El verdadero Mac DeMarco

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Noisey

El verdadero Mac DeMarco

Después de todos estos años siendo visto como el tipo divertido de la música, Mac ha decidido mostrar su lado más humano en su nuevo álbum 'This Old Dog'.
CB
fotografías de Coley Brown

Durante los últimos cinco años, Mac DeMarco ha estado tratando de mostrar su lado más real. Algunos artistas crean un personaje y se quedan con él; otros en algún momento terminan dividiéndose en pequeños fragmentos de identidades distintas. Pero la personalidad de DeMarco —si es como lo quieres llamar— fue creada esencialmente sin que él tuviera injerencia en ello. "Tal vez dibujé una imagen extraña de mí al principio", me cuenta cuando nos reunimos Londres, considerando cómo pudo haber nacido esa percepción de él. "Pero es algo que tienes que aceptar, porque está fuera de tus manos. Es como hacer música: cuando las canciones salen ya dejan de ser tuyas".

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Como si fuera un personaje de dibujos animados, el DeMarco de los chistes, de las bromas sobre pedos, y de las payasadas en general, ha sido en parte una gran exageración sacada de la realidad: DeMarco es un tipo capaz de hacer humor. Para demostrarlo, podemos hablar de su participación como presentador invitado en MTV's Weird Vibes, donde mostró sus virtudes humorísticas con su falso acento británico, sus chistes locales, y el tipo de conversación torpe e incómoda que podrías esperar de un conductor de televisión profesional. Y, como siempre ocurre, cuando eres una persona naturalmente graciosa, la gente espera que seas gracioso todo el tiempo. Hablamos de un tipo que hizo un sketch fingiendo ser un tipo llamado Dave Fuck que pasaba la vida enseñando a la gente a aparcar el coche en batería. Lo que en esencia viene siendo humor escolar no es para nada algo visto como estúpido, sino como gracioso.

Pero existe una gran diferencia entre el Mac de los memes y el tipo sincero que escuchas en sus discos. Hasta ahora, sin embargo, ha sido difícil establecer una clara diferencia entre las dos personalidades. Justo cuando busca instalarse en un surco de composiciones honestas y sin pretensiones, lanza grandes dosis de sátira. Por ejemplo, ahí está Passing Out The Pieces, un tema de 2014 —una canción sobre no ser propiedad de nadie, ni un payaso 24/7, que también está acompañada de un vídeo donde mata a sus amigos y da a luz a una col en una bañera llena de coles.

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Sin embargo, con el lanzamiento de su último álbum, This Old Dog , parece que el lado juguetón de DeMarco ha quedado en un segundo plano. En gran parte del disco, DeMarco está esencialmente hablando consigo mismo, mirándose en un espejo, intentando vislumbrar qué hay dentro de su cabeza. El álbum en sí tiene sus raíces en una coyuntura familiar y, específicamente, toca el tema del padre del artista, quien se encuentra gravemente enfermo en la actualidad.

A pesar de todo, y como siempre, es prácticamente imposible intuir la profundidad del nuevo álbum de DeMarco con la primera promoción que ha hecho del mismo. En una sesión en la que interpreta el tema que le da nombre al disco This Old Dog, se puede ver a DeMarco tocando en medio de un centro de estética canina. "Podrías preguntarte, ¿por qué Mac está en Groom Dog City? ¿Por qué?", dice él al presentar la canción. "Bueno", suspira, "probablemente porque la siguiente canción que voy a tocar se llama This Old Dog, y aunque no esté hablando de un perro real en la canción, esta será mi manera de salir en la prensa durante los próximos dos años". Es una broma, pero una broma envuelta en una gigantesca realidad. Le gusta el juego, le gusta mostrar su lado divertido, pero al mismo tiempo muestra un cierto cansancio hacia los chistecitos sobre él. Ha sido el chico gracioso durante media década, y quizá ya haya sido suficiente.

El mismo día en el que se grabó esta sesión, se sentó conmigo en medio del Beigel Bake de Brick Lane, masticando lo que resulta ser su tercer bagel de cecina en las últimas 24 horas. Le enseño las imágenes del #Bagelgate, una hermosa ampliación de la cultura británica que parece no entender. Es mi culpa, pero como estamos en una tienda de bagels, pensé que a Mac el gracioso le gustaría este vídeo. Sin embargo, creo que Mac estaba esperando empezar cuanto ante nuestra conversación sobre música.

