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Drogas

Un monje budista fue capturado con cuatro millones de pastillas de metanfetamina en su monasterio

Myanmar está luchando contra el narcotráfico y ahora ni los monjes están a salvo.

Myanmar es una de las naciones más budistas en el mundo. Alrededor de 48 millones de sus ciudadanos practican esta religión. También es uno de los países del Sudeste asiático con más producción de narcóticos, conocido por proveerle una gran cantidad de opio, cannabis y metanfetamina a los países vecinos. Así que, de cierta manera, es normal que la religión y la droga se encuentren de vez en cuando, como la vez que la policía encontró una reserva de cuatro millones de pepas de metanfetamina escondidas en el discreto monasterio de Shwe Baho el pasado lunes.

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El monje Arsara, un líder respetado del monasterio —ubicado en Maungdaw, al occidente de Myanmar— fue atrapado por la policía anti-narcóticos mientras manejaba hacia la frontera con Bangladesh. Estaba transportando en su carro unas 400.000 tabletas de metanfetamina y miles de dólares en moneda local. La policía visitó el monasterio de Arsara y descubrió otras 4.2 millones de pepas, una granada y municiones. En la calle, esa cantidad de pepas cuestan más de 4 millones de dólares (alrededor de 12 mil millones de pesos colombianos).

"Este no es un caso normal, y cuando nos informaron que el monje había sido arrestado, estábamos totalmente sorprendidos", le contó a los reporteros el oficial Kyaw Mya Win.

De acuerdo a The Irrawaddy, esta incautación marca la primera vez que la policía de Maungdaw arresta a un monje por narcotráfico. Pero así no arresten capos religiosos muy seguido, las autoridades de Myanmar han ido desmantelando el tráfico de drogas en los últimos años. Una redada gigante en 2016 decomisó 21 millones de pastillas de metanfetamina cerca de la frontera con China, y otras 6.2 millones fueron incautadas en la zona de la compañía de construcción de Maungdaw —cerca al monasterio donde fue encontrada la última caleta—. El año pasado, a lo largo de Asia, un récord de 98 millones de pastillas de metanfetamina fueron confiscadas por la policía.

La carrera religiosa de Arsara está cerca a terminar. El tráfico de drogas no es algo común entre los monjes y el ministro de asuntos religiosos de Myanmar, Soe Min Tun, indicó que su fe no iba a ser suficiente para salvarlo de la acusación.

"Lo que va a pasar es que este monje va a tener que renunciar a su puesto inmediatamente y afrontar el juicio como cualquier otra persona", concluye Soe Min Tun.