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Música

Un movimiento de avance: Lo nuevo de Óscar Coyoli te volará los pinches intestinos

Un video de 360º que también es un videojuego que en realidad es un viaje contemplativo por mares y montañas de hermoso glitch pero que sobre todo es una maravillosa canción de Coyoli.

foto de Oz Villanueva

Hay una sombra blanca dadora de luz entre los circuitos que generan música dentro de la Ciudad de México. Se llama Óscar Coyoli, un cabrón inconforme, de sensibilidades extremas, batallas y misterios, así como de una cualidad única para convertir las imágenes en sonidos y viceversa. Un puto mago.

Envuelto en un mundo donde viven por igual la música francesa, el ambient, el folk, el ruido y la música de cámara, Óscar Coyoli hizo su primer entrega en 2007, un EP llamado Una tarde de domingo en la isla de la Grande Jatte conformado por cuatro piezas inspiradas en pinturas de Georges Seurat, Paul Klee y Pierre Bonnard. Cinco años después le dio vida a Bemót, bajo la producción de línea fina comandada por Juan Manuel Torreblanca: Ua belleza que deberías estar escuchando en este preciso momento en vez de… los grupos de siempre.

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Ahora Óscar Coyoli ha regresado con una pieza titulada "El Mar Valiente", una canción que puede (y debe) experimentarse a través de un videojuego desarrollado por Galamot Shaku, game developer mexa de alta alcurnia a quien Óscar conoció en clases de japonés y cuya obsesión por Castlevania permitió que forjaran una gorda amistad.

En este video interactivo/contemplativo que logró reseñas positivas en Rock, Paper, Shotgun, blog británico especializado en videojuegos, el usuario se sumerge en un mundo post apocalíptico abundante en glitch e imágenes alto estremecedoras (como esqueletos gigantes, lava y lluvia de estrellas). No matarás zombies ni rescatarás princesas, pero podrás experimentar la música de Óscar Coyoli de una forma poco ordinaria (y bastante eficiente con unos ajos encima). Además, "El Mar Valiente" también significa uno de los usos experimentales más afortunados en la explosión reciente de videos en YouTube que usan las posibilidades de los 360º.

Platiqué con ellos acerca de la desaparición de Coyoli, la colaboración como su nuevo algoritmo creativo y el mundo gamer independiente.

¿Oye Óscar, por qué desapareciste de la escena musical?
Óscar Coyoli: La música en mí, soy yo. Mis vivencias se desarrollan en ese gran misterio, soy incapaz de explicarme de otra manera. Mi cuerpo no conoce otro vocabulario más íntimo y congruente. Entonces, todo lo que lo rodea, me es de gran importancia. Pienso en la música como el único momento puro, limpio de humanidad. Las furias, las musas, las desgracias; la única patria que pueden conocer. Cuando el entorno no es coherente, me siento profundamente incómodo, y es este sentimiento que me ha llevado a escapar, a correr del mundo.
Los círculos que rodean a las expresiones artísticas, viven pervertidos, chuecos: La importancia se pone en el poder. Ridículo. Por eso me alejo. Puedo vivir en mundos superfluos, puedo navegar entre envidias, robos y mierda; pero a la música - el arte - quiero mantenerle siempre limpia. Los momentos en que me alejo, son cansancio, periodos que me han ayudado a ahogar el canto de las sirenas, para no perderme en un mar infinito de deseos e ideas incoherentes a mi camino.

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Con "El Mar Valiente" nos presentas una manera inédita de experimentar tu música ¿Es esto un regreso oficial de Coyoli?
OC: No pienso en esto como un "regreso a", sino como un movimiento de avance, una afirmación de lo que soy, puede parecer una aclaración boba, pero ya no es Coyoli. Soy Óscar Coyoli: no una idea vaga, no un músico experimental, no un músico pop. Soy yo y quiero que este nuevo paso sea una explosión, quiero movimiento: crear piezas que amplíen las posibilidades de mi música, alimentar y crecer su universo a través de la colaboración con artistas/mentes de diferentes mundos; quiero explorar territorios nuevos y absorber todo lo que se pueda en el camino. Quiero una visión mutable y dinámica, jamás estática.

foto de Óscar Villanueva

¿Qué pedo con este material visual que hiciste especialmente para la pieza de Óscar Coyoli?
Galamot Shaku: Llevo un rato clavado en el desmadre de videojuegos independientes y me mama porque es un medio que todavía da para un chingo de cosas, sobre todo porque creo que es una plataforma donde puedes hacer lo que sea y nadie te va a venir a decir que está mal porque todavía no hay reglas tan establecidas".
En 'El Mar valiente' el usuario se sumerge en un mundo de glitch post apocaliptico, la transición entre la vida y la muerte virtual.