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No es de extrañar que en un show acústico en Londres esa misma noche, DeMarco empiece contando al público lo bien que lo ha pasado durante el día en la ciudad hablando con la prensa, algo que odia. Es fácil ver por qué cuando te das cuenta que tu mismo, en lugar de preguntarle por sus discos o sus nuevos temas, lo primero que has hecho ha sido buscar las risas enseñándole un vídeo de bagels. Es tentador ir a una entrevista con Mac DeMarco pensando que serás su mejor amigo al final de esta. Es carismático en ese sentido. Y la verdad es que su personalidad es parte crucial de su éxito y lo que lo ha llevado a agotar las 5.000 entradas de muchos de sus conciertos en cuestión de minutos. A pesar de la prensa, él siempre ha intentado romper el mito de ser un tipo bidimensional y divertido, dispuesto a cualquier cosa que le pongan enfrente.

Hasta el año pasado, Mac vivía en el barrio de Far Rockaways, en Queens, Nueva York. En su mini álbum de 2015, Another One, decidió compartir su dirección con sus fans: "Pasaos por aquí, os prepararé una taza de café. Hasta pronto", dice al final de My House On the Water. Esto podría parecer extraño viniendo de un tipo idolatrado por una horda de jóvenes que lleva camisas de franela, gorras de béisbol y fuma cigarrillos Viceroy en su honor. Al volverse accesible en todo momento, se esperaba que estuviera a la altura de su personaje las 24/7. "Hubo momentos en los que fue como, '¿Es una puta broma?'", admite. Su invitación para una taza de café fue aceptada ampliamente por los fans, que se presentaban en su casa borrachos a las 2 de la mañana. "Pero nunca me arrepentí de haberlo hecho. Fue genial conocer a tanta gente, y no pasó nada malo o raro". Como todos los encuentros con fans que tiene, Mac era él mismo: relajado, despreocupado, y no tanto el cómico que uno puede creer que es por su reputación en internet. En parte ese era uno de los objetivos de compartir su dirección: desmentir el mito.

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"Me visto como un personaje de caricaturas y uso la misma mierda todos los días. Haces eso y la gente empieza a reconocerlo. Digo una vez '¡Qué Dios os bendiga!' y se convierte en 'eso' que digo. Lo bueno de que vengan a conocerme, o incluso de conocer gente en los conciertos, es que tal vez esas personas tengan una percepción de quién soy, que tal vez sea cierta o tal vez no, pero en una situación de cara a cara como esa, trato a todo el mundo como un ser humano y simplemente pasamos el rato", dice. "Para mí, es importante. Toda esa pose de celebridad, de banda sexy súper cool e inalcanzable, es una puta mierda. Quiero desmitificar eso un poco". Cuando crecía en la ciudad de Edmonton, Canadá, Mac fue alguna vez ese niño obsesionado con la música, y se quedaba después de los conciertos a conocer a algunas de sus bandas favoritas locales. "Porque pude conocer a esas bandas que admiraba y decirles '¿Qué pasa?', me di cuenta de que yo podía hacer lo mismo".

Foto de Coley Brown

This Old Dog hace un trabajo similar buscando desmitificar el lado desconocido de DeMarco. Líricamente, no hace ningún truco. La mayoría de los temas que se tratan se abordan de manera directa, pero con la suficiente ambigüedad como para no parecer melodramático. De todo lo que DeMarco aborda, el sentimiento de envejecer es el que más aparece. Es como un pensamiento persistente que no se puede sacar de la cabeza.En Dreams From Yesterday, por ejemplo, podemos escuchar: "Once your life set to settle down / Take a look around you, no more dreaming to be found (Una vez que tu vida esté lista para asentarse / Echa un vistazo a tu alrededor, no hay más sueños que encontrar)". En My Old Man se refiere incluso de manera directa a la reputación que le precede. "Hay un precio para toda esa diversión", dice, como dos personalidades divididas que tienen una conversación privada. Definitivamente, DeMarco ha crecido. Pero no de una forma aburrida o amargada. Aquellas partes relajadas de guitarra han ido mejorando y están bien encajadas formando una perfecta fluidez. Eso no quiere decir que no haya un sentido de la juventud que fluya a lo largo del álbum, porque lo hay, simplemente también existe la amenaza de la vejez, mirándote directamente a la cara, pujando por conseguir la ventaja.

