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Kimbo Slice versus Dada 5000: El ascenso de los peleadores de YouTube

Kimbo Slice versus Dada 5000 puede ser la pelea más extraña de MMA pero la popularidad de Slice no se puede negar. Analizamos las peleas como herramienta de movilidad social y el extraño atractivo de los peleadores de YouTube.

Arte por Grimoire

Cuando los historiadores de peleas recuerden estos tiempos en cuarenta o cincuenta años, me pregunto cómo recordarán a Kimbo Slice. Bien podría ser visto como una atracción de circo que peleó contra oponentes que no representaban un reto para él y se quedó corto contra pruebas reales como Primo Carnera. Pero hay una buena oportunidad de que independientemente de sus presentaciones en la jaula, podría ser recordado como uno de los grandes arribistas en la historia del deporte. Una historia de niño pobre a niño rico parecida a las de Jack Johnson y Jack Dempsey—tal vez incluso más grande.

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Slice, llamado Kevin Ferguson, era un talento del futbol americano cuya carrera nunca despegó del todo y que terminó trabajando como conductor de limusina y guardaespaldas del reino de la pornografía, Reality Kings. Al tomar peleas a puño limpio, mismas que fueron distribuidas en Internet, Slice se volvió una sensación. Cualquier hombre de ese tamaño sería igual de aterrador en una pelea callejera pero Slice tenía aspecto de cabrón y en realidad podía boxear mejor que los hombres que enfrentaba. Además, podía recibir los golpes al igual que conectarlos. Las peticiones por llevar a ese hombre al MMA aumentaron.

Las peleas siempre han sido una herramienta sin paralelos para la movilidad social. Desde que los hombres pudieron vestirse de pantaloncillos y ganar dinero rápido por golpear o ser golpeados, el aspecto del "arte caballeroso de la defensa personal" ha sido negocio de los pobres. Muhammad Ali alguna vez dijo que el boxeo era un montón de caucásicos ricos pagándole a dos hombres pobres de color por golpearse hasta quedar sin sentido, pero aún así Ali quien se convirtió en la estrella más grande en la historia del boxeo y podía negociar ganancias millonarias. Pero nadie puede saber si un peleador quedará del lado de la riqueza o el éxito, o si se convertirá en un hombre más que ascendió por un momento y regresará a la tierra con el cerebro dañado y arrastrando las palabras a cambio.

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Claro, no son solo las comunidades pobres las que producen peleadores como lo aseguró Ali, las comunidades latinas pobres, inglesas, irlandesas y rusas—las partes más rudas de las ciudades pueden producir a los mejores peleadores de un país. Las principales razones son el hambre de gloria de los peleadores, las ganas de mejorar su situación y en algunos casos incluso la comida. Jack Dempsey dijo que cuando tomaba sus primeras peleas en pueblos mineros por lo general tenía tanta hambre que felizmente hubiera dejado que alguien le pegara con un martillo a cambio de un pedazo de pan, el hecho de que fuese un hombre con guantes tratando de golpearlo y que se le permitía defenderse le parecía casi una bendición. La segunda razón es que los peleadores que salen de áreas pobres tiene el apoyo incondicional de los que los rodean. El éxito de los lugareños eleva el espíritu de la comunidad como pocas cosas. Recuerden las historias de los ciudadanos de Brockton literalmente apostando sus casas por el héroe local, Rocky Marciano en su pelea de título. Las peleas son un deporte individual pero cada peleador es producto de su entorno y la comunidad lo sabe.

Y así en la víspera de Kimbo Slice versus Dada 5000 todos hablan sobre "las calles" y Dada 500 acusa a Slice de ser un "tipo que se mudó con los blancos". ¿Qué tanto de esta pelea es una pelea con historia y qué tan desesperadamente Bellator está tratando de encontrar un oponente a quien Slice pueda derrotar? Especialmente después de batallar tanto contra Ken Shamrock. Está por verse pero la narrativa creada alrededor de Kimbo y el atractivo que tiene para el público es increíble.

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La Aparición del "Sliceman"

Slice comenzó su carrera en el MMA en 2007. Peleando exclusivamente contra peleadores poco notables, Slice rápidamente se convirtió en estrella en EliteXC. Su pelea contra Tank Abbott fue especialmente triste:

La pelea de Kimbo contra James Thompson—un peleador conocido por sus derrotas por nocaut y obviamente llevado a perder contra Slice—atrajo 3.7 millones de televidentes, convirtiéndose en la pelea de MMA más vista en la historia. Pero incluso en la pelea contra Thompson ya el tren se estaba descarrilando. Slice falló al conectar mucho al peleador con sus mejores golpes y fue llevado al suelo repetidamente y conectado con codos, incapaz de defenderse. Fue por la gracia del réferi que Slice pudo ganar la pelea.

