FYI.

This story is over 5 years old.

Música

Los Macuanos: al caño las comparaciones

¿Acaso no entendieron el chiste implícito (la post-ironía) en la comparación? ¿O sí lo entendieron y por eso les gusta repetirlo hasta la saciedad, sin darse cuenta de que ha perdido gracia? ¿O han decidido descontextualizarlo para detonar desfiles como e

Cada que encuentras en un texto sobre Los Macuanos la referencia esa en la que los describieron como los Kraftwerk mexicanos, es inevitable que te ruborices… Y ahí comienza una marcha de sentimientos: al frente --encabezando--, la pena ajena; atrás, el contingente de los inconformes con cualquier tipo de comparación (creen que todos siempre quedan mal parados, y tienen razón); enseguida, el grupo de los iracundos, que gritan consignas contra quien se atrevió a comparar, y en la retaguardia, calladito va el grupo de las dudas, con una que otra pancarta con frases como éstas: ¿Acaso no entendieron el chiste implícito (la post-ironía) en la comparación? ¿O sí lo entendieron y por eso les gusta repetirlo hasta la saciedad, sin darse cuenta de que ha perdido gracia? ¿O han decidido descontextualizarlo para detonar desfiles como el mío? ¿Fue en verdad un chiste?

Publicidad

Concluida la manifestación interior, y tras un nuevo rubor por percibirla absolutamente inútil, decides que hoy más que nunca fue injusta la comparación. Injusta para Los Macuanos, porque Reuben Torres, Moisés Horta y Moisés López, sus integrantes, están todavía muy lejos de ser unos viejitos que manden a sus espíritus a los conciertos mientras ellos disfrutan de un masaje de próstata con el puño de un robot (y lo más interesante que ha hecho Kraftwerk a últimas fechas ha sido inspirar, por ejemplo, a Atom™ para crear su maravilloso álbum HD.). Injusta también porque pone un velo sobre la percepción del escucha que ya no le permitirá apreciar desprejuiciado (como debe ser; sí, hay que esforzarse, güevones) las creaciones de los chicos de TJ. Así, sin ocupar energía a lo güey en encontrar similitudes entre disposiciones de ceros y unos, probablemente entraremos con soltura en su deliciosa tropicalización del techno descendente que suelen crear (sí, tenebroso como la realidad sociopolítica mexicana), por ejemplo, los chicos de Âme en sus tracks, o esa visita psicodélica y oscura de su fusión de cumbia con house que bautizaron como ruidosón, de la que por cierto, comienzan a alejarse para colindar más con cosas del tipo "Kings & Emperors", de Axel Boman, para regocijo introspectivo de las pistas de baile… Aunque estas lleguen a lucir vacías por el éxodo paranoico de las huestes fiesteras a lugares más seguros, porque la única violencia que quieren vivir es la de sus niveles de noradrenalina incrementados a punta de beats.

Y sí, "Un amargo recuerdo" o "Mar negro" sí se parecen a Kraftwerk, pero al Kraftwerk pasado por la interpretación post-irónica de Señor Coconut. Aunque oyéndolo bien, se parece más al Señor Coconut de "La vida es llena de cables", que en realidad no es Señor Coconut, sino Los Sampler's. ¿Ya ven? Una comparación más que se va al caño por su propio peso, como el gran mojón que es. Mientras comienzan a diluirse las ganas de mencionar a Kraftwerk al hablar de Los Macuanos y las múltiples y diversas influencias siguen estimulando a estos tres emocionantes productores para crear música que suena a muchas cosas, pero sobre todo a ellos mismos, no queda más que escuchar hasta el trance estático El origen (Nacional Records), estrenado esta semana pero con varios de cuyos temas estábamos familiarizados ya desde El fin.