Lo que las celebridades ordenan en Golden Corral

La mayoría de la gente no quiere admitir que come en el Golden Corral (una cadena gringa de restaurantes tipo buffet), a pesar del hecho de que tiene una variedad innegablemente deslumbrante de alimentos para satisfacer los deseos secretos y particularidades de cualquier tipo de comelón. A continuación, hemos catalogado platillos elaborados por algunos de los más famosos asistentes en Golden Corral.

Daniel Day-Lewis

Daniel Day-Lewis construye comidas, estructuralmente, comenzando con la pizza de los niños. El cajero le entrega un vaso de plástico rojo de Sierra Mist, Day-Lewis se niega a sentarse en la mesa con su familia hasta que se toma la Pizza Korner del buffet. Los ojos le brillan y las rodillas le tiemblan, mientras añade a su pizza insípida ingredientes que según él son avant-garde, con sabores adquiridos después de décadas de investigación en Golden Corral o —a veces— concedidos a él por Dios, en momentos de epifanía.

John Kerry

John Kerry no puede ayudarse a sí mismo. ¡Mira toda esta mierda! ¡Este lugar es muy divertido! John Kerry se pone tan nervioso solo de estar tan cerca del buffet que no puede dejar de contemplar todas las opciones, con la boca abierta mientras sostiene su plato tan fuerte que a veces se rompe por la mitad. Entonces, una vez que toma su comida, por cierto elegida impulsivamente pero intuitivamente de las vastas opciones usando los dedos en lugar de las pinzas, de nuevo en la mesa le resulta difícil incluso comer lo que se sirvió. Se sienta y sonríe y espera y piensa y se sienta y se frota los pies debajo de la mesa. ("¡Hoy no usaré los zapatos!" le dice a su esposa camino al restaurant. "Ya sabes, como en Asia".) ¡Qué sensación! ¡Qué mundo!

Danny DeVito

Danny DeVito, como ya se sabe, sólo come alimentos de color beige o blanco. Su joven e inexperto asistente de buffet, quién corría por sus platillos, fue despedido por la inclusión de una yema de huevo irritantemente amarilla en su cuarto platillo.

Kanye West

Kanye West toma un plato de pastel con helado y se sienta y mira cómo se derrite esa mierda en un charco. Una vez que se derrite, le señala al camarero para que se acerque a la mesa y retire ese maldito platillo de su cara. Luego va al baño y se lava las manos y la cara con el agua más caliente que tengan mientras se mira en el espejo del baño. Luego sale y lo hace de nuevo. Dos horas, 17 pasteles y 80 galones de helado después, se va y deja una propina de 30 mil en efectivo.

Cat Power

Chan Marshall, de Cat Power, pela las horribles e insípidas capas de los pasteles de melocotón, ya que es la comida más cercana y equivalente al vacío. Ella toma con tristeza las capas de los pasteles hasta que el higo cae del tenedor y le pregunta en un susurro por qué hace sus enfermedades tan "vistosas" y "perjudiciales" para todos a su alrededor, lo que finalmente le permite a ella que se sienta como en casa.

Willie Nelson

Willie Nelson no sabe por qué se siente obligado a detenerse e ir a cualquier Golden Corral que ve en su camino, eso se ha convertido en un problema. Ha perdido citas médicas, bodas, conciertos… y siempre se encuentra sentado allí en la luz amarilla extraña de un establecimiento de comida en la que ni siquiera le importa a comer. Una vez que está sentado, se encuentra con que no puede obligarse a levantarse hasta que cierre el lugar, así es como es empujado a salir con el estómago vacío en la noche oscura. Nunca falla, al final de su estancia, ya le han ofrecido cantidades desmesuradas de vasos de agua, lo que resulta en nuevos vasos llenos para que coincidan con los que aún hay que beber, cada uno de los cuales Willie Nelson agradece a su mesero con amabilidad, mientras que en realidad en el fondo está enojado.

