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Música

¿El punk empezó en Canadá?

Con tan solo 11 años, el baterista canadiense Mark Gaudet empezó la escena punk de Moncton.

Foto cortesía de Rick White

El mismo año en que los Ramones se estaban formando en Queens, otra banda experimental de punk fue sentando las bases de la música canadiense en una cocina de Moncton al norte de la ciudad. Purple Knight surgió de la mente del legendario baterista Mark Gaudet, quien guió a la juventud de la ciudad desde Celtic Frost hasta Black Flag, durante sus 36 años trabajando en el Sam the Record Man, ahora Frank’s Music. Almacenes que fueron una institución en New Brunswick, con el personal más capacitado y los mejores músicos locales. El equivalente canadiense de Tower Records.

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En 1974, él y su amigo de la infancia Raynald Leger, tomaron su amor por Deep Purple, una guitarra acústica, y un kit de batería rota y empezaron una banda. Con una actitud muy “hazlo tú mismo”, escribieron canciones como “Purple Ocean of Hate”, “Foot in the Shit and Pus”. E incluso, la abuelita de Mark les grabó un video corto. Plantaron la semilla del espíritu independiente de Moncton, cuando apenas entraban a los once.

Gaudet llegó a formar más bandas como: The Whoremoans, Funeral Fog, y The Robins. Con las que influyó a generaciones de músicos como Ray Auffrey (Bad Luck #13), PJ Dunphy (The Monoxides), Dana Robertson (Hope) y Rick White (Eric’s Trip). Esta música ayudó a la nueva ola de la cultura de Moncton.

Foto cortesía Ray Auffrey

Como las futuras bandas de punk en la costa oeste y en EEUU, la banda de Mark dejó la huella de los términos de servicio. Dónde tocar, cómo bookear un espectáculo, cómo hacer los carteles, cómo diseñar un kit real para iniciar en el punk. Mark Gaudet, estaba consiguiendo que pasara aquello que muchos habían visto sólo en revistas o en cintas de VHS. Algunos afortunados que sí habíamos podido ver lo que estaba pasando, con el tiempo empezamos a preguntarnos: “¿Será que también podemos hacer esto?” Su fanzine, Vension Creek, proporcionó una lista de todas las bandas nuevas y los nuevos álbumes que él estaba escuchando. Es un gran coleccionista de vinilos, los cuales escucha en el orden en que los compra. Sin embargo, tocando en sus bandas, haciendo giras y trabajando tiempo completo, no ha tenido el tiempo suficiente para escuchar música como él quisiera. Entonces Mark empezó a quedarse atrás. Seis años atrás para ser exactos. Hasta ahora está escuchando los discos que compró en el 2000.

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Su fanzine también ayudó a mantener un registro de bandas que surgieron en la ciudad. Él quería una forma de compartir su conocimiento e información con sus amigos, pero también con aquellos con quienes estaba haciendo contacto en otras partes del país. Esto era nuevo para los niños que ya estaban interesados en el seguimiento de las bandas. El skateboarding había golpeado duro en la ciudad y el mundo se estaba poniendo al día con lo que Mark ya sabía. La cultura juvenil estaba cambiando, la originalidad era el rey y todo el mundo se daba cuenta que el punk rock que ahora idolatramos estaba mucho más cerca de lo que pensábamos.

Cientos de niños empezaron hacer peregrinación semanal al centro comercial para hablar con Mark, los fin de semana. Ya la revista Thrasher justificaba todo lo que él sabía. Él era como el predicador de música, arte, cultura y todo lo cool. Mis amigos y yo, nos parábamos junto a él y admirábamos el arte de los carteles y las ilustraciones de los álbumes, mientras Mark ponía cualquier nueva importación que le llegara a las manos. Entonces todos nos peleábamos por comprarlo, incluso nos agarrábamos con los otros niños de la ciudad.

Foto cortesía de Rick White

Niños como Steve Hickox, Ken Kelley y PJ Dunpy finalmente pasaron a formar The Monoxides y firmaron con BMG Canadá. Tipos como Chris Lewis y Jon Flanagan empezaron bandas como Zaum y Iron Giant. Chicas como Julie Doiron y Tara Landry de Eric’s Trip y Elevator to Hell, eran las ratas de la alameda y pasaron a firmar con Sub Pop.

