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Música

Una charla sobre la nostalgia con Algodón Egipcio

Desde la influencia que tuvo MTV Latino en su infancia, hasta la dura situación que vive su natal Venezuela y como todo esto se ve reflejado en su próximo disco.

Fotos por Tommi Valli.

¿Alguna vez has tocado una tela hecha con algodón egipcio? La suavidad del tejido es irresistible y la sensación única —una que hace que no puedas quitarle las manos de encima. Lo mismo suele pasar con las canciones de Algodón Egipcio, A.K.A. Cheky, quien desde el 2011 escogió muy bien el nombre para su proyecto como solista. Esa tela deliciosa, que se desliza con suavidad entre los dedos, es como su música, la cual suele ser una especie de pop retorcido que encanta los oídos a la primera.

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Luego de pasear un rato por los alrededores del Metro Insurgentes, en México, y disfrutar de los ruidos callejeros, que para Cheky han resultado ser una nueva fuente de inspiración, hablé con él sobre las cosas raras que se le quedaron pegadas de MTV Latino, su crecimiento musical fuera de su país natal, la situación de Venezuela en este momento y los nuevos sonidos que hay en su próximo nuevo disco, La Confianza Ciega, el cual estará disponible a partir del 26 de febrero.

NOISEY: En entrevistas previas has hablado sobre el impacto que tuvo en ti el MTV Latino cuando llegó a Venezuela. Esa fue una tus principales motivaciones para que empezaras a hacer música. Puntualmente ¿qué fue lo que viste que gustó tanto? Algodón Egipcio: En específico recuerdo que pasaban Ren & Stimpy y a mí los gráficos me encantaban. Era una de mis caricaturas favoritas. También tengo bastante presente que ahí pasaban el video de “I Miss You” de Björk; la primera vez que lo vi dije “¿Qué está pasando aquí? ¡No entiendo nada!” [ríe]. Al final la música que escuchaba en MTV era en su mayoría música electrónica, que es lo que yo hago ahora. Podría decirse que sí fue una gran influencia. MTV fue puntualmente una de mis referencias, un punto de partida, digamos. También ahí vi por primera vez los videos de Deerhunter. Creo que eso fue lo que hizo que comenzara a interesarme por cosas más raritas [ríe].

Entonces tú no tenías idea de quién era Björk o Deerhunter en ese tiempo, ¿qué pensaste cuando los viste por primera vez? Fue como en el 96, yo en ese tiempo tenía unos 10 años así que mi mente en ese momento no lo procesaba tan bien, pero recuerdo el ritmo tan marcado, incluso Deerhunter o cosas así que no son tan movidas, tienen algo que termina siendo muy visceral. Es un tipo de música donde, sin importar si entiendes o no las letras o su significado, el sonido te atrapa. Yo vengo de una familia donde el ritmo siempre fue algo importante por la conexión de mis ancestros con el Caribe, esa rítmica me pareció interesante, fue algo que la electrónica hizo nacer en mí.

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Cuando veías todos esos videos en MTV bien producidos y con grandes artistas, ¿tenías esa inquietud de ser famoso? Sí, puede ser… la verdad a mí me interesaba salir en MTV más que como músico, como VJ. Siempre pensé que ser presentador de uno de esos programas era la cosa más cool del mundo. Yo veía a Arturo, Edith y Ruth y pensaba “esto es un trabajo, puedes vivir de presentar un montón de música que te gusta”. Ese fue el tema, y creo que es algo que prevalece en mí, antes que ser músico, siempre he sido fan de la música. Disfruto mucho ir a conciertos, escuchar canciones y bueno, ya que uno tiene toda esa influencia, surge la necesidad de crear tus propios ritmos.

En esa época tenía una versión demo del Cool Edit Pro, que era un programa que servía para hacer música con el computador. Y me acuerdo que tenía loops predeterminados que nada más ordenaba y sentía que era Aphex Twin [ríe]. Yo pensaba “si esto saliera sería el nuevo avant garde”. Pero en resumen, creo que haber estado expuesto al MTV de esa época, ese tipo de escena que me convirtió en fanático de la música y de ahí fue donde surgió mi interés de hacer mi propio proyecto.

¿Crees que la estética de MTV ha influenciado tu proyecto como solista? Pues ahora no veo una conexión directa, pero sí sé que viendo MTV fui asimilando muchas cosas. Para mí ese canal era algo vital, relevante… era algo que traía todo lo raro, lo que no era súper pop. Desde los empaques, hasta los programas y gráficos que tenía me produjeron cierta curiosidad. La adolescencia siempre trae los mejores y los peores momentos en la vida y bueno, para mí MTV en ese momento se me pegó en la cabeza y creo que son cosas que perduran.

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Ahora que lo pienso es algo que pasa en mi música, siempre busco ese sonido de pop liviano pero con un tratamiento distinto. Que escuches la música y que se te pegue pero sabes que hay algo ahí que no encaja del todo, que lo hace diferente. Es pop, pero sin un coro que se repite o que no suena completamente catchy. Eso es parte de querer sentirme extraño.