Walt Whitman

Walt Whitman sólo está interesado en algodón de azúcar. Su mujer le implora llenar un platillo con un poco de cena real, una orden que finge no entender. El púber asignado para atender la barra de postre y máquina de algodón de azúcar,  finge no oír a Whitman cuando pregunta qué más se puede hacer en la máquina.

Joel Osteen

Joel Osteen come en silencio, sin utensilios, frente a una pared. Su familia espera afuera en la camioneta y tendrán que comer lo que ellos pueden encontrar.

Martha Stewart

Martha Stewart come sola en el Golden Corral. Ella come sopa de almejas decorosamente en un pequeña copa de melanina, y luego vuelca la copa sobre pan, papas fritas y gelatina roja, y termina con hígados de pollo fritos. Ella sabe que el calor, y la sopa grasosa derretirá la gelatina, y todas las combinaciones de alimentos imitan la succión que vio deslizarse por el tubo que su cirujano utilizó en ella durante su última liposucción, un patrón de mármol blancos, tintos y rosados que la hizo sentirse orgullosa de esa creación más que cualquier otra cosa, más que cualquier pollo asado con limón y romero que ella ha hecho. Esto fue un arte hecho por su propio cuerpo, un patrón de colores que se manifiesta totalmente de su espíritu y ella va a la búsqueda de nuevo para comer y mantener en ella, una cosa hermosa.

R. Kelly

R. Kelly le gustan los ingredientes para ensaladas. Sólo los que se ven limpios, nada de los que un bebé mocoso ha estado excavando. El betabel es una gloria. A Kelly le gusta ponerse siete chícharos, que cuenta con un par de pinzas de oro especiales con la fecha estampada que usa cada vez que va al buffet. El aderezo para ensaladas se debe aplicar con moderación, ya que esa mierda va a joder el físico, R. Kelly piensa que es asqueroso cuando dos alimentos se empalman en el plato, eso es desagradable. R. Kelly, oculta la semillas en una servilleta porque no quiere ser considerado como alguien que desperdicia la comida, o como un mojigato. El jamón, eso no se come. R. Kelly se lleva el jamón en una bolsa a su casa y lo añade a su colección jamón.

David Lynch

David Lynch tiene un plato azul. Luego regresa el plato azul en su lugar. Toma el plato de nuevo y lo mira con sus lentes. Regresa el plato y toma un plato rojo. Él decide que el rojo es correcto. Se acerca a la barra de carne donde un hombre con una bata blanca le pregunta en qué termino quiere su bistec. David Lynch le pregunta si le puede servir una pieza cruda. El cocinero le dice que no está permitido.

David Lynch se pregunta por qué eso no está permitido. El cocinero explica que si un cliente se enferma, sería culpa de Golden Corral. No voy a comer la carne, dice David Lynch. Sólo quiero sostenerla con mis manos. ¡¿Qué?! dice el cocinero. ¿Qué nunca has sostenido un bistec en público?, pregunta David Lynch. Tose y se ajusta la corbata. Pregunta en voz alta si acaso hay justicia en este mundo. Nadie responde. La gente lo está mirando. David Lynch dice que está bien, que él supone que va a tener que tomar el bistec cocinado —puta mierda— asado, ya qué. Él está allí mirando fijamente a un lado del cocinero, esperando mientras las prensas caen en la carne sobre la parrilla para asarlo. Él deja caer la carne en el plato de David Lynch. David Lynch agradece al cocinero y camina con la carne al bote de basura más cercano, deja caer la carne en el bote. Luego entra y permanece durante algún tiempo en frente de la zona de buffet detrás de las otras personas que toman sus alimentos, viendo quién toma qué. Cuando la fila baja, da un paso hacia la barra y toma un solo tazón de maíz para la ensalada, cuidadosamente, toma un recipiente seleccionando, uno enterrado debajo de un montón de otros similares, es uno en particular. Él pone la tazón en el plato de carne aún adornado con jugos cárnicos. Él lleva el tazón de vuelta a su mesa y se sienta frente a él, haciendo pucheros, susurrándole al tazón.

Axl Rose

Axl Rose sólo confía en elote y elotitos.