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Mac ya había sido sincero antes. Still Together, de 2012, es una oda a su amor de la niñez, Kiera "Kiki" McNally, con quien sigue a día de hoy, mientras que Let My Baby Stay, de 2014, es un análisis profundo del hecho de que ella podría ser expulsada de EE.UU. por culpa de algunas las leyes de migración. Sin embargo, es raro que sus canciones sean tan directas y autobiográficas. "No soy un gran letrista, así que no puedo hacer algo al estilo de Bob Dylan sin quedar como un idiota", insiste. "No soy como, 'Chicagoooo in October!'", añade, haciendo una divertida parodia de Sun Kil Moon. Así que —además del querer ofrecer un retrato más honesto de sí mismo— ¿cuál es la razón del nuevo rumbo de DeMarco?

Parte del nuevo enfoque tiene que ver con su mudanza a Los Ángeles en 2016, donde dejó la música de lado mientras se adaptaba a la nueva ciudad. "Estuve tres o cuatro meses adaptándome", recuerda. "Debido a que tenía más paz en ese sentido, me liberé del rol de borracho-que-toca-y-sale-de-fiesta-a-diario. Tener un gran espacio de tiempo alejado de todo eso cambió mi manera de ver las cosas. Por lo general, suelo tener un mes para desconectar y no me da tiempo a descomprimirme y pensar las cosas, o darme cuenta de según que. ¡Ah! y tengo una familia. No sé, cuando tienes mucho tiempo libre, retrocedes un poco y analizas lo que está pasando en tu vida. Maduras un poco sin realmente notarlo".

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Escribir intermitentemente en 2016 entre Nueva York y L.A. coincidió con noticias sobre la enfermedad de su padre, que en ese momento estaba dando un giro a peor. Esto está documentado en Watching Him Fade Away, la canción con la que cierra el nuevo disco, que también es el momento más emotivo del material. El padre de DeMarco rara vez estuvo en su vida. Propenso al abuso de drogas y alcohol, aparecía cada cierto tiempo a medida que su hijo crecía, pero nunca como parte central de su formación. Las canciones de Mac han relatado esto antes, pero en This Old Dog, y Watching Him Fade Away en particular, se enfrenta con la idea de despedirse de alguien que rara vez estuvo allí desde el primer día.

"Y a pesar de que apenas se conocen, aún duele, ver cómo se desvanece", canta, destrozado entre la cama en la que se encuentra su padre y la puerta de salida. Es la canción más honesta y desgarradora de Mac hasta la fecha. "Lo curioso es que ahora se ha recuperado", dice, riéndose incómodamente. "No pensé que iba a oír estas canciones, sin importar si todos los demás las escuchaban. ¡Pero ahora las escuchará! Probablemente reciba una llamada bastante interesante en algún momento".

El verdadero Mac, con verrugas y todo, aparece constantemente en este disco. Ambas partes están acorraladas por canciones efímeras y serias. Watching Him Fade Away concluye la segunda mitad, mientras que Sister —un homenaje conmovedor a su medio hermana Holly— cierra la primera. También está Moonlight on the River, una canción en la que parece hundirse profundamente dentro de su psique con siete minutos de duración, la mitad de los cuales se escucha a DeMarco gritando con un amplificador. "Eso fue como a las 4 de la mañana, yo solo en mi estudio, fumando y riéndome como un imbécil. Fue una escena extraña".

Cuando salimos de la tienda de bagels, Mac empieza una conversación con un hombre sin hogar que se encontraba fuera, a quien entrega un billete de 10 libras una vez que ha buscado cambio en sus bolsillos, antes de meter su guitarra acústica en un taxi para ir a su concierto. Volviendo al disco, añade: "Estas canciones son personales para mí, pero si alguien que las escucha no conoce mi historia, no entenderán una buena parte. Son lo suficientemente vagas como para que no sepan de qué estoy hablando, pero podrían conectarse a ellas de otras maneras. Esa es otra filosofía mía en cuanto a la composición de canciones —mantener lo simple, lo estúpido".

*Mac DeMarco tocará en el festival Primavera Sound el 2 de junio en Parc del Fòrum, en Barcelona, y estará de gira a partir de mayo.

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