Wk es un MC y beatmaker de Campeche y uno de los mejores raperos que nutren la oferta de ritmos profundos desde el sur del país, donde la cosecha de ritmos urbanos con espíritu edificante es frondosa como sus selvas. Con su fórmula depurada de feel good en los tracks y una estética en los beats que toma lo mejor del neosoul y lo mezcla con los nuevos ritmos del trap, la propuesta de Wk en Síndrome del Péndulo es una de las más gratas en lo que va del año y tiene que pasar a formar parte de inmediato de lo mejor de la producción nacional para la música independiente del 2017.Síndrome del Péndulo es el tercer disco de una trilogía que empezó en 2010 con Rastro de Cenizas, evolucionó un montón, tanto en sus beats como en sus raps para la segunda parte, que llegó en 2012 bajo el título de Trópico de Cáncer (además de que, con ese disco fue que realmente se dio a conocer Wk entre la gran mayoría de sus fans actuales) y ahora remata con la que sin duda se siente su mejor entrega a la fecha: Síndrome del Péndulo, 17 tracks con coros y raps celestiales y beats que te transportan a atmósferas de ensueño. Como es su costumbre, las letras, el mixing y toda la producción musical son del mismo Wk (pronúnciese Doble Ve Ka) y es básicamente un show de un sólo hombre, excepto dos geniales colaboraciones con otro par de titanes del rap del sur de México, lo que es un gesto elocuente en sí mismo: Gxn Uve en "Money Trees" y Logan Hate en "Siempre quise más" (y claro, el beat glorioso de Taxi Dee en el corte final, que termina de redondear la entrega).Wk hace varias cosas geniales en este álbum. Por un lado, las letras son cotidianas y sencillas pero azotadas y profundas, además que mantiene un increíble balance entre cantar, rapear y susurrar, todo a través de una intención más o menos plana en las vocales que en el uso de sus silencios y pausas encuentra su mayor virtud. Por otro lado, su aproximación al trap como estética es súper personal y original, con un flava caribeño pero discreto y una gran libertad para ir de un tipo de beat a otro, lo que dota de muchos matices el color clarísimo de todo el disco: que es un color como el del mar en el Caribe. Finalmente, pocos raperos lo mantienen tan real como "el Bukowski de Campeche", en cuanto a hacer un ejercicio autobiográfico que a la vez se sienta universal y con el que todos podamos identificarnos. Y en el Síndrome del Péndulo, lo logra.Temas que ya conocíamos como "Bendito" o "Sólo déjate llevar" adquieren todavía más fuerza en el contexto del álbum, como si ahora fueran mayores de edad. Dale play abajo a Síndrome del Péndulo y síguete dejando llevar por la propuesta íntima y orgánica de Wk.Sigue a Noisey en Facebook.
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