Te mudaste a Caracas y fue ahí donde comenzó en serio tu carrera musical. Ahí tuviste varias bandas, cuéntame sobre ellas, que fue lo que te gustó, lo que no y por qué al final decidiste hacerlo en solitario. Fue raro porque creo que estando en Puerto Ordaz me salté muchos pasos lógicos para mucha gente de mi edad en esa época: tener una etapa punk o una etapa metalera y como que luego superarlo…. o no [ríe]. Antes de Caracas no tuve bandas porque era muy tímido y no sabía con quién tocar.

Ya en Caracas, por internet me uní a una banda de post rock, pero nunca conseguimos baterista como en dos años. Sabía que eso no iba a llegar a ningún lado [risas] y lo dejé. Luego entré a una banda llamada Boom Boom Clan, que era de electrónica downtempo, estilo EDM, con instrumentos orgánicos, muy de la época. Con ellos toqué bastante dentro de Caracas y algunas otras ciudades. Y bueno, además tenía un proyecto aparte con un amigo que se llamaba Las Américas como de noise con folk. La verdad es que no estaba muy bien pensado, era solo una guitarra acústica y pedales, no tenía una meditación profunda. Luego vino Jóvenes y Sexys que fue con la que tuve mucho más oportunidades, sobre todo en México. Salíamos en la radio y tocamos en varios festivales, pero duró menos de lo que esperaba y por eso decidí aventarme el proyecto en solitario. Creo que es mucho más práctico en cuestión de decisiones. Quería que la música fuera yo 100%.

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Venezuela fue la capital del rock por mucho tiempo y luego nada, las cosas comenzaron a complicarse. ¿Tuvo influencia en ti esa escena musical tan fuerte en el país? Sí es cierto, Venezuela fue durante mucho tiempo la capital del rock y creo que eso influenció en mí de manera negativa. La única manera en ese entonces de tener éxito en Venezuela era haciendo rock, incluso tocando covers. Yo no quería hacer rock. No me interesaba tener algo como Caramelos de Cianuro (que era algo grande). Ya en 2004 vi una banda que se llamaba Todo Santos, que hacían indietrónica con instrumentos raros como botellas y performance y bueno… Ese fue un corte en mí y en muchas otras personas, por el hecho de que nos dimos cuenta que en nuestro país (hablo de 2003/2004) ya se estaban explorando otros géneros .

Tú que lo viviste de manera más cercana ¿qué crees que pasó con la escena musical en Venezuela?, ¿qué está pasando actualmente? Y, ¿qué le hace falta a Venezuela para recuperarse en el ámbito musical? Creo que ahora Venezuela no está en su mejor momento en ningún sentido. Musicalmente ha sido muy difícil. Creo que la escena de música independiente en Venezuela se ha reseteado muchísimas veces. Siempre hay momentos de crecimiento en los que uno se percata de que podría estar pasando algo y hay muchas buenas bandas y proyectos interesantes, y luego el líder de alguna banda se va del país porque secuestraron a su mamá o el baterista de esta otra banda ya no está haciendo música porque necesita dinero para sobrevivir y … así es como se va derrumbando. Hay un bajón y luego otra vez pasa lo mismo. Como que la escena se recupera, va creciendo y de pronto de nuevo hay una pausa por diferentes factores. Creo que ahora Venezuela está en un punto oscuro.

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En mi caso, casi al final de mi estancia en Caracas yo lo sentía bastante. Siempre pensaban dos veces antes de aceptar un show porque los conciertos son muy tarde y salir en la madrugada con todo el equipo para tomar un taxi es muy peligroso. Para mí perder mi equipo en ese punto era sinónimo a retirarme. Y eso es lo mínimo, hay cosas mucho peores. La gente dejó de salir por eso. Ahora las personas prefieren quedarse en su casa y hacer reuniones ahí por el ambiente denso y triste que los rodea. En general creo que primero se necesita una regeneración de la sociedad y la economía. Solo teniendo las cosas básicas podrá haber un cambio. Solo así podrá habrá un crecimiento cultural.

¿Fue esa situación la que te obligó a salir? Sí, toda la gente que tiene la posibilidad de moverse lo hace. Yo básicamente decidí que no podía seguir ahí, no había manera de salir adelante en la música, no había manera de rentar un departamento para vivir con mi novia, no da. Hay gente que tiene cuarenta años, tiene hijos y esposa y viven con sus padres en la misma casa. Son cosas que detienen. Mi novia y yo queríamos salir y dentro de nuestras opciones estaba México. Creímos que era una buena opción porque para el tipo de música que yo canto, sobre todo por el idioma, había más oportunidades. ¡Y estamos felices! Tenemos tiempo y tranquilidad para hacer nuestras cosas.