Soy un neófito en el arte del videojuego, y por lo tanto de todo lo que sucede en el circuito independiente gamer ¿Me puedes dar un pequeño panorama de este mundo que he ignorado con empeño?
GS: Ha pasado como en la música de que el término indie no quiere decir demasiado. Comenzó por ahí del 2006 cuando sacaron un documental que se llamaba "Indie Gamer Movie", y que era de toda esta banda nueva que de pronto estaba haciendo videojuegos on a budget, ya sabes, dos güeyes en casa de su mamá. De ahí explotó y un chingo de banda se quiso subir al tren, ahora puedes decir también que un güey que está haciendo una copia de Flappy Bird para celular también es un desarrollador independiente. En ese momento era más como una etiqueta para contenidos diferentes y gente que hacía videojuegos no necesariamente violentos o con un trip más clavado y que intentaba a ser más artístico.
El trabajo que hice con Coyoli es un punto intermedio que quizá le pueda gustar a la banda gamer, que luego son bien corrosivos. Fue mas hacer un experimento visual con el pedo auditivo.

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autorretrato de Galamot, vía

Una de las piezas fundamentales para esta nueva etapa es Camille Mandoki, música experimental, cantante y productora ¿Cómo se dio la colaboración con ella?
OC: Desde que conozco a Camille he querido trabajar con ella. Es una artista de quien quiero aprender, a la cual admiro y por quien siempre he sentido una fuerte afinidad. Musicalmente hablando (con todo lo que eso pueda abarcar) no existe persona que me comprenda mejor. Es por esto que busqué su ayuda para grabar / producir "El mar valiente".

¿Qué sigue ahora para Coyoli? ¿Qué nuevas colaboraciones están tocando a tu puerta?
OC: Terminé de escribir un nuevo bloque de canciones y comenzaré a grabar "Le fantôme" (Ep de 3 o 4 canciones -aún no estoy muy seguro-) con Camille Mandoki y "L'histoire des adieux" (Ep de 5 o 6 canciones) con Ricardo Ramírez, quien es parte de una banda bien, bien padre llamada NADA y que está detrás de Radio Transnacional; la visión que tiene sobre la música siempre me ha sorprendido por su honestidad e integridad y ni qué decir de su creatividad, que se extiende a diferentes ámbitos sin dificultad alguna.

¿Qué estás buscando con estas colaboraciones?
OC: Crecer y experimentar. Nuestro vocabulario carga toda la cultura que traemos y cuando empiezas a aprender otros lenguajes, por ejemplo inglés o francés, estás aprendiendo también de todas esas culturas, estás jalando ideas o conceptos que están detrás de esas palabras y siento que es lo mismo cuando estás haciendo este tipo de colaboraciones con otros lenguajes que no son la música: empiezas a darle otras dimensiones y otras cargas y otros conceptos a lo que estás haciendo… nada está realmente escrito en tierra, todo se trata más de experimentar… y finalmente es lo más importante…ningún fin importa más que lo que puedas hacer a través de desarrollos y a través de experimentación, eso es lo único que importa, crecer en eso. No sabes si lo que vas a hacer es una tontería o no, pero ya lo hiciste y ya aprendiste cosas buenas y cosas malas.

Óscar Coyoli se presentará junto a Luisa Almaguer (a.k.a. Lowboy) el próximo 10 de septiembre en la Universidad de la Comunicación en el Festival Friendstival. Es entrada libre y seguro estará más cabrón que cualquier cosa que decidas hacer ese día.

Galamot Shaku está impulsando una fondeadora para dar por terminado un nuevo proyecto llamado "Broken Reality", un videojuego psicodélico que se desarrolla en el vasto mundo del Internet. Vas.