Recordando al Gran Martín Elías

La semana santa de 2017 terminó con una noticia triste y espeluznante. Martín Elías, cantante vallenato que venía posicionándose en la élite del género como futuro triunfador de multitudes, falleció en un accidente automovilístico sucedido cerca del municipio de San Onofre en el departamento de Sucre. Nacido en 1990, en pleno momento de ascenso internacional de la carrera de su padre, Diomedes Díaz, creció entre la música y la fama de su progenitor. Cuando tenía tres años, Diomedes dio a conocer su nombre y el de sus hermanos al nombrarlos en la canción Mi primera cana, la cual se convirtió en número uno en toda Colombia: "Luis Ángel, Rafael Santos, Diomedes y El gran Martín Elías". El mismo Martín cuenta que le preguntó a su padre del porqué de ese adjetivo a su nombre, a lo que El Cacique de la Junta le respondió que se conformara con el título que le había otorgado, que no fregara preguntándole eso. Lo cierto es que fue bautizado con el nombre de Martín en honor a un tío de Diomedes, Martín Maestre, que fue pieza clave en el aprendizaje musical del cantante y casualmente murió en un accidente de tránsito en 1979.

Cuando tenía seis años cantó por primera vez frente a un público. En un concierto multitudinario Diomedes lo subió a la tarima, le alcanzó el micrófono y el niño cantó un pequeño verso que había memorizado con anterioridad. Martín Elías contaba que se puso muy nervioso en el momento, pero que al día siguiente, cuando le dijo a sus compañeros de colegio que había estado frente a cientos de personas y a todos les pareció fantástico, se dio cuenta que quería ser cantante.

En su adolescencia fue invitado por su tío Élver Díaz a que hiciera parte de la agrupación La Familia de Diomedes, en la cual hizo sus primeros acercamientos a los escenarios y a los estudios de grabación. Luego, cuando tenía catorce o quince años, decidió hacer carrera como solista, armó un grupo y se dedicó a tocar en parrandas mientras proyectaba su primer disco de larga duración, Una nueva historia, que fue publicado en 2007 y en el cual contó con el acompañamiento y arreglos musicales del acordeonero Rolando Ochoa, hijo del compositor y rey vallenato Calixto Ochoa. Esta unión tuvo mucha significancia en su momento, no solo porque los dos eran hijos de grandes figuras del vallenato, sino porque Diomedes Díaz era un verdadero fan de las composiciones de Calixto, por eso grabó más de treinta, entre estas, dos de los hits más recordados del Cacique, "La plata" y "Todo es para ti".

Con ese disco y los dos siguientes, Marcando la diferencia de 2008, y Cosa de locos de 2009, Martín Elías y Rolando Ochoa comenzaron a escalar de a poco en el ambiente de la música vallenata. Martín tenía como objetivo destacarse por encima de sus otros hermanos cantantes y ganarse, algún día, el título de heredero del legado de Diomedes Díaz.

La fama vino en 2011 con el disco El terremoto musical, el cual contiene los éxitos "El terremoto" y "Ábrete", canción con la que logró gran visibilidad en todo el país. En 2012 se separó de Rolando Ochoa y se unió a Juancho de la Espriella, acordeonero que había grabado con su padre, publicando dos discos junto a él. Con De la Espriella ganó un Congo de Oro en el carnaval de Barranquilla y grabó la canción "Diez razones para amarte", la cual dedica a su esposa, siendo la canción de Martín Elías que más views tiene en Youtube. Por esa época fue que se hizo una reducción de estómago para hacerle frente a la obesidad. En una entrevista dice que llegó a pesar ciento veinte kilos y que en los conciertos, con tanto ajetreo animando al público, corriendo de aquí para allá, le dolían las articulaciones y terminaba extenuado.

En 2015 vuelve a grabar junto a Rolando Ochoa el disco Imparables, el cual presentan en el Parque de la Leyenda Vallenata, en la ciudad de Valledupar, logrando un lleno total que los consagra como grandes representantes de la nueva ola del vallenato. De este disco se destacan, entre otras, "El látigo" y "Mi ex" . En 2017 la dupla proyectaba publicar un nuevo disco.

El pasado 15 de abril, a las 6:30 de la mañana, Martín Elías terminó de dar un concierto en Coveñas. Él, Rolando Ochoa y otros músicos y empleados de la organización tomaron carretera en tres camionetas. Rolando Ochoa dice que él estaba en el carro que iba al frente de la caravana y que vio cómo la camioneta en la que venía Martín Elías con otras tres personas adelantó a la suya rápidamente y entonces los perdió de vista. Pasados pocos minutos, Rolando y los que venían con él, se encontraron con el accidente. Al parecer la alta velocidad y el mal estado de las vías se sumaron para hacer que el vehículo se volcara y diera volteretas sobre el asfalto. El cantante vallenato, que iba en el asiento del copiloto, salió disparado por el parabrisas quedando tendido a varios metros del carro, lugar en donde fue encontrado por quienes venían en las otras dos camionetas. Auxiliado por sus compañeros, pedía que le dieran agua y se quejaba de que sentía como si algo lo estuviera puyando.

Fue llevado hasta Sincelejo en donde lo atendieron en la Clínica Santa María por trauma cráneo-encefálico, fracturas múltiples en miembros y fractura de varias costillas con compromiso de uno de sus pulmones (Quizá era por esto que sentía como si algo lo puyara). Después de varios intentos por salvar su vida los médicos anunciaron su muerte a las 12:35 de la tarde. La noticia corrió inmediatamente. La gente enloqueció. Martín Elías, de veintiséis años, murió en otro accidente en carretera protagonizado por estrellas emergentes del vallenato, siguiendo en la lista de fallecidos a Adaníes Díaz (1983), Patricia Teherán (1995), Jesús Manuel Estrada (2003) y Kaleth Morales (2005). De aquí en adelante crecerá su leyenda.