La insurrección en las realidades surrealistas de Exploded View
Foto tomada del Bandcamp de la banda

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Música

La insurrección en las realidades surrealistas de Exploded View

El ahora trío de Ciudad de México y Berlín acaba de estrenar 'Obey', su segunda y exquisita placa de estudio.

Exploded View comenzó como un experimento. Cuatro músicos que se juntaron por circunstancias fortuitas para ver qué salía y terminaron en un proyecto musical de tiempo completo, todo por la música que se dio a través de la improvisación y la exploración sonora. Nada indicaba que Exploded View pudiera convertirse en un vehículo para una carrera de los miembros de la banda, pero así ha sido; y lo que en algún momento fue una obra musical que desafiaba las convenciones, ahora las adopta, y a través de este proceso, consigue libertad creativa.

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Aunque se pueden rescatar guiños y usanzas de krautrock, post punk, synthpop, minimal synth, dub y hasta lo más abstracto del trip-hop, Exploded View no suena a algo en particular sino al conjunto de influencias de Annika Henderson, Hugo Quezada y Martín Thulin (Héctor “Amón” Melgarejo salió de la banda antes de las grabaciones de Obey). Las canciones de su disco homónimo del 2016 parecían no tener principio ni fin, sino parecía que nos entrometían a la mitad de una transmisión eterna de música de otra esfera.

Ahora a manera de trío, la banda acaba de estrenar su segundo disco Obey, donde continúan con los sonidos que podían encontrarse en su álbum anterior, pero con canciones más redondas y mejor definidas, y con versos que escalan en intensidad. Esas realidades surrealistas que conjuran, ahora son más detalladas.

Obey es un disco que explora la libertad más plena, una alternativa al estado de obediencia al que estamos atados en el día a día, no solo a través de autoridades sino de todas las normas informales sociales que nos sujetan. Estar libre en una sociedad, argumenta Annika Henderson, solo es posible en los sueños, por lo que la música de Obey asemeja estados oníricos, recuerdos que visitamos al dormir, donde nadie nos dice qué hacer.

Hace un par de años y después de su primera gira europea, habíamos platicado con Hugo Quezada. Ahora volvemos a sentarnos con el gran productor y músico para saber qué ha cambiado y que se ha acomodado de manera diferente para ellos. Escucha abajo Obey y lee después la charla con Hugo.

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NOISEY: ¿Qué ha cambiado en cuanto a la forma de trabajar esta nueva música?
Hugo Quezada: En realidad el proceso es el mismo: meternos a improvisar. Pero creo que la salida de Héctor ––Amón–– creo que sí… porque Héctor era un detonante de cosas que pasaban. Él es muy libre, podía empezar a tocar algo que no tenía nada que ver con lo que estaba tocando alguien más y después de un tiempo se vuelve un arreglo muy bonito. Era un elemento que se estaba moviendo raro mientras los demás estábamos improvisando. Martín y yo somos mucho más metódicos. Si estamos metiendo una base como un patrón en la caja de ritmos, tal vez ya estamos pensando en que es lo que va a pasar después, como que eso que estamos haciendo va a llegar a algo. Pasó igual que las veces anteriores, grabando aquí en el estudio de mi casa y la alineación cambió: fue caja de ritmos, sinte y guitarra, Martín tenía otro sinte y otra guitarra y Annika en las voces. La lógica fue la misma pero ahora estamos más… la palabra no es “libres”; era como con más espacio entre nosotros al tiempo que sale un elemento. En lugar de tratar de cubrirlo con cosas, preferimos dejar silencios. Hay muchos respiros en el disco.

Ya tienen algunos años tocando juntos, ¿sientes que ha cambiado la manera en la que colaboran?
Ya nos conocemos demasiado. A Martín lo conozco desde hace un par de décadas pero la interacción con Annika ya tiene su workflow. Ya sé qué tengo que hacer para que Annika haga una melodía; los ejemplos claros son “Gone Tomorrow” u “Open Road”. En “Gone Tomorrow” estaba haciendo un sonido de sinte que duró 15 minutos en lo que estaba buscando que se escuchara interesante; eso le dio tiempo a Annika para sacar una melodía y una letra. Creo que esa melodía y esa letra son de las más expresivas del disco. Cada quien vamos agarrando nuestras dinámicas.

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¿Creen que desarrollar la música en la Ciudad de México haya afectado como se ha logrado?
Creo que la influencia tiene que ver un poco por la ciudad y la mentalidad caótica que en particular yo tengo porque soy una persona que nació y creció aquí. Martín tiene 25 años acá pero la situación que se le presenta a una persona como Annika, que viene de Berlín, es un poco adversa. En realidad no lo creo, te afecta personalmente y eso se refleja en la música, pero es un poco inconsciente.

