El Ricardo que México necesita

Que si el 'Loco', que si el 'Tuca', Matosas, Ancelotti, Klopp o hasta 'Pep'. La designación del nuevo entrenador nacional será, el pan nuestro de todos los malditos días. Un nuevo nombre, un rechazo, un acercamiento, una encuesta, una nota, una exclusiva…

La agenda de la selección mexicana da, con muchísima fortuna, una obligación para que la Federación encuentre lo más pronto posible al reemplazo de Miguel Herrera. La salida de Justino Compeán y llegada de Decio de María fue solo el primer cambio de un proceso rumbo a Rusia que no ha iniciado nada bien con la destitución del entrenador que se pensaba, estaría sentado en el helados banquillos del próximo Mundial de futbol.

Pero en el inter entre decidir la nacionalidad y el nombre de nuestro siguiente entrenador, hay un detalle muy importante. No existe en este instante, un técnico del medio que le haga verdaderos ojitos a los directivos o que colme las expectativas de los aficionados. Ni el 'Tuca', ni Caixinha y tampoco Matosas. Pero sí hay un personaje, que sin estar sentado en un banquillo y pisoteando el área técnica, es básico, que se extraña y que debe formar parte si o si, de la Federación Mexicana de Futbol y se la selección nacional.

Su nombre es Ricardo Peláez Linares. Bien dicen que en la selección debe estar lo mejor que hay, y el directivo de las Águilas simplemente lo es. Ha sido un tipo exitoso, ganador, sobrio, prudente e inteligente en sus decisiones; un tipo que ha sabido darle equilibrio a las cuestiones deportivas y comerciales, que ha puesto disciplina y que cuenta con el talento y conocimiento para asesorar al entrenador que le toque compartir.

Es muy bien sabido que el desastre que armó el 'Piojo' en el verano de pesadilla se hubiera evitado con un personaje como Peláez. Si Ricardo hubiera estado cerca de Miguel, asesorándolo en imagen, calmando sus irreverencias y estupideces, y aconsejándolo deportivamente, seguramente, el 'Piojo' aún sería entrenador y no cargaría en su cabeza con el tweet en era de elecciones, nunca le hubiera dicho pendejo a Martinoli y jamás le hubiera permitido ir a madreárselo, tener a su 'bella' –y educada- hija tan cercana de los jugadores y del entorno tricolor, y finalmente, hubiera tenido mayor participación en lo importante: lo deportivo.

Hecho está todo. Pero los errores están predestinados a repetirse, máximo en una Federación que le encanta tropezarse con la misma piedra. Pero, si se quiere enmendar el camino y dejar de cagar un proceso que será complicadísimo, se tendría que comenzar por tener como Director de Selecciones Nacionales a una persona que tenga el bagaje, conocimiento y capacidad de Ricardo Peláez.

Si no, así llegue Guardiola, los problemas seguirán. Uno que otro no se podrán imaginar a Marcelo Bielsa con un loro en la cabeza vendiendo publicidad para la sección amarilla, al 'Tuca' recomendando el aceite que mejora el rendimiento de tu motor o a 'Pep' dando las tarifas telefónicas para hablar de México a Barcelona a un costo menor. Sería ridículo.

A eso, súmenle los zafarranchos que nos armamos cada que podemos y nuestros inmensos delirios de grandeza ante rivales centroamericanos, los cuales yo no solo no nos temen, sino que de un tiempo para acá, ya se empiezan a burlar de nosotros. Y deportivamente, del mundo que nos separaba, ya no existe absolutamente nada.

Insistimos. O cambiamos nuestra estrategia, le pagamos a los mejores y montamos con seriedad a una persona que sabe, cubriendo al próximo entrenador nacional, o nos va a cargar el payaso y comenzaremos a ser el hazmerreír continental. Con sufrimientos, sin Mundial y teniendo que pagar millonarios contratos de rescisión. ¡Que Peláez nos ampare!