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ESPAÑA

Por qué quien maltrata a su mujer no cumple con sus deberes de padre

Una sentencia del Tribunal Supremo español que avala quitar la patria potestad a los asesinos de sus parejas abre el camino para una mayor protección a las víctimas de violencia de género.
Algunas personas encienden velas en recuerdo de las mujeres víctimas de la violencia de género. (Imagen por Álvaro Barrientos/AP)
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El 29 de julio de 2013 un juzgado de Guadalajara le concedió a D. una orden de alejamiento de su marido, L., como medida cautelar previa al juicio por un delito de violencia de género. Tres días después, el que había sido su pareja hasta ese momento, la siguió hasta la zapatería donde sabía que estaba comprando, la esperó en la puerta y en cuanto salió la agarró del cuello desde la espalda y le asestó múltiples puñaladas con un cuchillo de cocina de 14 centímetros. La hija de ambos, que entonces tenía tres años, vio como ocurría todo.

D. sobrevivió al ataque. Sus heridas curaron tras 97 días de recuperación pero 11 cicatrices, la huella de las puñaladas y varias cirugías, quedaron marcadas en su torso y cara. El mismo tribunal que condenó a su ex pareja a 13 años de prisión por intentar matarla consideró que al mismo tiempo podía seguir ejerciendo sus derechos y deberes como padre desde la cárcel. En su opinión, no se había "demostrado" que fuera perjudicial para la niña haber visto cómo su padre había intentado matar a su madre.

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Una reciente sentencia del Tribunal Supremo español ha ordenado sin embargo suspender la patria potestad argumentando que "resulta difícil imaginar un más grave incumplimiento de los deberes inherentes a la patria potestad que el menor presencie el severo intento del padre de asesinar a su madre".

El fallo supone un punto de inflexión en las decisiones que hasta ahora venían tomando los jueces respecto a los maltratadores y sus hijos ya que, a pesar de que está contemplado en la legislación, son pocos los casos en los que a los condenados por malos tratos, incluso por asesinato, son privados del régimen de visitas y menos aún de la patria potestad.

"No nos morimos, nos matan". Así vivimos la marcha del 7N contra las violencias machistas. Leer más aquí.

A diciembre de 2014, 490 hombres estaban en prisión preventiva acusados por delitos de violencia de género, 84 de ellos, acusados de haber matado a sus parejas. De entre todos, 37 veían a sus hijos menores en la cárcel, incluidos cuatro que habían asesinado a las madres de los niños, según la respuesta escrita que dio el gobierno a las preguntas de la diputada socialista Ángeles Álvarez.

"Se sigue pensando que el maltratador puede ser un buen padre pero pretender que un golpe es un hecho aislado, que no viene rodeado de un control, de celos, de otros casos de violencia es un error", explica a VICE News, Miguel Lorente, profesor de Medicina Legal de la Universidad de Granada, forense, y ex delegado del gobierno español para la Violencia de Género.

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El experto apunta cómo incluso la propia sentencia del Tribunal Supremo basa su argumentación en el hecho de la que menor presenció el asesinato y que ni se plantea qué otros episodios vivió con anterioridad.

'El régimen de visitas se ve más como un derecho del padre y lo que se está diciendo con ello es que cierto grado de violencia es aceptable'.

La gran mayoría de condenas por violencia machista tienen que ver con hechos aislados, pocas por un delito continuado de maltrato, previsto en el Código Penal, y que contempla penas mayores. De las 38.947 órdenes de protección que los juzgados españoles concedieron en 2014 a víctimas de violencia de género, solo en 56 casos se suspendió la patria potestad, la guardia y custodia en 1.078 ocasiones, y el régimen de visitas en 565, según datos del Observatorio Contra Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el órgano de gobierno de los jueces.

"El régimen de visitas se ve más como un derecho del padre y lo que se está diciendo con ello [la no suspensión de las visitas] es que cierto grado de violencia es aceptable", subraya Lorente. Susana Martínez, abogada y presidenta de la Comisión para la Investigación de los Malos Tratos, señala a VICE News que hasta ahora "se confundía el derecho y el deber del hijo a relacionarse con el padre y se estaba dando más preponderancia a una de las partes, el padre, y no al menor ni a la mujer".

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Lorente llama la atención sobre el dato — que reflejan las encuestas sobre violencia de género —

de que 840.000 niños viven a diario episodios de violencia machista. "Luego nos sorprendemos de que los jóvenes sigan reproduciendo actitudes machistas pero es que no estamos tomando medidas para evitarlo", subraya.

María José Bueno, psicóloga y responsable del Área de Violencia de Género de la Federación de Mujeres Progresistas, señala a VICE News que los menores que conviven en escenarios de violencia "se están socializando en valores muy marcados y aprendiendo unos modelos de relación muy determinados". Explica que tanto los chicos como las chicas tienden a identificarse con el agresor. "Es más fácil porque es más fuerte y de ahí que sea tan necesaria la intervención", subraya.

Hace un año el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer de la ONU (CEDAW, en sus siglas en inglés) recomendó a España en un duro dictamen que investigara qué había fallado — y compensara por ello — hacía 12 años cuando el ex marido de Ángela González mató a su hija Andrea, de siete años, durante una visita no supervisada. Ella había denunciado hasta en 30 ocasiones el riesgo que suponía dejar a la menor con el padre pero las autoridades judiciales hicieron caso omiso.

"Los estereotipos de género persisten, además de que se sigue creyendo que un maltratador es un buen padre, a las mujeres se les resta credibilidad a la hora de contar su relato y es un problema muy grave porque no reciben la protección que necesitan", subraya Tania Sordo, abogada de Women´s Link, organización que llevó el caso de Ángela hasta las Naciones Unidas.

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España desobedece a la ONU y no repara a una madre cuyo maltratador asesinó a su hija. Leer más aquí. 

Para Sordo la sentencia del Supremo supone un paso hacia la hoja de la ruta que marcó el dictamen de la ONU — que el Gobierno ha rechazado cumplir — para que "no sucedan más casos como el de Ángela".

En lo que va de año 41 mujeres han sido asesinadas a manos de su parejas o ex parejas — cuatro casos permanecen en investigación —, 39 menores se han quedado huérfanos y al menos tres niños — cinco más están siendo investigados — han sido también asesinados, según datos recogidos a 2 de noviembre por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

La sentencia del Tribunal Supremo cambia el criterio que se venía siguiendo hasta ahora — en los casos de asesinato o intento de asesinato — y la patria potestad se podrá suspender de forma automática sin necesidad de acudir a la vía civil. "Es un cambio de sensibilidad importante que va a influir en muchas decisiones", opina la Ángeles Carmona, presidenta del Observatorio del CGPJ.

"Hay mujeres que no se separan por proteger a sus hijos porque los maltratadores saben que el mayor dolor que pueden infligir a una mujer es agredir a sus hijos", subraya a VICENews.

Para la abogada Susana Martínez el fallo del Supremo supone "un cambio de criterio ideológico, ha empezado a calar un mensaje de que el hijo que presencia la violencia es víctima directa y ya no hace falta probar que hay un incumplimiento a los deberes inherentes a la patria potestad".

Sigue a Patricia Rafael en Twitter: @prafaellage