Empezaste con Algodón Egipcio en 2010 y luego en 2011 sacaste tu primer disco La lucha constante . Es decir, fue todo muy rápido y ahora, para este segundo material hiciste una pausa mucho más grande, ¿por qué decidiste hacerlo así?, ¿creíste que necesitabas más tiempo? No fue una decisión consciente. Por mí el disco hubiera salido por ahí de 2013, pero la verdad es que estuve mucho tiempo en movimiento, dando un montón de fechas en muchos lados y eso retrasó un poco el proceso. Me la pasaba haciendo cosas y luego dándoles pausa, entre los conciertos y lo demás, muchas veces la cabeza no me daba para ocuparme en el material. A veces tenía que buscar trabajos para pagar cosas o también solo tenía ganas de desconectarme, de no saber nada, solo con ganas de ver Facebook o televisión sin parar [ríe].

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No puedo decir que el disco me tomó hacerlo cinco años, porque no fue así, pero sí hubo varias cosas en el trayecto que lo mantuvieron en pausa un rato. Ahora estoy muy contento de que por fin está terminado, es algo que me hacía falta hacer, como un nuevo paso dentro de mi proyecto. Imagínate estar embarazado tanto tiempo, ¡me urgía que saliera!

Por lo que dices, no fue sencillo para ti grabar este material por tanto movimiento, ¿eso cambió tu proceso creativo? Y, ¿qué pasó durante la creación de este nuevo disco? Sí, un poco. En este nuevo material quise ponerme retos de cierta forma para mantenerlo diferente. Mi instinto inicial es tomar la guitarra, ese es mi instrumento base. Pero en esta ocasión quise más componer con sintetizadores, usar letras que no solo destacaran al final. Antes hacía la instrumentación y luego decía “¿ahora cómo le meto la letra?” En este álbum todas las voces están muy en la cara, se entienden perfectamente y no tienen tanto sonidos de distorción. Además ahora pude componer a través del ruido. Cosas que vamos escuchando en lo cotidiano que igual no te dicen nada, pero que cuando las juntas con otros sonidos pueden generar melodías pensadas fuera de la caja. Ese es el objetivo de este proyecto.

¿De dónde surgió tu curiosidad por incluir sonidos afroamericanos en este disco? Creo que es algo que tengo de años atrás, en mi familia el ritmo y la música son bastante importantes. Me acuerdo que tenía un tío que iba a Puerto Ordaz y siempre me preguntaba por mi música y me decía “¿Por qué no lo mezclas con un poco de calipso o un sonido más de ese tipo? recuerda que tu vienes de ahí”. Y mi actitud rebelde de ese momento era como “ustedes no me tienen que decir qué hacer”. Pero ahora se dió súper espontáneo y además me gusta mucho toda la música africana y todo lo que se deriva de ahí. Es un ritmo que siempre me ha gustado y estoy contento con el resultado. Esta probablemente es la ruta que tome en mis próximas canciones.

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¿Cuál fue tu canción favorita de este disco y por qué?
Tal vez "Los deseos" es mi favorita (por lo menos ahora) porque es rara. La voz es muy pop pero la metríca es rara, las capas también son extrañas. Hay sonidos de tijera, sintes de bajo que son principales, solos de guitarra, momentos de explosión de ruido y todo en tres minutos. Creo que refleja muy bien mi personalidad [ríe]. Creo que es igual que yo, muy inquieta.

¿Y la más difícil? …Esa canción que pensaste que nunca iba a salir. Probablemente el primer single “Estrella Irregular” porque suena como una canción sin esfuerzo, que fluye muy bien pero la verdad me di muchas veces contra la pared. Soy muy perfeccionista y a veces no encontraba dónde meter las vocales o ciertos sonidos. Pero es parte del encanto, probablemente para los oyentes la canción fluye bastante bien, pero a mí me costó mucho trabajo.

El nombre de tu nuevo disco La Confianza Ciega de golpe parece dar una advertencia de que el disco va a sonar bastante melancólico, y por el contrario, cuando lo escuchas, las canciones son muy suaves y alegres. ¿Por qué decidiste titularlo así y qué me perdí de esa parte melancólica?

La parte alegre del disco es la presentación, la vestimenta, los acordes y los ritmos. Incluso la mezcla suelta cosas muy brillantes. Pero la otra lectura, son las letras. De manera muy sutíl trato de decir cosas que no son del todo alegres. Un ejemplo de esto es “Estrella Irregular” que sí, es una canción feliz con todos estos ritmos africanos, pero que en el fondo habla de una Caracas que ya no existe y que no será igual.

El disco trae muchas canciones sobre la decepción, la aceptación y procesos por los que todos hemos pasado. El final La Confianza ciega tiene una doble lectura porque puede ser por un lado confiar que todo estará bien, pero por el otro, cuando se usa como un verbo. Como que la confianza es “ciega” y puede que eso se convierta en una barrera, algo que no te permite ver lo demás. Esa dualidad de significado se refleja mucho en el disco. Igual para alguien el material puede hablar de una relación y para mí sobre homicidos en Venezuela. Es un álbum que se va revelando, dependiendo del mood y tu historia.

El nuevo disco de Algodón Egipcio sale el 26 de febrero vía Arts & Crafts.