Colombia 2066: Según Curupira, la noticia del año será la caída de la banca internacional

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Música

Colombia 2066: Según Curupira, la noticia del año será la caída de la banca internacional

Los visionarios de la nueva música colombiana imaginan un mundo basado en el respeto y la convivencia, y donde caben todas las cosmovisiones del universo andino-amazónico.

Ilustraciones por Dani Senior

En cincuenta años, habrá en esta tierra en medio del continente tantos nombres como creadores y sembradores de esperanza. Como canta Mercedes Sosa, cada habitante del territorio tendrá derecho a creer, a tener sus propias cosmovisiones y a fortalecerlas mediante la práctica. Reinará el respeto a las diferencias entre todos, incluiremos seres inspiradores, desde los animales hasta las plantas, para aprender cómo han sabido convivir en armonía con otros seres vivos. Empezaremos a llamarnos el país de la esperanza.

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Nuestra bandera será de los colores del arcoíris y en su interior la simbología representará las dimensiones de la cosmovisión andino-amazónica. Se podrán dibujar y coser cuantas banderas sean necesarias para el fortalecimiento del respeto mutuo.

Aunque sigan siendo parecidos, los escudos pueden llegar a contener nuevos símbolos que apelen a una visión que integre las diferentes cosmovisiones y existirá la posibilidad de crear y abandonar los escudos como íconos de identidad. Lo realmente importante será dibujar rutas metodológicas que permitan construir un saber con base en el respeto y la convivencia entre todos los habitantes del planeta.

El lema será respeto y convivencia.

Esto dirá la duodécima estrofa del himno nacional:

De la mujer sus sueño
todos niños viviendo
el alma con música
un árbol retoñó
la tierra florecida
en comunión cantando
el espíritu nació
respeto enseñó.

El sistema económico será el don: consistirá en dar lo mejor de nosotros a los demás bajo un acuerdo tácito de recibir lo mismo del otro. Podremos disfrutar de los bienes comunes y compartir alegremente la abundancia que genera el intercambio, la siembra autosuficiente, el trueque y las monedas complementarias o bancos de saberes. La tecnología será una herramienta a nuestra disposición.

Nuestro mapa será el del mundo: sin fronteras ni extranjeros, como canta Rubén Blades. Tendremos guías locales de bienes y servicios para el fluido de la riqueza por medio del intercambio.

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En cincuenta años sólo algunas regiones serán fértiles y tendremos problemas con los alimentos. Serán los subpáramos las regiones de tierra más fértiles para la agricultura. Sin embargo, será política pública incentivar la autoproducción de cultivos mixtos para cuidar los ecosistemas. Las condiciones naturales seguirán siendo desbordantes y de formas vertiginosas e inhóspitas. La selva, con su intenso verde, será cuidada como un pulmón de oxígeno del planeta tierra.

La tierra y el agua serán los recursos más importantes.

La noticia del año será la caída de la banca internacional.

En cuanto a la política de drogas, en el caso de la marihuana, regirá la autoproducción o el autocultivo para consumo en lugares abiertos. Cada consumidor sembrará su planta y se podrán hacer intercambios de cosechas según la temporada del año. En el 2066 los adictos a las drogas químicas, después de haber aceptado la propuesta de la sociedad civil de "hazlo tu mismo, fabrica tu droga", habrán tomado la decisión de cambiar su forma de relacionarse con estas sustancias sintéticas, reemplazándolas por el mambe, hayo, ambil, ambira. Atrás quedará el simple uso recreativo de estas, para aprovechar las plantas en su estado ancestral.

Las siglas LGBT se irán borrando a lo largo del tiempo, hasta tener una sociedad multigénero que respete toda la diversidad sexual.

El campesino, el afro y el aborigen tendrán un lugar central en los procesos de educación de la primera infancia. Serán puntos de referencia en las creaciones artísticas.

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La última gran revolución popular será, luego de la caída de la banca, el cambio de sistema de flujo e intercambio de riquezas, y los nuevos acuerdos de convivencia con relación a los bienes públicos y privados.

El juego favorito se verá según la población en su espectro de riqueza, rondas, canciones infantiles, juegos de manos, juegos antiguos y juegos inventados.

La última moda será una aplicación para establecer comunicaciones con otras galaxias.

La música popular será tan variada que la vida no será suficiente para conocerla.

Todos deportes serán promovidos en rangos horizontales según los procesos de los deportistas.

El delito más común será la propiedad intelectual.

El destino vacacional serán los campos, los mares, las montañas, los ríos, las diversas comunidades… los lugares afuera de las ciudades que ofrezcan a la mente un paisaje diferente.

Seguirán las guerras internas y luchas por los territorios, pero el Estado será un agente intermediador entre los bienes públicos y privados.

Este territorio será por fin un territorio laico. Volveremos creer en los "mitos" y la ley de origen será nuestro nuevo camino espiritual. El aporte del budismo será necesario para integrar aspectos de otras creencias y practicar el cultivo espiritual mediante la meditación.

 Las lenguas indígenas estarán fortalecidas. Se hablarán más de cien en Colombia.

Accederemos a la información a través de internet y por medio de los recursos físicos que estarán a disposición del estudioso e investigador. La inteligencia artificial estará al servicio de los bienes comunes.

Nuestra generación será recordada por su música y por las luchas de transformación hacia visiones más integrales de pensamiento y nuevos paradigmas en pro de una convivencia armónica entre todos los seres vivos de la tierra. Además por haber luchado por un flujo e intercambio equilibrado de las riquezas.