¿Qué hay detrás de “El juego del calamar”?
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¿Qué hay detrás de “El juego del calamar”?

Por qué una serie mainstream, con una crítica social mundial, es el éxito del momento.

Esta serie inspirada en juegos infantiles coreanos resultó ser uno de los grandes éxitos del momento. “El juego del calamar” se estrenó el 17 de septiembre en Netflix y en pocos días logró posicionarse como una de las series más vistas en el mundo.

En esta historia distópica el instinto de supervivencia es crucial. La trama se centra en 456 competidores que tienen un factor en común: todos tienen problemas económicos, deudas que les están arruinando la vida y amenazas financieras que no los dejan en paz. Los participantes se encuentran desmoronados emocionalmente por su situación actual. Entonces, para salvar su realidad, son convocados para jugar por dinero arriesgando su vida. Si bien ellos conviven en un mismo espacio y firman un contrato simple sobre el compromiso a jugar, todos tienen la libertad de abandonar el sitio sin la posibilidad de ganar el premio de 45.600 millones de wones (38.4 millones de dólares).

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La trama principal destapa una premisa que ya hemos visto en otras obras anteriores. Battle Royale (2000), The Hunguer Games (2012) o As the Gods Will (2015) también develan una gran desigualdad en la distribución de la riqueza y esto es evidenciado mediante la supervisión del poder y el sistema capitalista que nos rodea. Sin ir más lejos, también lo anticipó George Orwell en su novela 1984, donde una sociedad es manipulada y vigilada a través de aparatos tecnológicos.


¿Por qué se llama El juego del calamar?

En la primera temporada de nueve capítulos, los jugadores deben superar seis pruebas. Todas están basadas en juegos infantiles típicos de Corea y de otros países del mundo. El sexto y último que deben afrontar los supervivientes se llama Juego de Calamar, un juego que se popularizó en Corea en las décadas del 70 y 80. Sus reglas las explican al inicio del primer episodio: “Se necesitan dos grupos, los atacantes y los defensores. Cuando empieza el juego, los defensores pueden moverse con los dos pies dentro del calamar, mientras los atacantes solo pueden correr con un solo pie sobre el suelo fuera de las líneas. Pero si un atacante supera a un defensor y consigue atravesar el calamar tiene la libertad de moverse con los dos pies y gritar 'Inspector real', ahí empieza lo bueno de verdad. Para ganar, los atacantes deben tocar el pequeño espacio cerrado de la cabeza del calamar con sus pies. Pero si los defensores consiguen empujarte fuera de la línea del calamar, morís”.

Tanto en la última prueba como en las anteriores las reglas son simples y la premisa principal se repite en diferentes ocasiones: a diferencia del mundo exterior, a la hora de jugar todas las personas son iguales y les da la misma oportunidad de ganar.

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La historia detrás de la serie

El director y guionista de El Juego de Calamar se llama Hwang Dong-hyuk y cuenta que tardó 13 años en resolver su estreno. El guión lo escribió en 2008 y estaba pensado originalmente para un largometraje, hasta que, finalmente, lo adaptó a una primera temporada de nueve capítulos. 

El director surcoreano sostuvo que esta serie se trata de una representación de la sociedad capitalista altamente competitiva donde cada vez más personas se arrinconan sin esperanza para el futuro. Por otra parte, también contó que para escribir el guión se inspiró en las historietas japonesas “Battle Royale”, “As the Gods Will” y “Alice in Bordeland”, cómics que, según él, leía en su infancia y tenían algo en común: tratan de personas económicamente desesperadas que participan de juegos para salir adelante.

En El juego del calamar las historias de los personajes han permitido que el público global pueda empatizar fácilmente. Si bien existen cuestiones externas que no resultan demasiado interesantes por su poca profundidad de guión, como una investigación policial y el tráfico de órganos, el director logra hipnotizarnos bajo la idea de tomar los juegos infantiles y convertirlos en juegos de supervivencia de una manera grotesca y escalofriante.

Según una entrevista que le hicieron a Hwang Dong-hyuk en KoreaTimes, parte de su éxito se basa en la historia de los protagonistas, "otras series o películas de géneros similares siguen a un héroe que resuelve acertijos difíciles para convertirse en un ganador. Pero esta serie es una historia de perdedores. No hay ganadores, ni genios, sino una persona que da cada paso hacia adelante con la ayuda de otros”.

En esta serie, el director y guionista intenta darnos una lección de vida, preguntarnos sobre la solidaridad, la honestidad y nuestro grado de fidelidad ante un grupo de compañeros que se encuentra exactamente en el mismo sitio y yendo por el mismo objetivo: la supervivencia.