Nick Mulvey: música onírica espiritual, viajes por Latinoamérica y su primer concierto en México

Fotos tomadas del Facebook de Nik Mulvey.

Nick Mulvey es una de esas criaturas musicales que sólo Inglaterra sabe hacer. Su álbum se llama First Mind y me enamoró desde el primer minuto. Hace poco dio su primer show en México y tuve la oportunidad de platicar con él sobre sus influencias, su nuevo disco, su paso por La Habana y Oaxaca, el material en el que trabaja actualmente, su música en general y la comida mexicana.

Ver a Nick es ver la personificación de su música. Esa misma vibra ligera—pero profunda—que tienen sus rolas es la que tira él en cada movimiento y gesto que hace. Quién diría que el bato que se deja sorprender por cada detalle del salón al que va entrando, ha estado nominado dos veces al Mercury Music Prize, uno de los premios más importantes de la música inglesa. Con eso en mente, los ojos se me hicieron corazoncitos y le lancé la primera pregunta.

Noisey: ¿Cómo te describirías a ti mismo en relación a tu música?
Nick: Yo soy un compositor y un cantante de Londres. Como artista mi interés ha sido siempre escribir canciones y composición clásica, sobre todo del tipo de música repetitiva, que se vuelve hipnótica; siempre he amado la cualidad hipnótica de la música, de la música africana, de la música minimalista o la clásica-moderna. También de la electrónica. Donde todo esto se encuentra, es donde a mí me gusta estar.

Cuéntame de First Mind, lo he estado escuchando y siento que es un sueño dentro de otro sueño.
¡Totalmente! Es mi mundo interno. First Mind tuvo un largo recorrido, empecé a escribir las canciones cuando aún estaba en Portico Quartet; seis años de mi vida están en ese álbum. Musicalmente es mucho acerca de tocar la guitarra, mostrar mis influencias africanas, además de otros compositores, como Paul Simon y Nick Drake, junto con mi necesidad de hacer letras. Creo que son canciones espirituales. Y es gracioso porque ahora estoy trabajando en mi segundo álbum y han pasado años del primero, así que puedo sentir íntimamente lo que me gusta y lo que no me gusta, lugares en los que quiero crecer. Es una relación bastante compleja la que tengo con este álbum.

¿Qué está cambiando en este segundo disco?
En mi primer álbum, por ejemplo, inconscientemente quería hacer cosas muy complicadas. Hacía algo así como súper metáforas. Ahora quiero escribir cosas mucho más simples, un discurso común, decir las mismas cosas pero de manera más ligera, ¿sabes? Ahora estoy experimentando también en moverme más allá de las estructuras comunes de las canciones. Además tampoco necesito probar que sé tocar la guitarra. En mi disco anterior todas las canciones inician con guitarras complejas porque me encanta, pero también de algún modo por una necesidad de compensación, de mostrar que sé tocar. Es algo que no necesito ahora y se siente bien.

Entiendo que estuviste una temporada estudiando en Cuba. Cuéntame de eso, ¿cómo fue? ¿conocías antes música latina o por qué Cuba?

Fue una experiencia increíble, para mí fue el inicio de mi vida como músico, era joven, tenía dieciocho, un amigo me dijo que había una escuela genial en La Habana y que tenía que ir, así que tomé el vuelo y llegué a tocar a la puerta de la escuela, fue en el 2004 y me quedé más o menos ocho meses. Fue una etapa muy formativa porque tocaba todos los días y era un sistema muy estricto, eso era difícil para mí ya que siempre he sido muy autodidacta y ellos eran muy técnicos y académicos. Así que tocaba todo el día, todos los días, igual que los demás chicos que estaban ahí.

Me sentí muy cómodo estando fuera de mi cultura, me hizo sentir hambriento acerca de la música fuera de mi cultura. Siempre estuve interesado en la música africana, eso fue lo que me llevó a conocer música latina: cubana, colombiana, brasileña. Aunque no sabría decir realmente por qué Cuba, recuerdo, por ejemplo, de mis padres Buena Vista Social Club, de una manera u otra esto siempre ha estado en mi vida. Siempre he amado estos ritmos enérgicos. Aún ahora amo el ritmo.

¿Qué disfrutas más: la creación de un álbum o dar shows?

Son partes distintas del proceso. Grabar es demasiado divertido, me vuelve loco, encuentro tantas experiencias en crear, es la vida, es el misterio, es algo a lo que hay que reaccionar. Pero tocar en vivo es esencial, lo amo, es una parte muy importante de mi vida. Espero siempre tener ambas.

¿Cuándo fue la última vez que estuviste en México?
Estuve en el 2012 porque un amigo mío estaba aquí haciendo una película. Luego fui a la Sierra de Oaxaca y querían hacer un programa de tutorías con músicos de todo el mundo, de pronto me llamaron para preguntarme si quería venir a dar clases de música a México y claro, dije que sí. Fue increíble pero muy difícil.

¿En esa visita tocaste en México?
No. Ésta será la primera vez.

¿Cómo te sientes al respecto?
El público mexicano tiene una gran fama, todo mundo que toca aquí habla de cómo son un público hambriento, con energía muy fuerte.

Lo somos.
Sí, ¿verdad? Lo creo. Estoy muy feliz de estar aquí. Creo que es el inicio de algo nuevo.

¿Cómo va hasta ahora tu estancia en México?

Comiendo muchos churros, chocolate y tacos. Todo tipo de tacos. Todo el tiempo tacos. Me encanta.

Me di cuenta que el tiempo se me estaba terminando y todavía quería preguntar muchas cosas; Nick es una persona con la que se podría charlar todo el día sin aburrirse. Como “¿te casarías conmigo?”, no era una opción viable, le pedí que hiciéramos un juego de asociaciones:

Si tú música fuera un objeto, ¿qué sería?
Sería algo orgánico… Un árbol, creo.

Y si fuera un color y un personaje.

Hay muchos colores. También se trata de diferentes personajes en distintos momentos, por ejemplo algunas veces es meditativo, a veces es de lamento, porque la música es de algún modo mi terapia, así es como expreso mi dolor, e igual a veces es mi personaje en alegría. Y colores… Soy tan sensible a los colores, para mí son tantos, que sería difícil decir.Yo creo que es verde, azul cálido y gris lluvioso.

Verde. Qué lindo. Para mí hay una canción que es exactamente de ese color (señala una foto que va del rojo al anaranjado). ¿Hay algo más que quieres decir?

Sólo que realmente quiero conocer a los fans mexicanos. No sé qué esperar, pero tengo muchas ganas de hacer nuevos amigos acá.

Además en México amamos a los músicos británicos.

Sí, ¿verdad? La vez pasada que estuve aquí estaba tocando Roger Waters y me di cuenta que les encantaba.

Claro, ¿en qué lugar no aman a Roger Waters? Y neta que a este británico es fácil amarlo. Si no han escuchado a Nick, háganlo ya. Y bueno, si ya lo escucharon, pónganle play otra vez.