Cuando tenía 16 años, pensaba que el EDM era el mejor género musical sobre la tierra. Puede ser vergonzoso admitirlo ahora, a los 23 años, pero no es difícil entender por qué una generación entera de jóvenes millennials estuvo pronta a apostarle a la belleza vacía del género, había algo bastante unificador al respecto. Tocar "Levels" —para muchos de nosotros fue la entrada icónica al cancionero EDM, hecha de la mano del productor sueco Avicii—podía transformar cualquier multitud de menores de edad colapsada o una triste fiesta de la secundaria en una celebración memorable de sintetizadores chillónes y beats letales a cuatro cuartos. De alguna manera, la otrora omnipresente megaestrella de 28 años creó una fórmula para la euforia sónica y la abrazó para soltarla en cada una de sus actuaciones en vivo para enviar a multitudes de varios miles a emprender viajes salvajes.
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Pero cuando la noticia de su muerte me llegó el viernes, me sentí como si fuera la primera vez que alguno de nosotros mencionara el nombre del productor en años. De acuerdo, se había retirado de los escenarios en 2016, debido a problemas de salud relacionados con su consumo de alcohol a lo largo de su carrera. A mediados de la década de 2010, muchos abandonaron al EDM, dejándolo por la paz en el pasado. Para los snobs de la música, canciones como las de Avicii se habían convertido en blanco constante de bromas mientras veían el género escapar de los clubes nocturnos de Ibiza y permear en el mainstream. Era algo extraño, aunque todavía notable, presenciar para entonces como habíamos sustituido los coros pegajosos en las canciones de moda por drops instrumentales (algo que las estrellas del pop siguen haciendo hasta el día de hoy). Pero hubo un tiempo en que los adolescentes estaban ahorrando su dinero para ver a Tiesto y a un grupo de hombres blancos indescriptibles destrozar Creamfields o el Electric Daisy Carnival; los festivales de música dance en general se convirtieron en refugios para niños recién salidos de la secundaria y te guste o no su música, no se puede negar que Avicii alimentó parte de toda esa locura.En este momento, un periodista de cuarenta años está redactando un texto con las deslumbrantes estadísticas de Avicii, citando sus 11 sencillos en el Top 5, mencionando cómo encabezó los principales festivales de música y hablando de su dinero -las marcas más obvias del éxito del DJ. Sin embargo, podemos afirmar que los momentos más valiosos del DJ no son realmente cuantificables. Hablamos de los recuerdos felices que dejó para sus fans que alguna vez fueron adolescentes, ahora mayores, quiernes asocian escuchar sus canciones con su primera fiesta en casa, o recuerdos de tomar sorbos de analgésicos junto a la piscina en Mallorca. Es una gloria suciona, sin duda, pero como sea, la música inequívoca de Avicii rara ganó que los críticos le lamieran los pies. En cambio, este raro y singular legado se siente como algo de lo que Avicii habría estado orgulloso. De entre todas las horribles cualidades de EDM -por ejemplo, el hecho de que el 87 por ciento de lo que el género escupe suene exactamente igual, y que trate a las canciones pop como simples palabras sin sentido diseñadas para ser gritadas (léase: masacradas por gente borracha) sobre bases rítmicas- no se puede negar que el trabajo de este tipo es el pegamento que mantuvo juntas las desordenadas experiencias de vida de nuestra generación.
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Así que en lugar de criticar un género reprendido de cualquier modo por la mayoría de los profesionales de la escritura, invité a varias de las personas que abrazaron el brillo del EDM para que compartieran sus dulces experiencias. Aquí hay seis fanáticos acérrimos de Avicii, quienes nos hablan de sus primeros besos, shots de Sourz y demás.Honestamente, es una locura que todo el mundo en Londres adopte una postura de '¿QUIÉN DICES QUE SE MURIÓ?' tras la muerte de Avicii, yo pienso: '' A la mierda, ¿no te emborrachaste nunca con su música en un horrible estacionamiento? '. Yo toqué a Avicii tan pronto como escuché que había fallecido y "Wake Me Up" me llevó a un tiempo y a un lugar más felices. Recordé cómo me colé en un club para mayores de 18 años por primera vez y cómo me sentí aturdido por dos shots de Sourz de manzana. El DJ fue un ícono de su tiempo, [del tipo que] la alta cultura no suele apreciar. Muchas personas han tenido su primer shot, primer beso o primer tacha con su música. Dentro de 40 años, sus canciones nos harán sentir jóvenes de nuevo. Son su gran legado.-Andi Buchanan, 21Cuando tenía 15 años acababa de empezar a beber, así que estaba intensamente interesado en todo lo que remotamente pudiera gustarme al probarlo. Avicii era la banda sonora de algunas de las mejores noches de mi vida en ese momento, definitivamente me consideraba un fan en ese entonces. Escuchar “Levels” me lleva a mis primeros intentos por enrollar un porro y compartirlo con mis amigos; todos resoplando de una botella de vodka sin preocuparnos por el mundo. Y así, también me recuerda las primeras conversaciones "profundas" que tendría con amigos, cosas de las que ya no hablo más. En esas fiestas sentíamos por primera vez que todos podíamos ser independientes y decir exactamente lo que teníamos en mente; hablar sobre el futuro, nuestros problemas, nuestros padres. Si pudiera decirle algo ahora, le agradecería por ser la banda sonora de algunas de mis experiencias de vida más importantes. Era un tipo muy talentoso.- Erin Byrne, 20
“Me colé en un club para mayores de 18 años por primera vez“
"Escuchar 'Levels' me remonta a mis primeros intentos por armar un porro"
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“Me acababa de hacer un horrible tatuaje de vago en Magaluf cuando escuché ese sampleo con Etta James cantando “oooh sometiiiimes” en ‘Levels’“
“Cuando lo vi en vivo en Ibiza, pensé que los dealers eran policías encubiertos“
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