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Música

El nuevo color de Oh'LaVille

Rock-folk creado en las entrañas de Bogotá para ambientar escenas cotidianas: tomar un café y observar la gente pasar en una tarde de lluvia o conducir sin rumbo fijo.

Entre el espectro del amarillo y el rojo está el naranja. Anaranjando en heráldica simboliza aurora, y aurora es el comienzo de un nuevo día. Es un color que vive entre lo suave y lo intenso, y es el nombre bajo el cual la banda de aire folk con tintes rock Oh'LaVille lanza la primera parte de su segunda producción de estudio. La primera de un conjunto que han decidido fraccionar para mantener al disco como un ente vivo que se transforma a través del proceso creativo, que se compone en la medida en que se habita.

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Melodías que mutan, guitarras que se distorsionan y luego vuelven a su estado natural. Un proyecto en construcción que continúa introspectivo y a su vez busca salirse de los paisajes sin dejar de ser atmosférico. Así es Anaranjado (Parte I): la segunda producción de estudio de la banda de cuatro, grabada en los estudios Audiovisión en la capital y producida por Kiko Castro. Rock-folk creado en las entrañas de Bogotá para ambientar escenas cotidianas: tomar un café y observar la gente pasar en una tarde de lluvia o conducir sin rumbo fijo por una carretera que se pierde entre los cerros con un sonido de fondo que juega entre lo orgánico de lo acústico y lo intenso de lo eléctrico.

Sucesor de Pedazos de Papel (2012), aunque los seis cortes de este nuevo trabajo nacen de las guitarras acústicas, no es un lado B del debut. En Anaranjado se mantiene la crudeza que parte de lo orgánico, ese sonido desnudo que emana de los instrumentos antes de atravesar los cables, pero esta vez, la fuerza (al igual que sus instrumentos) se ha conectado a un amplificador, inclinando la balanza folk/rock a favor del último. La voz de Mateo París es desgarrada y los riffs en la guitarra de doce cuerdas marcan un nuevo paso en el camino sonoro de la banda.

Oh'LaVille empieza a esbozarse en 2008 como una exploración personal de sus integrantes que, sin pretender algo forzado, tenían claro que eso que buscaban debía encontrarse en algún lugar entre “Go to Sleep” de Radiohead y “Vagabundo” de Robi Draco, y que aunque el eje se hallaba en lo acústico, en el ensamble debía sentirse la densidad sonora del rock.

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Pedazos de Papel (2012) les abrió las puertas, de él se desprendieron las Sesiones de Papel, una serie de entregas audiovisuales grabadas en versión totalmente desconectada. Esto les permitió presentarse en escenarios como SXSW, Estéreo Picnic y Rock al Parque.

Aún en proceso, el primer episodio de este Anaranjado se ha cimentado en estudio, en ensayos y sin maquetas, y se ha grabado en bloque buscando mantenerse fiel al sonido en vivo del cuarteto y sobre todo, a su espíritu intimista y confesional. Una fase colaborativa que parte de la melodía y de la palabra suelta para alcanzar en cada canción una narrativa propia.

“Cielo”, primer sencillo y el corte que abre el disco, funde voz y guitarras para crear una mezcla cálida que en un momento estalla en distorsión acompañada de una voz rasgada. Lo sigue “Señales”, acústica y folky, el cordón que aún los une con Pedazos de Papel. En “Llévame” retoman con fluidez el camino planteado en “Cielo” pero esta vez acompañado de coros que dan más profundidad a la composición, mientras la voz principal declara: "no me fui, me quedé sentado en mi lugar… no me fui, para al fin poder verte llegar… y esperé, mientras lo demás cambiaba… e intenté, congelarme y ser el mismo". Es fácil perderse en la concentración melódica que carga consigo esta canción. En esa intensa carga emocional. “Borrando mis Pasos” cruza la frontera de lo eléctrico hasta ahora experimentada por la banda y hace un guiño claro al sonido de los noventa de Robi Draco y a esa idea del caminante que vaga por sonoridades ocultas: "… voy a caminar, soltar mis pies y sacarlos del barro, irme lejos de ti… si no hay nada en los vasos… voy borrando mis pasos". Los decibeles bajan con “Perdido” y se entra a un espacio de reflexión que se mantiene en “Mantenme cerca”, manejando en ambos un estado de calma que no está exento de corromperse. Una buena curva.

Ya existen cerca de 30 canciones nacidas entre este espectro que va de amarillo a rojo, y en estas seis de la primera entrega que sale a la luz hoy lunes 22 de septiembre, hay distorsión y honestidad, el resultado de las vivencias en estudio de cuatro amigos que prepararon un dulce pero crudo sabor sin refinar.

Escucha Anaranjado (Parte I), aquí: