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Después de romper récord, Miroslav Klose se despide

Nos despedimos de Miroslav Klose, máximo goleador en Mundiales, dando un repaso por su carrera.
Agência Brasil vía Wikimedia Commons

"El futbol fue mi salvación. Al salir de la escuela dejaba la mochila en una esquina y lo único que tenía en la cabeza era el balón. Siempre fui un poco mejor que los demás, así que me escogían primero cuando había que formar equipos. Así fue que comencé a integrarme y a hacer los primeros amigos, porque no me fue fácil aprender alemán".

Lo trae en la sangre polaca que corre por sus venas. El futbol forma tanto parte de él, que nació el 9 junio de 1978, a ocho días después de que comenzara el Mundial disputado en Argentina. Desde su niñez se vio envuelto en este deporte, aunque quizá jamás imaginó que, años después, su nombre quedaría grabado en la historia del balompié mundial.

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Miroslav Klose viene de un círculo deportista, su padre, Josef Klose fue jugador del Odra Opone de Polonia mientras que su madre, Bárbara Jez, practicó el balonmano. Podemos decir entonces que estaba destinado a figurar en el orbe.

Apenas tenía nueve años cuando su familia decidió emigrar a Alemania sin imaginar que sería ahí donde el pequeño dejaría huella. Como él mismo lo menciona, aprender el idioma de aquel país no fue sencillo, pero desde entonces mostró su alta capacidad de adaptarse a la situación venciendo los obstáculos que se le presentaban para conseguir sus objetivos.

Jugar en el Kaiserslautern —entonces perteneciente a la Bundesliga— marcó el comienzo de la historia pues gracias a su actuación durante la temporada 2000-2001, y a que logró su naturalización, llegó a ser convocado a la Selección Alemana, en la que debutó en el 2001.

La visión de campo, la habilidad con los pies, sus remates de cabeza, su velocidad, el toque preciso y la definición exacta que mostró le permitieron hacerse de un lugar para el Mundial de Corea-Japón 2002. Cinco tantos conseguidos durante la competición robaron reflectores.

Repitió la dosis cuatro años después, durante la justa llevada a cabo en Alemania, y fue entonces que se encendieron las alarmas. Klose, con 28 años de edad cumplidos, estaba a cinco tantos de igualar la marca de más anotaciones en Mundiales (quince), misma que pertenecía al brasileño Ronaldo Nazario de Lima.

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Foto vía Twitter.

Llegó Sudáfrica 2010 y anotó cuatro tantos. Cada cotejo disputado por el delantero era motivo de no perder de vista una sola jugada. Todo quedó en 14 dianas totales; sólo una lo separaba del exjugador del Real Madrid.

Apareció el 2014 en América, continente en el que nunca antes un combinado europeo había logrado dejar una marca significativa, y el 21 de junio en Brasil, el cuadro teutón se midió ante Ghana en el segundo cotejo de fase de grupos. Entonces apareció Miroslav, filtró la portería, igualó a Ronaldo, al brasileño del toque mágico, al de los goles más espectaculares de tiro libre. La historia estaba por reescribirse.

Después llegó el 8 de julio, el día más terrorífico en la historia del futbol carioca. El estadio Mineirao estaba repleto; cerca de 62 mil personas estaban a punto de presenciar un acto que no se olvidaría jamás. Era la antesala a la final que terminó convertida en el episodio más gris, la pizarra marcaba 1-0 al minuto 11, y 12 minutos después comenzó el verdadero festín.

Luego de un pase filtrado, toque de taquito dentro del área, el balón le quedó a Miroslav. Disparó; Julio César rechazó; y llegó un nuevo tiro de Klose… entonces el balón entró a la portería. Era el 2-0 para Alemania, pero el fruto de catorce años de trayectoria que terminó aderezada con el campeonato del cuadro teutón, siendo el primer combinado europeo en levantar la Copa Mundial en suelo americano.

Miroslav no sólo se encargó de colaborar con el catastrófico 7-1 en contra de la verdeamarela sino que, de paso, dejó atrás a un brasileño para ubicarse como el máximo anotador en Mundiales, con 16 goles. Además,debido a la hazaña lograda, ese año su nombre se mencionó a la par de Malala (Premio Nobel de la Paz), de Patrick Modiano (Premio Nobel de Literatura), de Alejandro González Iñárritu (Mejor Director en los Premios Óscar), de Jean Tirole (Premio Nobel de Economía), entre otros.

Todos ellos, por diferentes que sean sus ramas y nacionalidades, tienen algo en común: a lo largo del 2014 destacaron en sus categorías y marcaron época en la historia de la humanidad, porque uno no elige la tierra en la que nace, pero sí el camino que decide tomar, ese que,con el paso de los años y de lo construido deja cimientos que terminan de forjarse hasta quedar inmortalizados.

Polaco de nacimiento, alemán por naturalización, amante del futbol por convicción. Miroslav Klose decidió su camino desde que tuvo un balón en los pies. Diciembre del 2016 marcará el fin de su época como futbolista, esa que quedará grabada en los libros de la cultura general, aquella que se nutre de diversos temas, pero que al final, termina siendo escrita por un ser humano como tú, como yo, como Miroslav Klose.