Grandmaster Flash: El científico loco del hip hop

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Música

Grandmaster Flash: El científico loco del hip hop

Hoy se presenta por primera vez esta leyenda de la música en México. Te contamos por qué tiene ese estatus de legendario.

En el principio fue el DJ. Si bien a partir de su globalización, el vocablo "hip hop" derivó en sinónimo de "rap" y los MCs tomaron la vanguardia mediática en la industria musical, el hip hop nació y se desarrolló por la nigromancia de los DJs. En la mitología de su génesis, ocurrida durante los setenta en el Bronx, el hip hop da cuenta de una trilogía fundacional: Kool Herc, Afrika Bambaataa y Grandmaster Flash. Todos DJs. Todos afroamericanos de los bajos fondos.

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Entre ellos, Flash fue el encargado de ajustar la inventiva de ese peculiar movimiento que emergía entre las ruinas de un lugar que estaba, literalmente, en llamas. Lo que se conocería como hip hop fermentó en un barrio que parecía una escena de guerra después de un bombardeo; un pandemonio marcado por la violencia pandilleril, las drogas, los incendios autoprovocados de cientos de multifamiliares para el cobro de los seguros y el abandono social.

Todo comenzó con Robert Moses, uno de los personajes más controvertidos del urbanismo —y según The New York Times, "la persona más importante en la configuración física del Nueva York moderno"—, quien concibió la Cross Bronx Expressway, una vía que conectaría Manhattan con Long Island, cortando vecindarios enteros indiscriminadamente, en línea recta sobre el sur del Bronx. El barrio, que era habitado por judíos, irlandeses, italianos, latinos y negros, fue cortado de tajo por las excavadoras entre 1948 y 1972. Los blancos clasemedieros se fueron, pero afros y latinos quedaron soterrados en los escombros.

Un reportaje televisivo de la época abre así: "El sur del Bronx. Tiene todos los superlativos. El crimen más alto, los más pobres, más desempleo, mayor deterioro y el récord mundial de incendios autoprovocados. En solo diez años, más de 30 mil edificios fueron incendiados y abandonados". El número de homicidios se cuadriplicó de 1960 a 1971 y la heroína inundó las venas del gueto. Las pandillas se organizaron, pelearon y firmaron la paz, dando paso a que personajes como Bambaataa, Herc y Flash cimentaran un circuito de fiestas en aquel submundo invisible al Progreso y al american dream, donde nacería el hip hop.

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La obsesión por la electricidad sonora

Grandmaster Flash nació en 1958 en Bridgetown, Barbados, como Joseph Saddler. Tras emigrar con su familia al Bronx, creció como el cuarto de cinco hijos en una casa ubicada en la calle Fox y la 163rd, en el "Fuerte Apache". El pequeño Saddler tenía una fascinación por los aparatos eléctricos: "todo lo que se enchufara a la pared, el secador de pelo, la lavadora de ropa, la rizadora. Si se podía desatornillar y ver el interior, lo desarmaba. Y también me fascinaban las cosas que giraban, como la secadora de ropa, las ruedas de bicicleta… las hacía girar y me les quedaba mirando", dice en la serie documental Hip Hop Evolution.

Esta atracción eléctrica encontró un eco en la música que lo rodeaba. A Flash le fascinaba ver a su padre (con quien, se dice, nunca tuvo una buena relación) llegar del trabajo, sacar sus vinilos del armario y ponerlos a girar. Cuando descubrió esa asociación movimiento-sonido, Flash pasaba el tiempo en patios traseros buscando amplificadores, receptores, bandejas de reproducción, capacitores, diodos… "Era un científico en busca de algo desconocido… Aunque en la Fox Street sucedían cosas demenciales y muy violentas, yo estaba en mi propio mundo".