Esto sucedió más de una vez.En la siguiente pelea fue programado para enfrentar a Ken Shamrock, pero Shamrock se retiró a última hora. Batallando para conseguir oponente, Elite XC programó a Seth Petruzelli y supuestamente se le dejó saber que debía mantenerse de pie contra Slice. Slice atacó a Petruzelli, éste lanzó una patada frontal para alejar a Slice y Slice recibió un jab contra la jaula que lo mandó al suelo. Slice rápidamente fue atacado en el suelo y la derrota esencialmente mató Elite XC.

Aún así Slice sigue atrayendo público. Después de una presentación poco espectacular en el interminable programa de UFC; The Ultimate Fighter—donde Slice perdió ante Roy Nelson y le llevó seis millones de espectadores al episodio—Slice enfrentó a Houston Alexander en la Final del Torneo. La presencia de Slice en la cartelera atrajo 5.2 millones de televidentes, aumentando cuando Slice apareció en una de las peores peleas en la historia de UFC. Incluso la pelea más reciente de Slice, una paliza de un round sobre Ken Shamrock de cinco años en la que Slice terminó en el suelo a punto de ser sometido, atrajo dos millones y medio de espectadores.

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Y entonces este fin de semana Kimbo Slice enfrentará a su colega peleador callejero de Florida, Dada 5000. Dada 5000 es la estrella del documental desalentador y deprimente Dawg Fight que presenta un acercamiento a su trabajo como promotor de peleas de patio.

En el filme Dada parece un tipo considerado que honestamente quiere ayudar a su comunidad y cree que puede hacerlo al promover peleas a puño limpio no sancionadas. Ciertamente por cada Kimbo Slice o Dada 5000 ha existido talento legítimo que ha peleado un par de peleas a puño limpio, como el brillante Jorge Masvidal.

Dada es otro hombre enorme que lanza sus puños con fuerza, pero es difícil encontrar material de él en video. Sus dos peleas de MMA han sido horribles. Entre sus golpes salvajes recibe rectos, pierde el equilibrio y ha estado muy cerca de ser noqueado de pie. Obviamente como Slice, es como pez fuera del agua en el suelo, necesitó que el réferi lo pusiera de pie para escapar de una montada (muy sospechoso pero así es el MMA regional, después de todo) y ganar la pelea.

La razón por la que la historia de Kimbo Slice y en menor proporción, la de Dada 5000, atraen tanta atención es que ambos son percibidos como peleadores que salieron de la calle y trabajaron para llegar a la cima. Es la historia de Rocky que a todos les gusta. El problema es que mientras que la mayoría de los peleadores trabajan para llegar a la cima peleando contra oponentes adecuados con su conjunto de habilidades y los retos van aumentando con su récord, Slice estaba estelarizando carteleras en su segunda pelea. Es el cuento del no favorito sin el trabajo duro que hace que ese tipo de historias sean tan especiales. Es un intento de ser como Joe Frazier o Roberto Duran que pelearon para salir de la pobreza y las calles, el problema es que esos peleadores no tuvieron el cuidado y tratamiento especial que tuvo Slice.

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Ahora estamos en los últimos momentos del fenómeno de Slice. Los fans podrían pretender que solo tenía que "completar su juego" en su pelea contra Matt Mitrione, pero es evidente que el peleador de 40 años no tiene tiempo para lograrlo. Pasó al boxeo por un tiempo, batalló contra algunos de sus oponentes y luego Bellator le ofreció un montón de dinero por regresar al MMA. Su última pelea atrajo 2.5 millones de televidentes, cosa que es increíble para los estándares de la promotora pero muy malo para el estándar que Slice marcó en su mejor momento.

Pero aquí la cuestión: ¿El hecho de que el ascenso de Kimbo Slice para tener calibre de peleador fue logrado por los promotores y no por su habilidad cambia las cosas?

Sigue siendo una historia de un peleador que tenía muy poco a convertirse en el atractivo más grande del MMA. Al final está haciendo su trabajo, atrayendo personas a cualquier promotora que lo contrate. Se convirtió en uno de los productos más valiosos en un deporte en el que no es muy bueno. Desearíamos que no fuera así, y que no le robara la atención a los montones de peleadores brillantes en las carteleras de Bellator, pero ciertamente no podemos estar resentidos con él.

Está peleando y luciendo horrible, pero lo hace en los escenarios más grandes del mundo por miles de dólares. Me atrevería a decir que la carrera de Kevin Ferguson en el MMA —como carrera— ha sido una de las más exitosas en la historia del deporte y que le va bastante bien por eso.