Foto: Lucas Rodríguez | El Espectador
Por Joseph Casañas, 'El Espectador'Con su gesto lo dijo todo. Jaime Garzón, personificando a Heriberto de la Calle, lo volvió a hacer. Se burló de la política colombiana 19 años después de que lo asesinaran. “Centro Democrático es confianza”, dice la valla del movimiento político. La mueca de Jaime, como entre preocupación y sorpresa, parece responder a ese enunciado.VICE Colombia reproduce este artículo en el marco de su alianza informativa con el diario 'El Espectador'. Vea la nota original aquí.
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Lea también:En este sentido, Federico Montealegre, otro de los artistas que trabaja en la obra, señaló en el diálogo con El Espectador: “Mucha gente del partido del Centro Democrático ha estado escribiendo que Jaime Garzón es un guerrillero que daría lo mismo haber pintado a Timochenko. Pero, de alguna forma lo que queremos mostrar es eso, que la memoria es un proceso sobre cosas reales, no ficticias como lo quieren hacer ver”.Oscar Heredia explica que la obra busca tener varios significados. “Los que la ven de cerca piensan una cosa y los que la ven de lejos, la obra les comunica otra cosa”.Y la pregunta que muchos se hacen: ¿Se puede vivir del arte? Con un contundente si, Federico Montealegre responde: “Se puede vivir del arte porque es una posibilidad de actuar y de encontrar una posición bien fundamentada frente al proceso de ciudad”.Como lo fue Jaime, Montealegre suele ser crítico. Habla de la novela que en enero de 2018 estrenará el canal RCN sobre la vida de Jaime Garzón.“Nuestro trabajo es con respeto. No es coger hacer una figura que tuvo un valor en la sociedad solo porque sí. La novela no va a aportar mucho a la construcción de la memoria. La novela solo utilizará la imagen para ganar rating”, sentencia.