En Can't stop won't stop. A history of the Hip-Hop Generation (Picador, 2005), Jeff Chang escribe que mientras los yonquis saqueaban los edificios incendiados y vacíos, buscando restos del cableado de cobre para financiar su adicción, Saddler exploraba los autos abandonados para ver si encontraba radios o bocinas, que luego llevaba a su cuarto e intentaba reparar. Escribe Chang:

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"Saddler no iba a las fiestas de Kool Herc o Pete 'DJ' Jones para drogarse, gritarle a las chicas o mostrarse ante el público. Lo que le gustaba era quedarse en las sombras y absorberlo todo: lo que hacía el DJ, el público, el equipo, la música. Cuando volvía a su habitación, armado con su destornillador, su soldadora eléctrica y su insaciable curiosidad, el chico a quien más tarde todos conocerían como Grandmaster Flash se ponía a teorizar sobre los tocadiscos y las mezcladoras, a reflexionar sobre la presentación de las fiestas, en un intento por averiguar cómo convertir la creación de beats y la interacción con el público en una verdadera ciencia". Una obsesión que cosecharía frutos históricos.

Agrega Chang que Joseph no poseía un equipo costoso, una gran colección de discos ni el soporte de una pandilla, lo único que tenía era su estilo. Flash revolucionó la técnica de aquel tornamesismo que alentaba los pasos de los primeros b-boys y b-girls en la pista, o bien a los primeros MCs.

La teoría del "Quick Mix"

Aunque en ese entonces no se conocía así, tomar el break consistía en "cortar" un puente rítmico de una canción (como el solo o el intro de batería), y repetirlo tocándolo primero en una tornamesa y luego en la otra (Flash y los DJs del Bronx compraban dos copias de cada vinilo). La epifanía le llegó después de estudiar las fiestas de Herc y de escuchar cómo en la radio los DJs mezclaban dos discos de manera sutil para generar la sensación de que estabas escuchando una sola y larga canción; particularmente entre los Djs de Manhattan enfocados a la música disco, como Pete "DJ" Jones, que en sus fiestas mezclaba un disco tras otro hasta el amanecer.

El estilo de Herc era lo contrario: una mezcla abrupta, un "caos al unísono", decía Flash. Los DJs hacían la mezcla cambiando el brazo de la tornamesa de un lugar a otro sobre el acetato, así que él se concentró en el plato, mirándolos girar.

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"Sabía que debía haber otra manera y tras probar cosas diferentes, puse los dedos sobre el vinilo. Los solté, lo pare, lo solté, lo paré. Pensé: 'tengo el control total sobre el disco', pero el tabú era que no se suponía que tocaras el centro del vinilo; los DJs te odiarán, la gente te odiará, ibas a arruinar los discos". Flash decidió que era la única forma, así que tomó un crayón e hizo una marca donde entraba y salía el break, esa parte melódica de una pieza de funk o soul que era la que a él le interesaba para su repetición en loop, y que finalmente eran las secciones de una canción que más "prendían" la fiesta, el clímax del baile y la catarsis nocturna.

Flash desarrolló su teoría bajo el nombre de "Quick Mix" ("Mezcla Rápida"), que abarcaba el cutting, el backspin y el double-back. El primero es una especie de mini scratch, que se produce al mover el disco con la mano hacía adelante. El backspin, se explica en Can't stop…: se genera al crear un loop que se reproduce de manera indefinida, mientras que en el double-back, además, se retrasa ligeramente la reproducción de uno de los dos discos y luego se hace que la música "rebote" entre ambos, pasando la misma sección alternativamente en uno y en otro.

De acuerdo con el escritor y crítico musical Nelson George, el uso que le dio Flash a las tornamesas, de simples reproductores a una tecnología de creación, se inserta en la más alta tradición de la música afroamericana. Pone como ejemplo el saxofón, un instrumento que no es fundamental en la orquesta clásica, pero que tomó Charlie Parker y lo puso en el centro del jazz y, por ende, de la música popular moderna. O la guitarra eléctrica en manos de Muddy Waters y Chuck Berry, quienes hicieron el mismo ejercicio: institucionalizar su uso para muchos géneros diferentes y miles de músicos consagrados. Flash, dice George, hizo eso y más: convirtió las tornamesas en un instrumento.