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“Mark me vendió mi primer disco de GG Allin”, dice Landry. Ellos pasarían a tocar con Elevator to Hell junto a otros músicos y entusiastas del centro comercial. A mediados de los 80, Rick White empezó el skateboarding en Moncton y ahí conoció a Mark de la misma manera que todos lo hicimos. Con el tiempo Rick empezó su propia banda, influenciada por Purple Knight, The Robins y el sabor anti comercial del punk que hacía Mark. Su primera banda llamada The Underdogs tocó en fiestas de casa y en algunos centros recreacionales, captando la atención de chicos como Mark y Ray 13. La banda de Ray, Bad Luck #13, fue la siguiente generación de provocación en la cara y puro rock and roll. Su cantante, Batman, a menudo retaba a la multitud de sangre azul con todo, desde travestismo hasta comportamiento agresivo. Les gustaba provocar a las aglomeraciones con la misma ironía que lo haría Jello Biafra, retando al tipo punk rudo con insinuaciones sexuales burlescas, para las que los niños rurales no estaban preparados. La banda estaba conformada por los estudiantes de la escuela de artes, quienes a menudo jugaban a hacerse los muertos en el escenario, tocaban el triangulo o Batman se tiraba encima de la multitud con un vestido. Todos muy punketos. Y de alguna forma inmediatamente vieron algo en Rick White y The Underdogs, y su acercamiento al hardcore.

Foto cortesía de Rick White

En esos días Moncton era un lavado de conformidad. Tras el cierre de las tiendas de ferrocarril y los tiempos de economía difícil, luchaban por encontrar una identidad. Había más gente en el este y el señuelo del oeste estaba siempre en la mente de todos. Moncton estaba perdido en su propio aislamiento. Jeans, tela escocesa, gorros, tenis y el surgimiento de nuevos espacios, reunieron a las comunidades e hicieron que los de las franjas se sintieran bienvenidos. En el sótano de una casa en el extremo oeste de Moncton, Rick y unos amigos estaban experimentando un nuevo sonido. Una mezcla de distorsiones y amor adolescente, con las que armaron el primer disco de Eric’s Trip, antes de invitar a Mark Gaudet a tocar en la banda. Casi 20 años después de Purple Knight, Mark se unió a uno de los grupos progresistas más cool y artístico de la comarca.

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Julie Doiron, Chris Thompson, Rick White y Mark Gaudet serían la primera banda canadiense en firmar con el sello más grande de Seattle, Sub Pop records. Conocido como el primer sello de Nirvana y la casa de las bandas más bacanas del planeta en los 90. Eric’s Trip y su segunda vida, Elevator To Hell, redefinieron lo que es ser una banda de éxito.

Ahora, más de 40 años después, Mark sigue tocando con Purple Knight y otras bandas de la ciudad. Sigue trabajando en la misma tienda de discos y continua definiendo la escena con la tutoría de nuevos músicos, y dándole consejos a cualquiera que pregunte. También importa música de Fu Manchu, Minor Threat y Gun Club para que los niños no tengan que oír 40 principales. Hace unas semanas, dio un espectáculo con su nueva banda en el lugar punk más antiguo de la ciudad, The Esquire. Tocó con dos bandas más, que incluyen a PJ Dunphy y Richie Bourbon. PJ tiene 43 años y fue la generación siguiente a Mark que empezó una banda en la ciudad, y continua con el legado musical de Gaudet, siendo maestro y leyenda de la siguiente generación.

Richie Bourbon tiene 25 y es la tercera generación que le sigue a Mark. Él abrió el espectáculo, emocionado por ver a esa cantidad de gente, sujetando un vaso de vidrio. Mark se quedó a un lado del escenario, ahora lleva el pelo corto, sus patillas siguen siendo largas, con más gris de lo que recordaba. Llevaba jeans, una camiseta y una gran sonrisa. El público es una mezcla entre los 50 y los 19 años, con chaquetas de cuero, taches, pelo azul y barbas. Mark ni siquiera ha pensado en la influencia que ha tenido sobra toda esta gente. Sólo pasaba su mano sobre la pierna, tratando de quemar tiempo para su presentación.

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Fragmento del libro de Jason Murray 'A Distorted Revolution: The Story of Eric's Trip', que será publicado por Nimbus, el próximo año.