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Cultură

Qué importa si el primer ministro de Inglaterra tuvo sexo con un cerdo muerto

Inglaterra por fin puede creer en algo y ese algo es David Cameron cogiéndose a un cerdo.

No escogí a propósito la foto de un cerdo que casualmente tiene los ojos de Borin Johnson, un político y periodista británico, las estrellas simplemente se alinearon. (Foto vía prof. Bizarro)

Pues sí, suena raro pero ahí va: se presume —y siempre hay que especificar que "se presume" cuando es probable que alguien se haya cogido a un cerdo porque si dicen que alguien se cogió a un cerdo y en realidad no lo hizo, los pueden demandar— que el noble y honorable líder de Inglaterra, el primer ministro David Cameron, se cogió a un cerdo. "Coger" es una gran palabra, ¿no creen? "Coger" engloba una gama de experiencias sexuales. ¿Poner un pene flácido en la boca de un cerdo muerto porque sus amigos lo retaron significa que "se lo cogió"? Yo creo que no. Pero hoy en día, el idioma parece una herramienta obsoleta para describir la majestuosidad de los acontecimientos. Es como tratar de hacer una operación a corazón abierto con una piedra o de dividir el átomo con un ladrillo.

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Pero aquí estamos, disfrutando lo que podría ser el mejor día en la historia de Inglaterra. Para los que no saben qué pasó: anoche, el Daily Mail publicó extractos de la biografía no autorizada de David Cameron hecha por el conservador Lord Ashcroft, donde se presume que Cameron consumía drogas cuando estudiaba en Oxford (todos fuimos jóvenes), escuchaba a Supertramb (tomos fuimos jóvenes) y —recuerden que todos fuimos jóvenes en algún momento— puso su pene en la boca de la cabeza de un cerdo decapitado mientras sus compañeros tomaban fotos, como un rito de iniciación al Club Piers Gaveston.

"Los informantes mencionaron una 'ceremonia de iniciación indignante' en un evento de Piers Gaveston donde el futuro primer ministro 'insertó una parte privada de su anatomía' en la boca de un cerdo muerto", decía en el periódico The Daily Mail. "La persona que les contó el suceso era un contemporáneo del señor Cameron que se convirtió en un miembro del Parlamento y asegura que otro miembro del grupo tiene evidencia fotográfica que lo comprueba". Es Gideon, ¿verdad? Estoy seguro de que es Gideon. Pregunta: ¿Qué tan seguido creen que Gideon saque esa foto y la vea con satisfacción? Yo digo que una vez a la semana, mínimo. Oh no, esperen: se presume que una vez a la semana, mínimo.

Imagínense a Samantha Cameron con los brazos cruzados furiosa y sentada en un diván. Imagínense a David Cameron de rodillas, ignorando el teléfono y diciendo "No es cierto, Samantha. Nunca me he cogido a un cerdo". Imagínense que es el año 2017 y el hijo de David Cameron se mete a internet por primera vez. Imagínense a todo el equipo de prensa del partido conservador ayer a las 11PM jugando disparejo para ver a quién le toca hacer la llamada. "Hola, David", dice un intern. "Sí ya sé que a esta hora ves la retransmisión de Antiques Roadshow. Solo que… Lord Ashcroft le dijo a the Daily Mail que te cogiste a un cerdo, ¿es cierto?" Imagínenselos tratando de darle la vuelta, viendo al pizarrón que tiene escrita la frase "COGERSE A UN CERDO = ¿MEDIDA DE AUSTERIDAD?" mientras se aflojan la corbata y desean vivir en un mundo donde Tessa Jowell es primer ministro en vez de Cameron y lloran.

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Pero, ¿será cierto? Lord Ashcroft es el ejemplo extraordinario de un multimillonario que ha atacado públicamente a Cameron desde que éste decidió negarle un puesto en el gobierno desde que ascendió al poder. Ahora bien, si yo fuera un multimillonario rencoroso –lo que espero ser algún día ya que apenas esta mañana puse mi pene en la boca de un cerdo decapitado y le tomé una foto después de hacer un pacto con el diablo–, si fuera un multimillonario rencoroso capaz pagar lo que sea para difamar a alguien, ¿me atrevería a decir en broma que el primer ministro se cogió la cabeza de un cerdo? Por supuesto que sí. Porque no hay forma de que Cameron se sacuda la fama de #piggate sin solicitar una conferencia de prensa y decir "Yo, David Cameron, nunca coloqué mi pene en la cabeza de un cerdo". Si no lo hace, lo vamos a recordar como un cogecerdos para siempre. Y lo mejor de todo es que Cameron no puede renunciar para librarse de esto porque entonces se le conocería como el primer ministro que se cogió a un cerdo tan fuerte que tuvo que renunciar. Quemen sus copias de Catch-22 y corran a comprar el libro de Lord Ashcroft que habla de coger cerdos. Es mejor.

En lo personal, tengo mis dudas. David Cameron es un conservador criado en un laboratorio para llegar a ser primer ministro. Todas las decisiones que ha tomado en su vida, todas las clases y trabajos que ha aceptado, han sido con la finalidad de ser primer ministro. Para mí, Cameron es un hombre que agonizó una hora y media antes de darse su primer toque por si algún día necesitaba decir que fumó mariguana. ¿Sería capaz ese hombre de poner su pene alegremente en la cabeza de un cerdo y dejar que le tomaran una foto? No lo creo.

Vean con detenimiento a David Cameron, vean sus ojos pequeños y su rostro rosado; sus entradas y su boquita de Thomas y sus amigos. Y todas las fotos que tiene abrazando cerdos. Sí se lo imaginan, ¿verdad? Escuchen en su cabeza los picos de su rango vocal: "Samantha, ¿podrías pasarme la salsa que está en la alacena, por favor?" Es esa pizca de duda la que siempre hará que miremos a los lados y digamos: tal vez. David Cameron cogiéndose a un cerdo ya no está fuera del reino de nuestra imaginación. Inglaterra por fin puede creer en algo y ese algo es David Cameron cogiéndose a un cerdo.

Ashcroft lo sabe y por eso lo hizo. Esta es la jugada más poderosa que ha hecho un multimillonario en su país al menos hasta que Richard Branson por fin explote la luna. La semana pasada, el Chealsea expulsó a unos jugadores por 'bromear pesado' en el campo de entrenamiento, y nosotros que creíamos que el concepto de 'bromear pesado' había muerto. Pero no. Lord Ashcroft acaba de sacarlo de la cueva donde lo enterramos hace tres días y lo elevó al cielo. Lord Ashcroft hizo un arte de las bromas pesadas. Lord Ashcroft hizo que 64 millones de personas creyeran que David Cameron se había cogido a un cerdo.

Y eso es todo: la sátira ha muerto. Charlie Brooker ya había imaginado este panorama hace cuatro años como el gancho más absurdo de donde se podía agarrar Black Mirror y ahora es real. La sátira nunca va a poder superar este acontecimiento. Fue un nocaut. Aunque Cameron nunca le haya metido el pito a un cerdo, no hay forma de que olvidemos este incidente hasta que haya dicho "No me cogí la cabeza de un cerdo". Puede renunciar, negarlo, escribir un libro sobre Lord Ashcroft haciéndoles cosas a un cisne y de todas formas no importa.Para nosotros, el primer ministro del Reino Unido siempre será el hombre al que el pito le huele a tocino. O eso se presume.

@joelgolby