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Noisey

​¿Es el trap español demasiado autorreferencial?

¿Pero se puede hacer trap en España sin hablar de trap?

Imagen vía youtube

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La del trap es una de las etiquetas más cacareadas de los últimos tiempos y una de las más pervertidas. Quizá fruto de la confusión creada por PXXR GVNG durante los últimos dos años usando todas las músicas urbanas del año en que vivimos para hacerlas suyas. Reggaetón, flamenco, hip hop, pop electrónico y si, también trap, rompiendo la frontera entre underground y mainstream para que se cuelen proyectos amigos y enemigos, pero también alumnos aventajados e incluso algún que otro arribista. Ningún problema. Una vez abierta esa puerta no hace falta que la estemos vigilando.

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Ahora mismo esa amalgama de música urbana se ha convertido casi en un género que los medios hemos acabado llamando trap, usando la parte como el todo. Sería ridículo daros lecciones sobre esto, pero trap, lo que se dice trap, tampoco hay tanto por aquí, y lo que más se acerca al género se ha convertido en algo tan autorreferencial que corremos el riesgo de convertirlo en una gran parodia. En pocos meses incluso hay grupos cuya función parece ser la crítica a los tópicos del género, como las dos canciones de las VVITCH. Tomemos como ejemplo algunas canciones recientes.

En "Lord Leech" hay un poco de todo: el swag de Lory Money , intentos de imitar las virtudes de la "Modernita" de Yung Beef dos años más tarde… Un batiburrillo de referencias que acaban convirtiendo la canción en una broma. Toda la mixtape podría leerse en la misma clave. Risillas entre dientes, ritmos resultones y chistes más bien soeces. Podría ser gracioso de no ser porque ya hay otros artistas jugando esa misma baza mucho mejor.

Pimp Flaco podría ser el paradigma del trap convertido en centípedo humano. En todas sus canciones siempre tira en la misma dirección, hasta el punto que parece haberse convertido en una extensión con el piloto automático de trapbeefeos. Y es una lástima porque el tipo tiene gracia y es capaz de hacer hits como "No te panikees" o "Voy flexi boys", canciones que han convertido sus estribillos en nuevas entradas de la Real Academia de la Lengua Española de la calle. La pena es que parece dirigirse sólo a quien conoce su movida, pero por lo menos sabe reírse de si mismo, lo cual es una ventaja. Incluso como cantante romántico es socarrón. Bien mirado esto último me gusta mucho.

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A ver, lo de Kinder Malo es un misterio para mí. Igual se hace una versión de Mac DeMarco que un hit de trap de broma. Me da la sensación que es el Zelig del rollo, puede mimetizarse en cualquier género medianamente hipster y no me cabe duda de que puede convertirse en el poster-boy de la escena. Aquí incluso llega a incluir el audio de un popular programa de la radio catalana donde se mofan abiertamente de su música.

Esto de los beefs está en el ADN del hip hop. No olvidar de dónde vienes, morder a todo el que te tira, reírse del que viene detrás y mostrar respeto a quien nació en su mismo contexto. Claro que en este caso Khaled lo hace con un flow imperial y unas bases acojonantes de unos clásicos del hip hop español como son Cookin' Soul. Ni siquiera es trap, es rap flamenco, seco como un puñetazo en la mesa. Pero si le quitas todo eso, vuelve a ser otra canción de un grupo de gente haciendo referencia a si mismos.

¿Pero se puede hacer trap en España sin hablar de trap? Da la sensación que para arrancar a escuchar parte de la música más viva que se está haciendo hoy en España hay que estudiar primero su árbol genealógico. Y eso en un momento en que el género está traspasando sus fronteras y llegando a un público insospechadamente amplio, puede acabar consumiéndolo rápidamente y convirtiéndolo en un guiño para conocedores. Sería una pena.