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La Cándida Vándala presenta

La Cándida Vándala presenta: el ritual ilustrativo de La Secta

Este grupo de pastusos nos traen a los muros bogotanos una serie de rayones sombríos y uniformes, llenos de tipografía experimental.

DOHS, MUUR y GAVILÁN son dos diseñadores gráficos y un publicista que vienen desde Pasto a comerse la escena del arte urbano bogotano. Con influencias del ocultismo, La Secta pinta personajes que van desde lo cómico hasta lo oscuro, contrastando la sencillez de sus trazos con tipografías experimentales y deleitándonos con composiciones tan atrayentes como sombrías.

Al ritmo de algunas canciones puestas al azar, hablamos de las dinámicas de la calle, de cómo han llevado su proceso de conformación y de las razones por las que quieren llenar las paredes de terror.

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Esto le dijeron a VICE.

Cuando decidieron salir a la calle a pintar el espacio público ¿qué los inspiró a hacerlo? ¿Cómo nació La Secta?

DOHS: Desde antes de empezar a estudiar conocimos cómo funcionaba la calle. Partimos desde el tag hasta buscar cómo se hacían cosas más elaboradas, investigamos y lo pusimos en práctica.

Manejan una temática medio oscura, ¿de dónde viene la idea?

GVLN: Es un gusto y una burla a la vez.

DOHS: El nombre de La Secta surgió casualmente, pero también está vinculado a nuestros gustos por el esoterismo y el ocultismo. Llevamos un año establecidos como grupo. Nuestra primera pinta fue en un bowl de skate en Pasto y desde ese día arrancamos juntos.

GVLN: Mi gusto por las cosas oscuras surgió en parte por llevar la contraria en situaciones que sucedieron en mi vida desde que era pequeño, como que mi entorno fuese muy religioso e intentaran meterme la iglesia por los ojos. Tal vez esto es una forma de revelarme e imponer una forma de pensar.

Hay un lío ahí entre los que pintan: unos se van por el graffiti y otros por el muralismo, ¿dónde están ustedes?

MUUR: No nos encasillamos a trabajar solo una cosa, trabajamos con lo que se nos venga a la cabeza.

DOHS: Como no nos vamos por ninguna de las dos corrientes, se nos ha facilitado la exploración de varias técnicas, desde aerosoles y vinilos hasta carteles y engrudo.

GVLN: Utilizamos las herramientas que nos sirvan para cada cosa. Esto es cuestión de exploración y creación.

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Hay que construir una unidad gráfica. Sin embargo ¿qué parte de cada uno de ustedes se refleja en La Secta?

GVLN: Nuestro aporte es más bien individual, pero el entendimiento entre nosotros hace que generemos unidad en una pieza, aun cuando trabajamos tres estilos diferentes.

MUUR: La expresión de cada uno impregna lo que pintamos, y de alguna u otra manera termina funcionando en conjunto.

DOHS: Igual, la idea siempre se pone en común para hacer una retroalimentación sobre los temas que vamos a tratar y lo que vamos a aportar.

¿De dónde toman referencias para generar contenido?

MUUR: La música es el punto en común más fuerte entre nosotros.

DOHS: Escuchamos desde black metal hasta salsa.

GVLN: Tomamos la música como un concepto global, no solo como cuestión de género.

Y la reflejan en lo que hacen…

MUUR: Gráficamente, también nos apoyamos en algunas películas de terror y sacamos texturas de allí.

¿Hay alguna especie de simbología oculta?

DOHS: Por mi parte la relación es más que todo visual.

La presencia de las obras en un contexto como la calle abre las posibilidades de interpretación de la audiencia ¿qué reacciones esperan que la imagen despierte en las personas que ven su trabajo?

MUUR: Dentro del rechazo que pueda generar la temática de un muro, el hecho de que esté estéticamente bien construido cambia la percepción que se tiene de él, y eso es lo que nos interesa que noten los que nos ven.

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¿Cómo son los rituales de pintura en La Secta? ¿Qué dinámicas de trabajo manejan?

MUUR: Nada del otro mundo, solo nos sentamos una tarde a tomar pola, tiramos ideas sobre lo que vamos a hacer y lo hacemos.

DOHS: Tampoco nos enfrascamos en que tiene que salir algo, simplemente fluye.

¿Y las pintas ilegales?

MUUR: Ahí hay toda una dinámica de que unos tapan a otros y es muy fácil enfrascarse en una pelea por el espacio.

DOHS: En Chapinero uno ve que dentro de la movida ya hay territorios, y como nosotros somos foráneos, respetamos eso.

MUUR: Precisamente, buscamos no tapar a nadie para que no nos tapen a nosotros.

En la calle hay que ser rápido…

DOHS: A veces, cuando uno está dibujando y se da cuenta de que algún personaje o algún trazo le salió rápido, piensa en llevarlo a la calle, visualiza las cosas y se lo imagina afuera. Uno ya tiene información en la cabeza que le permite planear en dónde se vería chévere y en cuánto tiempo lo saca.

MUUR: Todo parte de lo inesperado y del momento. Como que uno está sin hacer nada por ahí, escuchando salsa, y si se le ocurrió un salsero satánico, lo dibuja y sale.

Los chicos de la Secta sacaron también un fanzine llamado Surcrónico, en donde reseñan personajes de la mitología nariñense en colaboración con otros ilustradores, haz clic aquí para verlo y dales like en su página de Facebook.