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Música

Venezuelan Rock: una crítica a la cúpula caraqueña y a los que quieren entrar a ella

"Ya tenemos suficiente con el bombardeo mediático impulsador que dice cómo debes actuar, vestir y pensar como para que esos mismos arsenales emprendan el mismo motivo dentro del territorio musical".

Estaba fastidiado, tanto que me tumbo a la cama para excavar el mundo de la televisión. Tomo el control remoto y desnudo ante mis ojos un programa, uno que a lo mejor en otras ocasiones he ignorado. Lo que en realidad me atrajo fue una banda que nunca había escuchado, sus guitarras y voces hicieron que detuviera el brusco cambio de canales. Al terminar la canción, lanzaron otra, ahora si podía escuchar un tema completo. Mi veredicto: Hermoso.

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Al finalizar el chou, anoto el nombre de esta agrupación y rápidamente los googleo, pues resulta que son españoles. Dije: Aún no he escuchado una banda venezolana de rock que me haga descargar toda su música o ir a sus conciertos. A lo mejor algunos catalogarán de antipatriótico, pseudo-gringo o anglosajón reprimido, a este Infelipe tan simpático. Todo lo contario; él se encuentra en defensa de una identidad venezolana, y no a la de usar sombrero de paja y tocar un cuatro, sino de algo nuevo y propio. Puede clasificarse de burdo el hecho de encasillar la cultura de Venezuela a una sola matriz.

Como respuesta ante lo expuesto, algunos hablarían sobre Rock And MAU (Movida Acústica Urbana), propuesta musical dirigida por Diego “El Negro Álvarez”, percusionista venezolano y cabe destacar, uno de los mejores a nivel mundial. El proyecto se basa en una reunión de algunos vocalistas de bandas quienes en una u otra forma, representan “la movida rockera” de Venezuela; ellos interpretan sus temas más célebres con arreglos tradicionales. Las agrupaciones resaltantes, los mismos de siempre: La Vida Bohéme, Caramelos de Cianuro, Nana Cadavieco, Los Mesoneros, Rawayana, Viniloversus.

La intención es perfecta, pero es lo mismo que el neo-folclore, episodio nefasto que ensució los oídos de algunos, o muchos. La música en general expuesta en el CD Rock and MAU se encuentra en un nivel bastante alto, pero la crítica va hacia las bandas mencionadas, quienes la dañan con sus espantosas voces. Quizás en sus mentes vagó la idea de ser “cool” el hecho de cantar con la misma voz de sus temas originales -generalmente rock- que en los de este nuevo intento de crear algo diferente.

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Un caso es el de “La Casa”, tema perteneciente a Caramelos de Cianuro. La voz de Asier Cazalis daña las guitarras, percusiones latinas y flautas que dan forma a una obra musicalmente bien estructurada. Las líneas vocales son las mismas que la versión “rock” de este grupo, se tuvo que haber cambiado esa característica para hacer más creíble su experimento. Otro es el de Los Mesoneros. Su vocalista, Luis Jiménez, hace lo mismo en la interpretación de “Indeleble”. Esta vez las percusiones son aceleradas y bien logradas; sin embargo, la base vocal “rockera” no cala por el hecho de copiarla y pegarla junto a esos golpes violentos que representan los tambores.

Cabe destacar que la imagen usada para representar Rock And MAU se ve fusionada a elementos semiológicos ligados a la cultura venezolana, como la figura de José Gregorio Hernández, médico y científico que murió por culpa de uno de los primeros carros de Caracas, y que se caracterizó por solidarizarse con los más necesitados. En la portada del disco, el doctor sostiene un cuatro con la mano izquierda y con la otra hace el “gesto rockero” que parece un cachito de vaquita: otro experimento fallido.

Este producto mal hecho por las voces de las bandas –caraqueñas principalmente- no supo mezclar o mejor dicho, mutar hacia algo puro. Lo que acontece es que estos “íconos” del rock nacional son pura venta y como producto de su falsedad está enmarcado el resultado del mal trabajo elaborado en las voces.

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Muchas bandas de rock de este país, y no haré una lista, cada quien haga las suyas, siguen patrones muy anglosajones, tanto en indumentaria como en actuación. Esto llega a cansar y hasta sacar en cuenta cuál es su motivo o el mensaje que quieren enviar…ser unos más.

Es evidente que esta música proviene de un país donde autóctonamente se han forjado estos estereotipos, pero, el hecho que se toque aquí, ¿tiene que ser tan idéntico? Lo más impotente, es que supuestamente un festival que representa las nuevas agrupaciones del país (Festival Nuevas Bandas) galardonen a un grupo que toque canciones en inglés. Sí, son buenos, pero son más de lo mismo.

Un ejemplo hermoso es el de Japón, país que ha sabido adaptar y absorber las culturas fuera de sus tierras para sí mismos, y no solo al campo de la música, sino en muchos: desde la escritura hasta las artes culinarias, formando un hecho que sigue vigente.

Entonces… ¿No podemos ser como los japoneses? Ya tenemos suficiente con el bombardeo mediático impulsador que dice cómo debes actuar, vestir y pensar como para que esos mismos arsenales emprendan el mismo motivo dentro del territorio nacional. Seamos pensantes y más que todo, creativos. Se puede hacer un rock donde se inviertan otras esencias autóctonas para que los representantes de la radio suenen los grupos criollos porque realmente sean buenos y no para cumplir una pauta legal.

¡Sí se puede!