¿Cómo has visto la evolución del proyecto desde que se fundó?
Se me hace interesante porque en vez de estar expandiéndonos, estamos yendo como dentro de nosotros. Creo que este disco es mucho más íntimo; también hay que tomar en cuenta que el primer disco lo grabamos la segunda vez que nos veíamos, fue tal cual después de echarnos un café. Ya después de tener dos años de conocernos, la relación se va fortaleciendo, nos vamos conociendo más y a la hora de estar en el estudio tienes mucha más confianza de proponer cosas, no en el plan de alzar la mano y decir “tengo una idea” sino de agarrar un instrumento y soltarse. Se vuelve un diálogo, es un workflow chido.

¿Cómo han visto el impacto que ha tenido Exploded View con los escuchas?
Es raro porque el final de cuentas, en estos tiempos, ¿cómo puedes medir eso? ¿plays en Spotify? Quizás una vez al mes me meto a Spotify y tampoco me meto a checar los plays de la banda. En los conciertos sí se ve más reflejado porque la gente va y demás, pero aún sigue siendo un proyecto… tampoco esperamos que esto se convierta en un crossover o explote, sigue siendo algo muy de nicho. Pero creo que sí se va abriendo un poco el espectro, aunque no creo que seamos los nuevos… no sé, Tame Impala. [Ríe].

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Este año hicieron su segunda gira europea y están por hacer otra por Estados Unidos, ¿ha cambiado tu manera de pensar de esta vida desde la última vez que platicamos con contigo?
Cuando alguien te lleva es porque sabe que le vas a llevar flujo de capital, por ende la gente que va es porque le interesa verte, se sabe las canciones. Entonces es fácil ver una respuesta porque en realidad está muy enfocado; está armadísimo. No siempre es un volado ir a tocar [en Europa] y aquí siempre lo es, desde saber si el lugar no está clausurado si hay ingeniero si va a haber PA. Allá es una industria que funciona. Es una chamba, hay días buenos y días malos.

¿Que vincula a Exploded View con las bandas mexicanas?
A mi me enorgullece decir que es una banda mexa. Ser una bana mexa es siempre estar contra la adversidad. Me gusta la idea de que la gente vea que sí se puede, que no necesitas ser tal persona o deberle favores a tal persona para armarla. Si haces bien las cosas, si lo que haces le habla a alguien, seguramente eso se vuelve un diálogo y crece. Ahora, si quieres usar el término “rock mexicano” para encasillarnos, eso sí me da totalmente una hueva; cualquier etiqueta da hueva, ni siquiera somos rock. Si es que tenemos algo que ver con bandas de acá es la búsqueda. Estoy en contacto con bandas por mi chamba ––me dedico a producir––, me he encontrado con una nueva generación de gente que está buscando como hacer cosas nuevas y no quedarse con el mindset de que todo lo que se hace se va a quedar aquí. Bandas como El Shirota, los Moon Moon, los Viv [& The Sect] son bandas que están viendo para afuera y no están pensando en cerrar un Vive [Latino], con una mentalidad así de chiquita, y es algo que nosotros nunca tenemos. Te pones a hacer música y si está bien, bien y si alguien le gusta está bien y si no le gusta, también.

¿Qué esperas del disco?
Honestamente no tengo expectativas. El proceso siempre es algo doloroso, más esta banda que es por logística. Son dos meses que Martín y yo nos vemos todos los días para mezclar, le pierdes el hilo al disco, te hartas y con el boom del vinilo, tienes que entregar el material siete u ocho meses antes a la disquera. Para cuando vuelves a escuchar el disco físicamente ya tiene un año que lo hiciste. Pero después de mezclarlo de plano lo dejé de oír y ahora que lo volví a escuchar en el streaming que salió, lo disfruté mucho. Siento que hay más cosas que me representan que en el pasado, es una cosa mas pensada. Yo estoy más a gusto.

¿Grabarían en otro estudio o parte del encanto de Exploded View es hacerlo en Progreso Nacional?
Lo habíamos planeado porque también la cosa es cambiar la forma de trabajo. Tenemos un par de ideas que no sabemos si se realizarán o no, tal vez el próximo año le vamos a dar la vuelta a esto y salir de la zona de confort. He platicado con Martín de hacer arreglos con otra instrumentación, tal vez sea como un spin-off de la banda. No hemos aterrizado esas ideas pero queremos mínimo buscar otras ideas.

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