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Pero el circuito de fiestas clandestinas que dio origen al hip hop en aquel Bronx delirante de 1975 no aceptó de buenas a primeras la inventiva. "La primera vez que la apliqué, el público se me quedó mirando. Yo creía que les iba a encantar, pero ni se movieron. Había cientos de personas completamente inmóviles. Estaban tratando de entender qué había pasado". Flash lloró por semanas. Muy científico, sí, pero el espíritu de la fiesta era caprichoso, inasible. Hacía falta algo.

The Furious Five

La emergencia de los primeros MCs fue propiciada por una lógica intrínseca de aquellas fiestas en departamentos abandonados, parques como el St. Ann's, el Mitchell, el 23 y el 63, y posteriormente en clubs. La figura en la que devendrían los raperos formales era la del animador, el Maestro de Ceremonias que tomaba el micrófono alentado por el DJ, para soltar frases como "todo el mundo con las manos en el aire" o del tipo "Freddie, tu mamá está allá afuera esperando". El objetivo in situ era mantener el mood entre pieza y pieza y enaltecer vocalmente al DJ. Además de cumplir con una función mucho más precaria: dar avisos parroquiales de todo tipo.

Robert Keith "Cowboy" Wiggins, ex militante de los Black Spades (la pandilla de la que había emergido Afrika Bambaataa), se convirtió en compañero de fórmula de Flash, junto a dos hermanos: Melvin "Melle Mel" y Nathaniel "Kid Creole". En una secuencia del documental Big Fun in the Big Town, Grandmaster camina afuera de lo que en aquellos años era el Dixie Club. Allí se había mudado luego de que, en 1976, el Black Door le quedaba chico. Reunidos por Flash, Melle Mel, considerado en lo posterior como uno de los grandes rimadores de la vieja y original escuela del rap, Kidd Creole y Cowboy formaron Grandmaster Flash and the three MCs.

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El combo evolucionaría a Grandmaster Flash and the Furious Five, con Eddie "Mr. Ness/Scorpio" y Guy Todd "Rahiem" Williams. Los MC´s comenzaron a ganar protagonismo, haciendo catarsis de la tradición oral-musical afroamericana, desde los grupos de coro góspel y estrellas como Cab Calloway e Isaac Hayes, pasando por el slam poetry de Gil Scott-Heron, Last Poets, The Watts Prophets y las referencias más inmediatas: DJs de las estaciones de radio, como Gary Byrd, Ken "Poder" Webb y Frankie Crocker; y DJ Hollywood, un "MC" de Harlem que hacía lo suyo en el circuito de fiestas disco, más sofisticadas y con mayores reflectores.

Grandmaster Flash and the Furious Five, Kool Dj Herc & The Herculoids, Afrika Bambaataa & The Soul Sonic Force empujaron ese modelo de DJ-combo-MCs. La fiesta devino en show y, como una revolución dentro de otra, a finales de los setenta el rapero tomaba el spotlight. La noche del 13 de julio de 1977, la caída de un rayo en una subestación eléctrica en el río Hudson, y luego otro, hizo efecto dominó por toda la ciudad y un gran apagón oscureció todo durante 24 horas: "Noche de terror".

En el Bronx el apagón fue aprovechado para saquear las tiendas y armarse del equipo necesario para emular a personajes como Flash y armar tu propio sound system. El hip hop tuvo tenía su guiño sobrenatural del cielo nocturno y ya nada sería igual. Grupos como The L Brothers, The Fantastic Five, Cold Crush y The Mighty Force comenzaron a batallar en el subterráneo por alcanzar el ya entonces peldaño cuasi mítico de Grandmaster y sus cinco furiosos.

