Pero ni si quiera este intento desesperado por subirse al carro ha sido capaz de amargar la historia de redención casi perfecta que el género ha vivido en los dos últimos años. Justo cuando parecía que el último gran sonido de las radios piratas de Inglaterra estaba dando sus últimos suspiros, volvió más fuerte que nunca. El revival y auge meteórico que el grime ha experimentado desde 2014 ha sido tan inesperado como apabullante. Los guardianes de la cultura y políticos que pasaron años culpando a sus protagonistas de los disturbios en las calles y la decadencia social y moral han acabado considerándolo con orgullo como un triunfo británico. Incluso antes de que Skepta ganara el premio Mercury, el resurgimiento de la escena ya era considerado digno de interés periodístico por los canales de noticias Channel 4 y BBC News, y lo presentaban con las siguientes palabras: "Es atrevido, es británico y está conquistando el mundo". En marzo, el director de Radio 1, Chris Price, sugirió que el grime podría convertirse en la próxima "gran exportación cultural [del Reino Unido]… nuestro hip-hop", y añadió que parecía que el mundo de repente les estaba observando.Con nuevos niveles de éxito llegan nuevos públicos. Todo el mundo se partió el culo cuando el Evening Standard envió a un crítico al concierto de Skepta en el Alexandra Palace, el tipo no tenía muy claro lo que era un rewind. "Fue frustrante", escribió John Aizlewood, "no todo salió según lo planeado, las canciones volvían a empezar una y otra vez… y el público se fue a casa disgustado". Obviamente, este tipo de cosas no debería sorprendernos, pues siempre habrá un lugar para esas personas que están vergonzosamente lejos de entender de qué va el asunto, como cuando el Independent envió a un joven racista para que hiciera la critica de Eskimo Dance, para el tronche de todos."El grime representa a la Inglaterra moderna… y a su naturaleza emprendedora y dinámica. Seas de donde seas, puedes hacerlo".
Es un desarrollo importante porque durante muchos años la creencia popular de la industria de la música británica ha sido que los MC de grime eran tan solo MC, que venían de una escena underground y nunca podrían convertirse en artistas, porque no eran capaces de escribir ganchos o estribillos y por ello hits o discos. He escuchado varias versiones de este pensamiento a lo largo de los años, pero junto con el discutido éxito del espíritu DIY del grime, hay indicios de que el perjuicio de la industria también está llegando a su fin –aunque su motivación principal puede que sea el dinero– y los dinosaurios se están poniendo al día, después de haber recibido críticas desde todos los frentes."Suelo decir que musicalmente vamos unos 20 años por detrás de los EE. UU., así que eso nos convertiría en el equivalente del rap americano de principios de los 90. Creo que estamos a punto de entrar en la edad de oro del género, si nos fijamos en algunas de las cosas que han pasado este año, Skepta ha roto el récord de público de día en el festival de Reading y ha tocado en el escenario Pyramid en Glastonbury, y en cuanto a Stormzy, casi no hay ni un grupo británico que haya tenido tres años de éxito consecutivo como lo ha tenido Stormzy sin sacar un solo single. Si nos fijamos en los carteles de los festivales que se están preparando para el próximo año, veremos más de lo mismo. La última vez que me fijé, Skepta había alcanzado los 22 millones de reproducciones en 59 días en Spotify, es una cifra astronómica. Incluso a un nivel menor tenemos el ejemplo de Jaykae, de Birmingham, que está a punto de alcanzar el millón de reproducciones sin ningún tipo de apoyo de la radio ni de la prensa o de la televisión, pero está ganando lo suficiente con eso para reinvertirlo en su música".
"Esta vez es mucho más sostenible", reflexiona. "El panorama de los guardianes que tienen el control sobre la música ha cambiado. Cuando el grime trataba de abrirse paso por primera vez, hace una década y media, dependía de un puñado de gente, literalmente solo de un par de capos de discográficas y unas pocas personas de la radio, prensa y televisión, eso era todo, un grupo de 10 o 15 personas de grandes empresas tenían el destino del grime en sus manos. Y si uno de esos capos de discográficas decidía que el grime no era lo que se llevaba, entonces el grime no iba a recibir ningún tipo de apoyo económico. Desde nuestro punto de vista, mi paso a Spotify es un elemento muy importante de este cambio abismal, garantizar la oferta de grime en Spotify es algo que está ahí, pero mi historia se refleja en toda la industria, pues en las publicaciones ahora hay gente que sabe de qué va y creció con la cultura y la gente que dirige las discográficas ahora también sabe de qué va. Y si nos fijamos en alguien como Mistajam de Radio 1, veremos que incluso en los medios tradicionales hay DJ en posiciones de poder que quieren dar un empujón al género".
Creo que hay que poner fin a los prejuicios que suelen circular en las frecuentemente polémicas discusiones sobre raza, música y negocios. Si alguna vez te has encontrado con la estadística que dice que el 80% de las ventas del hip-hop sales se debe a gente de raza blanca, ese dato tiene 25 años, sale de Newsweek y es un mito. También vale la pena apuntar que los suburbios británicos ya no son tan necesariamente 'blancos' como de clase media. Son cosas mucho más complejas de lo que parece, pero lo que está claro es que algo ha cambiado desde la primera ola de grime. Cuando el hip-hop empezó a llegar al público blanco en los EE. UU a principio de los 90, los ejecutivos siguieron su propia y extraña lógica interna intentando encontrar su propia versión, lo que explica por qué Vanilla Ice salió de la semi oscuridad del underground y vendió 15 millones de discos.Resulta tentador pensar que ahora vivimos en unos tiempos más progresistas, y que la naturaleza de la industria musical en 2017 significa que el grime recibirá apoyo y podrá sostenerse por su propio pie. Si el éxito de Skepta, JME, Stormzy y Wiley nos ha demostrado algo, es que a los artistas y fans a menudo les va mejor cuando se les deja solos con sus propias herramientas, sin que haya mucha intervención por parte de la industria de la música y sus fórmulas. El futuro de la música negra británica –urbana, suburbana o global– está a punto de ponerse mucho más interesante.Traducido por Rosa Gregori.Todas las fotos de Ashley Verse."Llega a casi 10 millones de reproducciones al mes, y es 100% británica y 100% grime. Creo que solo eso basta para hacerte una idea de lo populares que son los sonidos negros británicos". Justo al igual que Death Row empezó a ver sus discos llegar a las listas tras haber llamado la atención del público de los suburbios fuera de los centros urbanos de la ciudad, las principales ubicaciones donde se escucha la playlist de grime de Spotify corresponden a regiones como Hertfordshire y Kent, pero también Londres, Birmingham y Croydon. "Creo que el grime prácticamente ha substituido al US rap convirtiéndose en el sonido elegido por la juventud descontenta de cualquier raza, creencia y religión", dijo Daboh. "Solo hay que ver el documental de Noisey sobre el grime de Blackpool para ver un ejemplo alucinante de ello". "Sin embargo, matizaría este punto diciendo que no hay más que fijarse en el primer disco de Roll Deep, o 'Boy in da Corner' –que se convirtió en oro con bastante rapidez, y no lo habría conseguido tan solo con la ayuda de un puñado de chavales negros de las viviendas de protección social deseosos de comprar el disco–, así que creo que podría decirse que siempre ha habido un interés suburbano por la música grime, pero la diferencia es que ahora llega a muchos más sitios. Creo que estamos a punto de entrar en la época dorada de la música negra urbana británica".