The Bug es un punk

La primera vez que supe de la existencia de The Bug fue por el track ["Catch a Fire"](Error! Hyperlink reference not valid.), con la voz de Hitomi repitiendo "life is cruel". Aquellos beats me acompañaron por semanas durante viajes eternos en metro mientras cruzaba la ciudad de noche. No podía haber mejor soundtrack a mis días que ese. A partir de ese momento se convirtió en un delicioso enigma y cada vez que lograba cruzarme con información sobre su persona la valoraba como oro. El misterio que enmascara a algunos talentos es a veces tan exquisito como los mismos sonidos que producen.

Durante una visita reciente del productor británico a México, logré charlar con él.

¿Cómo empezó tu camino en la música?

Mucha de la música que significaba mucho para mí de niño, era punk donde el bajista era el instrumento líder, lo cual era probablemente inusual para esa época. Gente como Jah Wobble de Public Image Ltd, Youth de Killing Joke, Peter Hook de Joy Division, bandas miserables que tenían bajistas inspirados por el reggae. En esa época también escuchaba a un DJ de reggae llamado John Gill, que siempre estaba tocando reggae. Supongo que ahí nació mi atracción por las líneas de bajo rasposas.

¿Percibes el reggae como un camino pacífico para seguir?

No veo al reggae como pacífico, lo veo como música revolucionaria que detonó el roots, que es de donde la mayoría del dub, como lo conocemos ahora, nació. Viene de una época de guerra en Jamaica. No necesariamente veo al reggae como el cliché del hippie marihuanero tripeando. Lo veo más como música que enciende el alma. Para mi la música que significa más, es aquella que tiene ese fuego dentro, independientemente si es reggae de Jamaica de los 70, hip hop de los 80, post punk de Londres en los 70 y 80, free jazz de finales de los 60 o incluso jungle de los 90 en el Reino Unido. Me gusta la música que te enciende. Obviamente puedo escuchar música del tipo más profundo y ambiental, pero para mí el reggae que es únicamente sobre "buena vibras", no fue lo que me inspiró a hacer la música que hago. Si tuviera que escuchar algo en un club por siete horas, sería reggae porque tiene muchas variaciones, desde dub al raga al roots y muchas más.

¿Cómo vives tu música?

Es terapia, y espero que para otras personas también. Para mí es un mundo jodido el que nos rodea y he sido lo suficientemente afortunado de darme cuenta, a una edad muy temprana, de que necesitaba música para…

¿Redimirte?

Esa palabra está muy cargada de connotaciones religiosas. Tengo fe en la música pero no creo en Dios, así que no sé si lo llamaría redención. Lo llamaría terapia.

¿Por qué piensas que el mundo está jodido?

Personalmente, pienso que el mundo existe en caos absoluto, más o menos. Lo que nosotros hacemos es buscar un camino a través de ese caos, creo que si hay algo que encontrar en esta vida es entender el camino a través del caos que existe. Pienso que todos queremos creer en blanco y negro, tener claridad en lo que es bueno o malo, lo que está bien o mal, y queremos creer en tal cosa como un cielo al que ascendemos. Pero en realidad siento que todo es caleidoscópico, muy desordenado. No creo que existan divisiones claras. Entre más vivo y trabajo, más siento que cualquier búsqueda alrededor de ese camino es mera vanidad humana. Lo mejor que puedes hacer es aprender cómo surfear este caos.

¿Cómo escoges a tus colaboradores, cómo escoges los vínculos que quieres crear con otras personas y con el mundo?

Siempre estoy aprendiendo, ojalá tuviera las respuestas. Lo que sé es que los colaboradores con los que he trabajado tienen una mentalidad como la mía. No empecé a hacer música para hacerme famoso o para llevar a alguien a la cama, lo hice porque tenía que hacerlo, no tenía opción. Sentía terror absoluto al ser incapaz de hacer algo más al respecto. La música es una obsesión. Mi papá y abuelo eran músicos, aunque no profesionales. Para mí la música estuvo en mi sangre desde el día uno. Mi mamá solía poner los discos más horribles de rock en bocinas por toda la casa cuando era chico, así que traigo la música en la sangre y los colaboradores con los que he elegido trabajar continuamente, aunque les guste o no, sienten una afinidad. Los artistas a los que usualmente me siento atraído, ya sea como fan o colaborador, son aquellos que encuentran su propia voz. Existen tantos músicos que están felices de entregar mierda barata o lo que sea que es popular en ese momento, la gente con la que he trabajado está en su propio viaje y ha descubierto su voz.

