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Así afectaría la nueva ley del chorro a su hígado, su garganta y su bolsillo

Con el proyecto de ley que cursa en el Congreso, ¿nos acostumbraremos los colombianos a tomar tragos baratos, potentes e importados?

El 14 de junio, en la plenaria del Senado, se realizó el penúltimo debate del proyecto de Ley 189 de 2016, "por medio de la cual se fija el régimen propio del monopolio rentístico de licores destilados, se modifica el impuesto al consumo de licores, vinos, aperitivos y similares, y se dictan otras disposiciones".

Ese proyecto, de aquí en adelante, por razones pedagógicas y de síntesis, lo llamaré en este artículo "nueva ley del chorro".

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Ya que los congresistas se han sentado a debatir una ley que podría acortar o estirar esos pesos que usted sufre tanto para conseguir y suelta tan fácilmente cuando alguien dice "vaca para comprar una botella", me tomé el trabajo de explicarle de qué trata esta nueva ley del chorro y cuáles son las implicaciones que su aprobación tendría para su paladar, su bolsillo y su hígado.

Lo que cambiaría:

Las botellas de trago (que para la ley son "licor destilado") pagan un solo impuesto: para licores con menos de 35 grados este es de 306 pesos por cada grado de alcohol y para los que exceden los 35 es de 502 pesos.

La idea detrás de esta distinción es desestimular el consumo de licores más fuertes o al menos obligar a quienes decidan tomarlos a pagar más impuestos: la ley presume que estos licores son los más dañinos para la salud, por eso podrían ayudar a aumentar las arcas del presupuesto que se destina a ella. Esto ha traído, sin embargo, otros efectos secundarios. Por ejemplo, el Ron Bacardi que se vende en casi todo el mundo tiene 37.5 grados de alcohol, mientras el que llega a Colombia tiene 35: con eso evita pagar casi el doble de impuestos. La nueva ley del chorro pretende acabar con esta distinción y poner a todos los tragos a pagar un impuesto de 220 pesos por grado.

Y, hasta ahí, podemos celebrar el proyecto, mandando a pedir media botella a la tienda: bajar el impuesto por grado de alcohol, y acabar con la distinción entre licores fuertes y suaves, solo significa trago más barato y más potente para el pueblo. Pero la idea del Ministerio de Hacienda (la dependencia del Gobierno que presentó el proyecto) es que la nueva ley logre recaudar un 20% más del dinero que recauda hoy.

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Para eso último, se crean dos nuevos impuestos.

El primero es uno proporcional al precio del trago. Esto último, con el objetivo de acabar con algunas distorsiones que se producen con el impuesto actual, como lo que sucede con la champaña DomPerignon, que cuesta un poco más de 600 mil pesos pero paga el mismo impuesto que un vino cariñoso de 15 mil pesos, simplemente por tener el mismo volumen de alcohol. De resultar aprobada la nueva ley del chorro, todos los licores tendrán que pagar un impuesto del 25% sobre su valor de venta al público, lo cual afectaría a los tragos más costosos del mercado.

Además de este impuesto, la nueva ley también incluye un IVA del 5% a todos los licores, haciendo la salvedad de que a los productores nacionales se les dará una 'manito' y podrán pedir una devolución de este IVA.

¡Cancelen la media ya!

Lo que causa polémica:

Considerando estos dos nuevos impuestos, la nueva ley del chorro aumentará los precios de todos los licores. El 70% de la plata que el Ministerio de Hacienda recaude con este impuesto será destinada al sector salud y el otro 30% al deporte. Sin embargo, no todos los tragos aumentarán su precio por igual. Según cálculos realizados por el equipo de trabajo del senador del partido Alianza Verde, Antonio Navarro Wolf, mientras que las botellas Johnnie Walker Sello Rojo Y Vodka Smirnoff aumentaran su precio en un 6,8 y 7,9% respectivamente, las botellas de licores nacionales, como el aguradiente Antioqueño o el Ron Viejo de Caldas crecerán su costo en un 16.2% y un 15,6% respectivamente.

Esto ha causado controversia. Aunque es cierto que con la nueva ley del chorro todos los licores van a pagar más impuestos, al acabar con la distinción entre los licores de más de 35 grados y los de menos volumen, algunos tragos fuertes importados, como el whisky y el vodka, se verán favorecidos ya que su precio, de acuerdo al documento que me dio la unidad de trabajo del senador Navarro, subirá considerablemente menos que el de los tragos locales como el guaro y el ron. Aquí está la tabla completa para que se hagan una idea de cuánto podría subir su chorro:

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Tabla elaborada por el unidad de trabajo del senador Antonio Navarro Wolf.

El proyecto ha sido objeto de criticas, y no solo de parte de los sectores más borrachos de la sociedad colombiana. Para el senador, quien conoce de primera mano la importancia que las licoreras de cada departamento tienen para el presupuesto de sus regiones por haber sido gobernador de Nariño, al incluir expresiones como " garantizando que todos los licores nacionales e importados tengan el mismo trato de acceso a los mercados y requisitos para su introducción " este proyecto de ley vulnera el monopolio del Estado sobre la rentas del licor que está consagrado en la Constitución. Según Navarro, esto permitiría que nuevos licores importados de bajo costo y alto contenido alcohólico entraran a competir con los aguardientes y rones de las licoreras regionales.

Por su parte, el senador del Centro Democrático Iván Duque afirmó en una entrevista con W Radio que, al aumentar los precios a los licores, el gobierno solo estaría corriendo el riesgo de aumentar el contrabando y la adulteración en el país.

Lo que ha dicho el gobierno:

En su exposición de motivos para el proyecto, el gobierno reconoce que este proyecto tiene como objetivo ajustarse a las demandas de la Unión Europea, que el pasado 16 de enero demandó a Colombia ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por considerar que nuestra regulación en materia de licores va en contravía de los intereses comerciales de los productores de licor europeos.

Sin embargo, también afirma que estos monopolios se encuentran a salvo, ya que el proyecto deja en manos de cada gobernación la facultad de otorgar y revocar permisos para producir y comercializar licores en su territorio. Además, el gobierno asegura que con este proyecto los órganos territoriales recibirán más dinero por el aumento en los impuestos a licores.

¿Qué será de nuestras vidas (etílicas)?

¿Logrará la nueva ley del chorro hacer que los colombianos bebamos menos o aportemos más a la salud al hacerlo o resultaran beneficiados los sanandresitos y las destilerías de bañera? ¿Se quebrarán las licoreras regionales a medida que los colombianos nos vayamos acostumbrando a tomar tragos baratos, potentes e importados?

Es imposible saberlo, pero por lo pronto ese Vodka Old Times está empezando a verse bastante provocativo.

Foto vía Flickr.