Fotos de las residencias estudiantiles de la Universidad Nacional en los años ochenta
Todas las imágenes son cortesía del archivo de la Universidad Nacional.

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Fotos de las residencias estudiantiles de la Universidad Nacional en los años ochenta

Hoy que Colombia firma la paz por quinta vez en un par de meses, los dejamos con este reflejo de cómo transcurría la vida cotidiana en un país, una ciudad y una universidad que vivía con pie y medio en la guerra.

Hace un año y medio que la prensa no registra enfrentamientos entre la policía y los estudiantes de la Universidad Nacional de Colombia en su sede Bogotá. La explicación podría estar en el cubrimiento desmedido que se le ha dado al proceso de paz entre las FARC y el Gobierno que hoy, por fin, parece haber llegado a un primer final. Quizá la prolongada ausencia de tropeles en la Nacho se deba a que ––tras varias décadas de reivindicar la importancia de la educación pública, gratuita y de calidad a punta de paro, molotov y piedra–– la comunidad universitaria ha decidido probar un acercamiento distinto. De pronto los tiempos cambian y los jóvenes somos cada vez más frívolos y menos dados a exponer el pellejo por las grandes causas. Quizá sea un poco de todas las anteriores. Quién sabe. El caso es que no siempre fue así. Entre los años 70 y 80 la Universidad Nacional fue el epicentro de varios movimientos de guerrilla urbana que encontraron en las residencias universitarias ––un conjunto de edificios de cinco pisos contiguo al campus universitario–– el refugio perfecto para conspirar en contra del Estado desde su corazón mismo. Las fotos que les presentamos aquí se encuentran en el archivo de la Universidad Nacional. La mayoría de las imágenes fueron tomadas entre septiembre y octubre de 1983, tres meses después de que un tropel de estudiantes y no estudiantes retomaran por las fuerza las residencias que habían permanecido vacías desde que el ejército las desalojara en mayo del 76. Un artículo de la época, publicado por el diario universitario De Frente, narra con lujo de detalle cómo era la vida en las residencias durante este periodo: el sistema de organización por combos, usualmente regionales, que los estudiantes implementaron para repartirse la tareas de aseo por pasillos o pisos; la forma en la que luego de retomar las residencias fue abolida la distinción entre dormitorios de hombres y mujeres para que todos pudieran acomodarse en los espacios disponibles con sus hijos y parejas y el mítico quinto piso, mejor conocido como Gorgona, donde, en septiembre de ese año, un grupo de encapuchados ingresó con la consgina "muerte a los peperos " desatando una confusa cadena de acontecimientos que terminó con la muerte de un estudiante que cayó al suelo desde uno de los pasillos. Hoy que Colombia firma la paz por quinta vez en un par de meses, los dejamos con este reflejo de cómo transcurría la vida cotidiana en un país, una ciudad y una universidad que vivía con pie y medio en la guerra.

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