Has mencionado que la música es terapéutica para ti. ¿Estarías de acuerdo en decir que tus discos Pressure, London Zoo y Angels & Devils, descritos como "fricción, encarcelamiento y escape" por ti, son una especie de pasos de recuperación para ti?

¿Pasos de recuperación? [risas] ¡Esa es una buena pregunta! Claro, uhm…[pausa larga]. Diría que es una trilogía que nunca fue pensada como tal, estaban ligados intrínsecamente, me siento mejor persona al ser capaz de trabajar álbumes así. Durante el transcurso de su creación, yo mismo me volvía loco. Cada disco tenía que estar a tiempo [pausa larga]. Sí, es una buena pregunta. Espero que esté aprendiendo algo de los errores pasados… si eso es recuperación entonces eso es recuperación.

¿Crees que esta trilogía ha llegado a su fin o va a ser como Star Wars que años después saca una segunda parte?

[Risas] ¡Esa también es una buena pregunta! Uhm, no tengo la menor idea. Tengo muchas ideas que he estado cerrando en estos momentos para los próximos álbumes. Muy pronto será lanzada una colaboración con Earth, lo cual abre toda una nueva trayectoria, que más me vale seguir.

En retrospectiva, ¿qué lecciones has aprendido después de esta trilogía?

[Pausa larga] Esa es una buena pregunta… ¿Sabes? Yo hubiera dicho que London Zoo fue bastante definitivo, pero cuando realmente pensé en desechar esa arena y hacer algo radicalmente diferente, descubrí que mientras más escuchaba London Zoo, más entendía que era un asunto sin terminar. Sentía que había más extremos que podía estirar a los lados y eso se convirtió en Angels & Devils. Creo que es importante para mí que continúe sospechando masivamente de la industria musical como un todo. Espero que a mi mamá no le siga gustando mi música [risas] y que mi música siga iluminando gente. Espero que mi música continúe provocando acciones extremas.

Yo también espero eso, prefiero creer en un futuro brillante que en un mierdero…

Sí, la nueva dirección que estoy tomando con The Bug es más singular que la de los últimos tres álbumes. Siento que Angels & Devils abrió caminos más que llenar sólo uno, si es que eso tiene sentido.

Es como un videojuego, puedes terminar un mundo pero sigue otro nivel con más posibilidades y retos, lo único que queda es seguir para terminar el juego.

Exacto, mi hambre por hacer música me acelera. Mientras más veo a mi alrededor, más me siento inspirado, me siento más determinado a contribuir más. Y el gran momentum que se está creando, que es impresionante pero fantástico, agrega combustible a mi fuego. Todavía estoy hambriento por hacer música, todavía estoy absolutamente enamorado de trabajar en el estudio, todavía amo la confrontación de hacer shows, es sólo continuar para mantener a la gente interesada, que en este momento absolutamente eso no es cuestionable.

Siempre es grandioso encontrar gente apasionada.

¡Sí, estoy bendecido! Hay mucha gente miserable, pero yo no lo soy y eso es lo que me inspira. Veo a mucha gente en la música que mientras más envejece pierde el hambre por crear. Por lo que a mí respecta, siento que es crucial, para la gente que sí le importa lo que hace, mantener un buen trabajo en la cara de la mediocridad. Hay tanta música en este momento que está hecha por las razones incorrectas, que esa gente que está bendecida debe ser más determinada.

Es una especie de responsabilidad social, tratar de usar tus habilidades en pro de la sociedad. Como cuando a Spider-Man le dicen que: “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”.

Justo regresé de un tour en América y ha sido bastante intrigante para mí ver a las audiencias y sus reacciones. Parece muy aparente, para mí, que en América el interés en la música electrónica se expande de la misma manera que la estructura social. Y su utilidad es ser controlada de la misma manera. Mientras más me veo frente a esto, más me dan ganas de quemar mi propio camino.

No hay necesidad de eso, existe gente que agradece tu trabajo, como yo…

Cool, gracias.

The Bug va a dar el concierto del año en Guadalajara y aquí hay boletos gratis.