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Entre 1979 y 1982, el grupo firmó con Enjoy Records y Sugar Hill Records. Lanzaron su primer single, "Superrappin", fueron de gira por otros estados de EU y a Europa, lograron el disco de otro por otro single, "Freedom" y, finalmente, editaron en Sugar Hill "The Message", pieza icónica, no solo de la banda, sino de la historia del hip hop. El sencillo, que en realidad fue concebido y es cantado por Melle Mel, para entonces un afinadísimo MC, es considerado como uno de los primeros en envolver su lírica en un contexto social de denuncia. También fue la ruptura de Melle Mel y Flash, por desacuerdos de créditos con Sugar Hill y otros de visión creativa.

Grandmaster Fame

En 2007 el Salón de la Fama del Rock and Roll incorporó a Patti Smith, Van Halen, R.E.M y The Ronnettes. Y por primera vez en su historia a un grupo de hip hop: Grandmaster Flash and the Furious Five. Un reconocimiento tardío no solo para los oriundos del Bronx, sino a todo el rap, escribió Rolling Stone. "Treinta años después, los raperos se han convertido en estrellas de rock, estrellas de cine, líderes, educadores, filántropos, hasta presidentes corporativos; nada de esto hubiese sido posible sin el trabajo de estos hombres", dijo Jay-Z en la ceremonia.

La inducción generaría un acalorado debate entre algunas figuras del rock respecto a su posición sobre el rap. Es irrelevante. Antes que Run D.M.C. y Aerosmith, Public Enemy y Anthrax, Blondie había derribado las barreras con su rap-rock "Rapture", de 1981, en la que involucraba la realidad hiphoppera neoyorquina de finales de los setenta: en una especie de protorap, Debbie Harry hace shout outs a personajes de la cultura, como Fab Five Freddy, artista visual, cineasta y pionero del hip hop, y a Grandmaster Flash: "Flash es rápido, Flash es genial". En el video hacen cameo el grafitero "Lee" Quiñones, otro de los pioneros, y Jean-Michel Basquiat, quien relevó a Flash de último momento porque éste no llegó a la filmación.

Antes de "Rapture", en 1979, Sylvia Robinson, la productora de Sugar Hill Records, había reunido a un trío de chicos para rapear con el nombre de Sugar Hill Gang. Wonder Mike, Big Bank Hank y Master Gee fueron unos improvisados (Hank trabajaba en un restaurante de pizzas de Nueva Jersey) que estuvieron en el lugar adecuado en el momento ídem. Convocados por Sylvia y su esposo, el magnate Joe Robinson, grabaron "Rapper's Delight", el primer sencillo de rap en alcanzar las listas y expandir el hip hop por todo el mundo. Un fenómeno radial y de ventas no exento de polémicas: algunas rimas de la canción fueron robadas por Big Bank a Grandmaster Caz, de los Cold Crush Brothers, y Nile Rodgers, guitarrista de la banda Chic, demandaría a Sugar Hill Records por el plagio de su canción "Good Times" para realizar la base de "Rapper's Delight", lo cual era cierto.

Más allá de eso, "Rapper's Delight" marcaría la pauta definitiva para la globalización de aquel movimiento subterráneo, semiclandestino, del sur del Bronx. Después ya nada sería igual. El hip hop había alcanzado su madurez y penetraba en el mainstream, gracias al impulso de toda una generación de jóvenes que encontró en éste su norte, y en figuras como Flash a los líderes naturales de la tribu. El legado de Flash en la música y la cultura popular es resumido por él mismo al referirse a sus técnicas en el arte de tornamesismo: "No me den crédito alguno; pero también digo que sería totalmente imposible concebirlas sin lo que yo inventé".

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Recuerda que hoy sábado 28 de octubre, Grandmaster Flash visita por primera vez México. Acá la info del evento. Los boletos están sold out.