también dijo:
Los profetas y los sacerdotes se tambalean y tropiezan por tanto licor que beben. Están demasiado borrachos para recibir la palabra de Dios. ¡Todas sus mesas están llenas de vómitos! ¡No hay un solo lugar limpio!

Pues claro que el alcohol es para olvidar cosas, hombre. Esos consejos de la Biblia dan más ganas de tomar que otra cosa.

El alcohol es para los que viven amargados y ya no tienen esperanza. ¡Déjalos que se emborrachen y se olviden de su miseria! ¡Que no se acuerden de lo mucho que sufren!.

Pedir guaro a la mitad de la fiesta es una mezcla de ganas, tacañería, desorden y ansiedad. ¿No sería mejor un milagro, con el mejor vino, en seis tinajas. de 100 litros cada una? Maldita sea.

Tres días después, María, la madre de Jesús, fue a una boda en un pueblo llamado Caná, en la región de Galilea. Jesús y sus discípulos también habían sido invitados.
Durante la fiesta de bodas se acabó el vino. Entonces María dijo a Jesús:

—Ya no tienen vino.

Jesús le respondió:

—Madre, ese no es asunto nuestro. Aún no ha llegado el momento de que yo les diga quién soy.

Entonces María les dijo a los sirvientes: "Hagan todo lo que Jesús les diga". Allí había seis grandes tinajas para agua, de las que usan los judíos en sus ceremonias religiosas. En cada tinaja cabían unos cien litros. Jesús les dijo a los sirvientes: "Llenen de agua esas tinajas".

Los sirvientes llenaron las tinajas hasta el borde. Luego Jesús les dijo: "Ahora, saquen un poco y llévenselo al encargado de la fiesta, para que lo pruebe.

Así lo hicieron. El encargado de la fiesta probó el agua que había sido convertida en vino, y se sorprendió, porque no sabía de dónde había salido ese vino.